Melania Trump tiene un papel relativamente discreto como primera dama de los EEUU. Acompaña algunas veces a su marido, el presidente del país, Donald Trump, en actos y viajes exclusivos, pero su presencia junto al mandatario no es lo que se dice frecuente ni tiene una agenda repleta.
Sin embargo, la tercera mujer deTrump no se ha ahorrado ni un dólar en decorar la Casa Blanca, su lugar de residencia y donde se toman importantísimas decisiones que afectan al resto del planeta. Y ya se sabe que para los estadounidenses no hay una fiesta más arraigada que Halloween, la fiesta del terror exportada por el país norteamericano y que llena de calabazas casas, tiendas y lugares públicos en todo el mundo.
Pero Melania ha recibido numerosas críticas por el dispendio que supone colgar del edificio más vigilado de la tierra todo tipo de artilugios, entre ellos, docenas de calabazas, cuando se acaban de suprimir importantes ayudas en fondos sociales para alimentación a los desfavorecidos.
La Primera Dama cubrió la fachada de la Casa Blanca con decenas de calabazas, lo que algunos consideraron de mal gusto, dado que millones de estadounidenses perderán el acceso a los beneficios alimentarios el próximo mes debido a una decisión del gobierno.
Sin embargo, según informes contradictorios, la administración Trump se negó a utilizar aproximadamente 5.000 millones de dólares en fondos de contingencia para cubrir los costos del SNAP durante el segundo cierre más largo en la historia de Estados Unidos.
Mensajes incisivos en redes
De ahí, que las redes se hayan llenado de mensajes de crítica a la decoración de la señora Trump, para un día: "Genial, lástima que millones pronto se queden sin comida", comentó una persona.
"En lugar de decorar con comida, ¿por qué no la usas para alimentar a los necesitados?", preguntó otra. "¿Vas a repartir esas calabazas entre la gente que está a punto de pasar hambre por la pérdida de sus beneficios del SNAP o les vas a decir que se coman un pastel?", es otra de las cuestiones que circulan.
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