www.diariocritico.com
Weyes Blood
Ampliar
Weyes Blood

Las 10 mejores canciones de Weyes Blood

viernes 27 de octubre de 2023, 16:56h

Tras su paso por Primavera Sound Barcelona 2022, Weyes Blood vuelve este otoño a España a presentar las canciones de su laureado 'And In The Darkness, Hearts Aglow', nuestro tercer disco favorito del año pasado en Diariocrítico. Las fechas serán el 30 de octubre en La Paqui y el 31 de octubre en Sala Apolo; unas fechas que serán una especie de ceremonia en la que Natalie Mering volverá a embrujar a los presentes con su increíble voz. Para ir preparando el terreno vamos a recordar nuestras 10 canciones favoritas de su carrera:

Andromeda

Apoyada en una guitarra acústica, con un espléndido juego de cuerdas y voces, y una guitarra muy George Harrison, Mering entregó la canción más gloriosa de su maravilloso debut, 'Titanic Rising'. La cantante mira a las profundidades de Andrómeda y encuentra finalmente una guía para su vida.

Everyday

'Titanic Rising' es uno de esos discos a la vieja usanza, que es mejor escuchar entero. Pero, aun así, 'Everyday' es su más claro 'single' o sencillo, su canción más pop y, dentro de lo que cabe, movida, un fabuloso tema entre el soft rock y el pop barroco que suena como si Paul McCartney y Carole King hubieran decidido hacer una canción juntos y hubieran llamado a Karen Carpenter para cantarla.

It’s Not Just Me It’s Everybody

La mejor canción de su último disco hasta la fecha, 'And In The Darkness, Hearts Aglow' es una arrebatadora balada de piano, profusamente decorada por sus propios coros y una elaborada producción a cargo de ella misma y Jonathan Rado, de Foxygen, con otra de esas melodías que escribe que son dignas de Burt Bacharach. Líricamente está influida por la pandemia y por toda la oscuridad de estos últimos tiempos, buscando una salida de escape para liberarnos de los algoritmos y el caos ideológico: "Living in the wake of overwhelming changes, we've all become strangers even to ourselves".

A Lot’s Gonna Change

'A Lot’s Gonna Change' abría 'Titanic Rising' como si fuera la banda sonora de una película de los 80 pero luego entraba un piano que parecía sacado del disco 'Imagine' de John Lennon, con un exquisito trabajo de cuerdas apoyando la grave y sensual voz de Mering rodeada por los hermanos D'Addario de The Lemon Twigs.

God Turn Me Into a Flower

Mering se despoja de casi todos los adornos y deja que su mágica voz sea la absoluta protagonista, cantando sobre unos oscuros sintes. 'God Turn Me Into A Flower' es su propio 'Falling' de Julee Cruise y Badalamenti, aquella canción de 'Twin Peaks', compartiendo con ella belleza, misterio y misterio. Al final está solo su voz, flotando sobre los sintes hasta que el piar de unos pájaros nos señala de que la tormenta ha terminado.

Used To Be

'From Front Row Seat To Earth' fue el tercer disco de la carrera de Weyes Blood pero fue en el que se encontró definitivamente a sí misma, esa especie de folk progresivo y pop barroco, de Laurel Canyon y Brian Wilson, como puede ejemplificar esta maravilla.

Something To Believe

Una canción sutilemente gigantesca, una canción que va subiendo hasta los cielos como si fuera una de esas mini arias que cantaba Roy Orbison a comienzos de los 60.

Children Of The Empire

Otra canción grandiosa de 'And In The Darkness, Hearts Aglow', de cierta manera la canción más parecida al 'Everyday' de 'Titanic Rising', el momento más pop y directo, con una producción fastuosa, una que haría sentirse feliz al propio Brian Wilson, con violonchelo, tuba, trombón y el arpa, tocada por Mary Lattimore. Cuando se acaban sus más de seis minutos ya estás deseando volver a caer rendido ante ella.

Movies

Con ese inicio, ese riff de sintetizador, podríamos decir que es la canción más 'New age', más Enya de Weyes Blood, claro que hay un punto mucho más melodramático en el increíble poder de su voz, algo así como el sonido del universo expandiéndose...

Seven Words

El disco con el que Weyes Blood se convirtió en lo que es actualmente venía precedido de esta maravilla en la que Mering construye cada sentimiento poco a poco, con toques de guitarra slide y un órgano psicodélico para impulsarlo todo hacia ese gran final, con armonías a lo Judee Sill y otro estribillo para recordar y adorar.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios