Feria de Otoño: los subalternos salvaron otra nueva tarde vulgarota de bicornes y matadores

Loor, pues, a Curro Javier, que brilló doblemente con los palitroques en el cuarto y en la brega en el primero, y a su compañero en la cuadrilla de Perera, Javier Ambel, también obligado a desmonterarse tras sus pares de banderillas a ese que abrió función. Idéntica felicidad nos produjeron Iván García y Fernando Sánchez, a las órdenes de Álvaro Lorenzo, con lucimiento con los rehiletes en el sexto -también bregado a la perfección por Andrés Revuelta, aunque son se le aplaudió-. Por parta de Juan Leal, los justos y merecidos aplausos se los llevaron Juan Carlos García, capoteando al quinto, y el picador Vicente González, con sendos puyazos perfectos.

¿Es que no dieron una a derechas sus respectivos jefes?, se peguntarán ustedes. Pues poquito, poquito. Tampoco el cuajado encierro de magnífica presencia de la factoría Fuente Ymbro, sosote y justo de casta pero no totalmente descastado, ayudó a levantar los ánimos. Eso sí, dentro de la vulgaridad, se salvaron a medias por su codicia los dos de Álvaro Lorenzo, nobles y repetidores aunque a menos. Pero el toledano no se acopló con ninguno salvo en los cambios de mano, los de pecho y los ayudados, mas no en el toreo fundamental.

También debió estar mejor el veterano Perera con el que abrió función, con movilidad, repetidor y obediente, pero el extremeño, fiel a sí mismo, abusó de la suerte descargada, el retorcimiento y el pico como algún sector del cotarro le reprendió con razón, mientras otros -mayoritarios, así está la cátedra- le jaleaban más por llevar la contraria a esos aguafiestas, qué se harán creído. En el otro de Perera, inválido y descoordinado, que debió ser devuelto, sí que hubo unanimidad pidiendo que lo matara pronto.

También Juan Leal obró como se esperaba de él, con un derroche de testosterona en el quinto, que desarrolló peligro y le tiraba gañafones por todos lados ante el valor sin truco ni cartón jugándose las femorales del francés. De menor intensidad había sido su labor en el otro, más noblote, pero ya sabemos que Leal no es un exquisito: lo muleteó por acá y acullá antes de un arrimón final.

FICHA

Cinco toros de FUENTE YMBRO y 6º de PUERTO DE SAN LORENZO, muy cuajados y de gran trapío, noblotes excepto el peligroso 5º, y justos de fuerza, con 4º inválido. MIGUEL ÁNGEL PERERA: ovación y petición tras aviso; silencio. JUAN LEAL: ovación; silencio. ÁLVARO LORENZO: ovación; silencio. Plaza de Las Ventas, 9 de octubre. 6ª y última de la Feria de Otoño. Tres cuartos de entrada (19.123 espectadores, según la empresa).