Las herencias son un proceso legal por el que todo el mundo acaba pasando. Se trata de la transmisión del patrimonio de una persona fallecida a sus herederos, que generalmente suelen ser los familiares directos. Pero además de dinero y propiedades, las deudas del fallecido también se heredan y no gestionarlo adecuadamente puede convertir la herencia en un verdadero calvario.
Para muchos una herencia es un regalo que ayuda a solucionar problemas: vivienda en propiedad, dinero...Pero puede convertirse en una verdadera pesadilla. Y es que las herencias no son a la carta.
Por ello es importante que antes de aceptar una herencia se comprueben las posibles deudas u obligaciones. Por ejemplo, en el caso de que el fallecido tuviese deudas con el banco o con cualquier entidad, al aceptar la herencia que tenga (una casa, un coche, terrenos...) se acepta también ser el nuevo deudor.

Pasos para comprobar las deudas de un fallecido
Aunque haya deudas, quizás al heredero le interese su aceptación porque no son grandes y el resto de bienes lo compensen, pero siempre es mejor conocer todos los detalles.
Antes de aceptar nada, lo mejor es seguir estos pasos:
- Solicitar el certificado de defunción en el Registro Civil
- Acudir al Ministerio de Justicia y consultar si existe certificado de últimas voluntades del fallecido y a qué notario reclamar la herencia
- Con la documentación oficial del fallecimiento, acudir a los bancos, el Registro de la Propiedad y a la Seguridad Social para confirmar si existen deudas
Los familiares directos son los considerados como herederos, pero en el testamento se puede añadir a quien se quiera. En el caso de que no haya, se reparte según lo legalmente estipulado entre los herederos forzosos.
Con los documentos de la defunción se podrá preguntar en todos los organismos citados para comprobar si hay deudas y de qué cantidad. Al igual que los bienes, las deudas se reparten entre los herederos que acepten.
Aceptar la herencia a beneficio de inventario
Según los expertos jurídicos, existe una opción que permite en determinadas ocasiones heredar sin miedo a las deudas.
Se conoce como 'a beneficio de inventario'. Esta fórmula permite al heredero protegerse frente a posibles deudas y no poner en peligro su propio patrimonio.
Al hacerlo de esta forma, el heredero queda libre de pagar las deudas hereditarias con su patrimonio particular. Solo asumirá aquellas que puedan ser saldadas con la venta de los bienes heredados.

Debe ser el propio heredero quien solicite esta fórmula y el notario creará un listado con todo el patrimonio del fallecido y las condiciones de la aceptación a beneficio de inventario.
Lo recomendable es siempre ponerse en manos de un experto en estos temas a la hora de hacer todos los trámites, pues toda aceptación (incluso algunas renuncias) conlleva el pago de una serie de impuestos y es mejor conocer todo antes de firmar.