La Agencia Espacial Europea (ESA) ha logrado un hito histórico en el estudio del Sol: crear un eclipse artificial por primera vez.
La misión Proba-3 acaba de conseguir las imágenes del primer eclipse solar artificial. Para ello se ha precisado de 2 satélites trabajando con una sincronización milimétrica.
Se lleva trabajando en el proyecto desde hace más de una década con una inversión de más de 200 millones.
Los 2 satélites implicados son el Ocultador y el Coronógrafo. Han volado de manera autónoma a una distancia exacta de 150 metros entre cada aeronave, manteniendo esa precisión durante horas. Cálculos al milímetro que han permitido tomar las imágenes de este eclipse tan especial.
Cómo se logró
Según han explicado en 'Xataka', el Ocultador bloqueó la luz directa del sol gracias a un disco de 1,4 metros de diámetro. Así se proyectó una sombra de unos 8 centímetros sobre el telescopio del Coronógrafo.
Cuando la apertura de 5 cm de su telescopio queda cubierta por la sombra, puede fotografiar la corona solar sin ser deslumbrado.
No habrá que esperar 2 veces al año
Es muy parecido a lo que sucede cuando se trata de un eclipse total natural, pero lo interesante de esta fórmula es que se ha podido captar la actividad de la atmósfera del sol durante horas.
Además, se puede volver a recrear con una frecuencia de 19,6 horas, mientras que los naturales solo se producen 2 veces al año y duran pocos minutos.
Este éxito favorecerá un mayor estudio de todo lo relacionado con la actividad solar y los eclipses y descifrar incógnitas científicas como la de por qué la corona del sol está más caliente que su superficie o cómo se forman las famosas tormentas solares que afectan a la tecnología terrestre.
Un hito que tiene mucho acento español, pues España aportó el 40% del presupuesto y las tecnologías clave a través de Sener, GMV y Airbus Defence and Space.