El panorama digital ha cambiado radicalmente: la guerra del streaming ha concluido y la piratería ha resultado vencedora de nuevo, como en tiempos de los Torrents, de Pirate Bay, de Napster y demás webs piratas.
A pesar de que los usuarios pagan más de 50 dólares/euros al mes por múltiples plataformas, la dificultad para encontrar el contenido deseado persiste. Mientras tanto, millones de personas acceden a películas y series de forma gratuita, sin interrupciones publicitarias y con calidad 4K en lugares como Stremio, Porcorn Time, Kodi, Emby.... La pregunta que se hacen los expertos es... ¿cómo se ha llegado a este punto?
Durante años, gigantes como Netflix, HBO y Disney prometieron erradicar la piratería ofreciendo un modelo de conveniencia y acceso fácil. Les fue bien durante años, pero según expertos, les ha podido la "codicia", en lugar de aliarse para facilitar a los clientes el acceso a todos los contenidos en una especie de aplicación o plataforma comunitaria y global.
Creen que pecaron de "ambición", llevando a la fragmentación del mercado -hay demasiadas: Netflix, Prime Video, Disney+, HBO Max, Apple TV+, Paramount+, Filmin...- y al aumento constante de las tarifas.
La "codicia" como motor del fracaso
Este análisis documental explora cómo las propias plataformas de streaming crearon el monstruo que las está consumiendo. El problema principal no fue sólo el precio, sino la degradación del servicio.
Las compañías han impuesto políticas de exclusividades absurdas, implementado planes con publicidad intrusiva, y han optado por eliminar contenido de sus catálogos. El resultado ha sido un público agotado y descontento.
La fragmentación del mercado obligó a los usuarios a suscribirse a múltiples servicios, lo que ha encarcido la experiencia y la volvió menos práctica que la piratería. La eliminación de contenido también ha sido una estrategia contraproducente. Los consumidores se sienten frustrados al ver cómo series o películas por las que pagaron desaparecen del catálogo sin previo aviso.
Un ejemplo que cita el vídeo de 'Rastro de riqueza' lo da con el relato de un joven que quiso ver una película con su pareja, teniendo contratado legalmente Netflix, HBO, Amazon y Disney+: no tenía acceso a ese filme en sus catálogos. En apenas unos segundos, la encontró en calidad 4K y sin anuncios en una app pirata. Su conclusión fue directa y clara: ¿para qué pagar tanto si al final no siempre se encuentran todos los contenidos y además, a veces, llegan con anuncios y otras molestias?
El resurgimiento imparable de la piratería
La piratería ha resurgido con una fuerza renovada, capitalizando la frustración de los usuarios. Cuando millones de usuarios prefierieron pasar a ser clientes legales de estas compañías de streaming lo hicieron bajo 2 premisas: no eran tan caras y, además, eran muy sencilas de usar. No por ética. Y ahora se encuentran en la situación casi contraria: son caras -cada vez más- y no son sencillas de usar.
Incluso vienen con anuncios, como lo hacía la famosa televisión por cable o las plataformas de pago. Incluyen contenidos que no interesan a los clientes, pero sí a las compañías -dirigen y manipulan con sus algoritmos- y además, retiran de sus catálogos series y películas que aman los fans y los cinéfilos porque no consiguen la rentabilidad esperada.
Es más: se ha encontrado que grandes productoras como HBO, siempre reconocida por sus grandes series de calidad, ha retirado de sus apps muchas ficciones para ahorrar en pagos de regalías a sus creadores originales. Los expertos creen que es un gran daño para la humanidad porque no hay un banco de videoteca y daña la cultura de la humanidad. Sin embargo, esto sí es posible en las webs piratas. ¿Se imaginan no poder encontrar en una biblioteca un clásico del siglo XVII o XVIII porque apenas se lee, se retira y se prefiera apostar sólo por novelas modernas? Eso está ocurriendo con grandes cintas del cine y series de televisión.
La solución de estos expertos es clara: ante la proliferación de plataformas de compañías de streaming, la unión de todas o varias en una, con cuotas repartidas entre ellas, sería una manera de volver a animar a los usuarios a recontratar las suscripciones.
Cifras y datos clave
Detalle del análisis
Información clave
Costo promedio de suscripciones
Más de 50 dólares al mes.
Resultado del conflicto
La piratería ha ganado la guerra del streaming.
Promesa inicial
Acabar con la piratería ofreciendo conveniencia.
Factores del fracaso (el "monstruo" creado)
Codicia y fragmentación del mercado.
Altos precios y subida de tarifas.
Exclusividades absurdas (obligando a múltiples suscripciones).
Contenido eliminado o que desaparece.
Planes con publicidad.
Ventaja de la piratería
Contenido gratis, sin anuncios y con calidad 4K.
Conclusión
El problema no fue el precio, sino la calidad del servicio ofrecido.
El mercado de divisas es el mercado más grande y líquido del mundo que opera las 24 horas del día, los 7 días de la semana, a lo largo y ancho de todo el mundo. A las divisas tradicionales hemos de añadir las criptomonedas como los Bitcoins (XBT) que añaden una nueva dimensión al mercado Forex. Solamente una unidad de esta moneda digital es el e...