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Richard Manuel, primero por la izquiera
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Richard Manuel, primero por la izquiera (Foto: Portada de 'The Band')

Las 10 mejores canciones de Richard Manuel

lunes 03 de abril de 2023, 17:39h

Richard Manuel era un tipo demasiado sensible y frágil para el mundo del rock, su ascenso fue tan fulgurante como su caída, su maravillosa voz le había convertido ya en el principal cantante de The Band, aunque todavía se llamaba The Hawks, cuando se independizaron de Ronnie Hawkins y se marcharon por su cuenta, luego fue el que más se benefició de la clase maestra en composición que supuso su tiempo con Bob Dylan, principalmente en el sótano de la Casa Rosa.

De repente era el principal compositor del grupo que iba a liderar esa vuelta a las raíces de la música popular americana que se dio a finales de los 60, pero eso tampoco iba a durar, agarrado a una botella, enganchado a la heroína y con una pésima costumbre de estrellarse con el coche, Manuel fue destrozando su talento y para cuando el grupo se convirtió en uno de los más populares del mundo, en 1970, cuando fueron la segunda banda de rock, tras los Beatles, en apaprecer en la portada de la revista 'Time' a Manuel apenas le quedaban ya canciones, ni ganas de vivir, contento con seguir bebiéndose la vida mientras Robbie Robertson se convertía en el único compositor fiable de la banda.

No en vano en el disco de aquel año, 'Stage Fright, en el que Manuel escribió la música de dos de sus últimas canciones, Robertson le escribió una canción que parecía definirle a la perfección, "De nueve vidas gasté siete ¿Cómo se llega al cielo? Oh, no sabes el estado en el que estoy...".

A pesar de todo fue capaz de llegar al final de la banda, marcado por Robertson, con 'El último Vals', una película/disco monumental que no hacía ni una concesión al maravilloso repertorio de Manuel (ni una sola de las canciones que aparecen en esta selección se tocó en aquella despedida), algo que cabreó, y mucho, al otro líder de la banda, Levon Helm, que siempre se mostró celoso del reinado de Robertson.

Quizás la última gota que convirtió lo que había sido una hermandad en un polvorín, fue el final del propio Manuel, que volvió a reunirse con el resto de la Banda, sin Robertson, para un público cada vez más decreciente y que solo quería escuchar los viejos temas. Manuel terminó colgándose en su habitación de motel después de uno de esos conciertos en 1986, terminando con la novena vida de un tipo que tuvo un talento inmenso, una voz absolutamente preciosa y un carácter, junto a una depresión crónica, que no casaban con la vida del rock & roll.

Aprovechando el que hubiera sido su 80 cumpleaños, le homenajeamos recordando nuestras diez canciones favoritas de entre las que compuso, entera o parcialmente, dejando fuera maravillas que cantó, como su famosa rendición del 'I Shall Be Released' de Dylan, o las que escribió Robertson para su voz como 'Chest Fever', 'Across the Great Divide', 'King Harvest (Has Surely Come)' o la mencionada 'The Shape I'm In'. Una lista que, tristemente, solo nos lleva de 1967 a 1970.

Aun así, en esos momentos el principal cantante de la banda, y casi compositor, era un Richard Manuel que había terminado de florecer en aquellas sesiones en las que se desdoblaba como batería y pianista. Suyas eran cosas como “Katie’s Been Gone” que se puede considerar la primera canción que ya define lo que era esta banda, o “Orange Juice Blues (Blues for Breakfast)”, una canción que, en cambio, todavía retrotrae a su pasado como gran banda de bar y de R&B. También había escrito junto a Dylan la delicada y maravillosa “Tears Of Rage”, que sería la encargada de abrir su primer disco, donde también brillaría en “In A Station”, “We Can Talk’ o “Lonesome Suzie”.

Orange Juice Blues (Blues for Breakfast)

Es normal que sus primeros pasos en la composición se base en ese blues rock y R&B del que se habían convertido en expertos y que llevaban tocando por su cuenta desde 1964 y con Ronnie Hawkins desde 1961. Este es un tema perteneciente de 'The Basement Tapes' que, posiblemente, no hubiera entrado en 'Music From Big Pink' pero que nos da una idea del sonido de los Hawks como la mejor banda de rock bar del país que hizo que Dylan los fichase sin dudarlo para su gira eléctrica.

Katie's Been Gone

La primera composición entre Manuel y Robertson y un paso evidente hacia 'Music From Big Pink' y el comienzo de eso tan bonito que es la Americana. Muchos de los mejores elementos de la Banda ya están aquí, las armonías entre Manuel y Rick Danko en el estribillo son de primera. Esta es la canción con la que los Hawks se convirtieron en The Band.

Tears of Rage

Sin duda, la canción más famosa de esta lista. Posiblemente, la mejor canción de todas las sesiones de 'The Basement Tapes', con Manuel poniendo música a un magnífico texto de Dylan y con dos versiones distintas, una la que grabron en el sótano de la casa rosa, y no apareció hasta 'The Basement Tapes' en 1975, y otra la que The Band grabó para su disco de debut, 'Music From Big Pink', con Manuel tomando la voz principal. Esta última es la versión definitiva con un arreglo ralentizado, en el que se acentúa su dolor con toques góspel y de música de Nueva Orleans.

In a Station

la primera de las 3 canciones en solitario que escribió para el debut de The Band es una verdadera proeza musical, pura sofisticación en la que su voz suena desgarradoramente conmovedora.

We Can Talk

The Band tenía tres cantantes absolutamente increíbles en Manuel, Helm y Danko, y esta canción sirve para resaltarlos a los 3, como si estuvieran hablando entre ellos. Una canción brutal, perfecta para el directo pero que, a pesar de haber sonado en Woodstock o la Isla de Wight, la banda dejó de tocar en 1971, cuando se pasó a tocar casi en exclusiva temas de Robertson.

Lonesome Suzie

Quizás la más floja de las 4 maravillosas canciones de Manuel para 'Music From Big Pink' en la que vuelve a destacar la doliente voz de Manuel, acompañada por el órgano humeante de Garth Hudson.

When You Awake

Para el segundo disco, 'The Band' (conocido como el disco marrón), Manuel también escribió tres canciones, eso sí, esta vez en las tres ocasiones las letras fueron responsabilidad de un Robertson que empezaba a cargar con todo el peso de la Banda en sus hombros (quizás aquello que escribió en su canción más famosa, 'The Weight', de "pon otro fardo sobre mí" fuera una pura profecía. Lo curioso del caso es que, a pesar de estar escrita por Manuel y Robertson, fue Danko el que se encargó de cantar la voz principal.

Whispering Pines

Quizás el momento más destacado de Manuel en el disco (bueno, junto a su voz en la increíble 'King Harvest (Has Surely Come)'). Una barabaridad de canción, que te puede destrozar el día o partirte el alma si no tienes cuidado. Decía Eric Clapton que Manuel era su miembro favorito de la Banda y que cuando cantaba en falsete le daba escalofríos y creo que esta canción era la que tenía en mente.

Jawbone

Compuesta con un extraño tempo de 6 por 4, 'Jawbone es otra demostración de la enorme muscalidad de este grupo, un tema que parece sencillo en principio pero que es pura química musical entre cinco elementos que siempre sumaban más que las partes.

Sleeping

Un lamento con ritmo de vals, muy apropiado para nuestra despedida, a medio camino entre la melancolía y el escapismo, para una de las últimas pruebas del enorme talento (desperdiciado que dirían en 'Una historia del Bronx') de Richard Manuel.

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