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40 años de 'Ramones', el disco que lo cambió todo
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40 años de 'Ramones', el disco que lo cambió todo

viernes 09 de septiembre de 2016, 12:15h
Han pasado más de 40 años del debut de los Ramones, el disco que salvó el rock and roll casi sin darse cuenta. Ahora aparece una reedición de lujo que conmemora su estreno pero el disco fue el primero de una larga serie de fracasos, a nivel de ventas, para el grupo neoyorquino. En el momento en el que miles de personas llevan su camiseta por la calle (muchas de ellas, reconozcámoslo, sin tener ni idea de quién son) y que su nombre es más popular que nunca es hora de hablar de la historia detrás de un disco que nunca fue un éxito comercial pero tuvo un impacto mucho mayor que el de cualquiera de los discos más vendidos de la época.

Corría 1976 y las grandes estrellas de la década pasada habían comenzado su decadencia, el rock se había ido apoltronando a medida que sus integrantes habían ido mejorando con sus instrumentos, la duración media de una canción era de más de cinco minutos y en un disco cabían unas siete u ocho a lo sumo, quedaban pocos grupos que recordaran la excitación inicial de un 'Johnny B. Goode' o de los primeros discos de los Beatles. Pero desde las malas calles de Nueva York se estaba cocinando una nueva revolución juvenil. Varios elementos al margen de la sociedad querían devolver la energía perdida al rock. Lo que un chaval tenía que sentir al escuchar un disco era la necesidad de coger una guitarra y formar una banda, no pensar en lo bien que tocaban.

De entre todos los miembros de esa generación, los más influyentes y destacados fueron los que parecían los menos indicados, cuatro marginados con todo tipo de problemas de identidad que se habían cambiado el apellido por su amor a los Beatles y al seudónimo que utilizaba Paul McCartney cuando viajaba de incognito, Paul Ramon. Su música era instintiva y rápida, y en ella se mezclaba su amor por el 'bubblegum' y los grupos de chicas, tipo las Shangri-La's y las Ronettes, con el garaje de los grupos de Detroit como los Stooges y MC5. Si a la mezcla le añadimos unas letras llevadas a su mínima expresión (quiero o no quiero) y pegadizas melodías que se quedaban pegadas en el cerebro a la misma velocidad con la que eran cantadas, tenemos una combinación ganadora. Pero, a pesar de que 40 años después no lo parece, la historia de los Ramones y de su debut no es la historia de un éxito.

El grupo había comenzado a tocar en 1974, rápidamente comenzaron a ser fijos en un club de Manhattan llamado CBGB que se convertiría en el epicentro del nuevo movimiento, al que más tarde conoceríamos como punk. Entre los fijos del CBGB (cuyas siglas eran para Country, Bluegrass & Blues) estaban Television, el grupo de Patti Smith, los Talking Heads, Mink DeVille o Blondie, era una escena bastante heterogénea en la que cabían intelectuales como David Byrne, poetisas como Patti Smith o los más 'callejeros' Ramones. De todos ellos serían los autores de 'Judy is a punk' los encargados de iniciar la llamarada del punk, aunque no sería a través de su éxito sino de su influencia al otro lado del océano, en la Inglaterra de los Beatles y Stones.



Su paso a la profesionalidad se produjo cuando la periodista Lisa Robinson se quedó impresionada tras verles en directo, desde el minuto uno los Ramones fueron los Ramones, Dee Dee gritaba el clásico 'On, two, three, four" y Johnny se lanzaba a toda velocidad con su guitarra hasta tocar 20 canciones en el espacio en el que un grupo de música progresiva se marcaba un solo de batería. A través de Robinson, Danny Fields, el ex mánager de los Stooges, se hizo cargo de la banda y consiguió que Craig Leon, de Sire Records, escuchara a la banda. Poco tiempo después este consiguió que el sello, a pesar de estar especializado en música progresiva, les fichara para grabar un disco. Las sesiones comenzaron en febrero de 1976 y se llevaron a cabo en menos de una semana con un coste de menos de 7.000 dólares. En ellas volvieron a seguir los pasos de los Beatles grabando de manera similar a los primeros discos de la banda de Liverpool. La voz de Joey está doblada, como hacían los ingleses, e incluso se propuso hacer una portada similar al 'Meet the Beatles'.

Menos mal que fue rechazada porque la elegida pasó a definir a la banda, los cuatro Ramone aparecen apoyados en una pared de Nueva York, con sus chupas de cuero y sus pantalones vaqueros desgastados y rotos. Lo que hacía de ellos unos forajidos ahora es motivo de moda en las pasarelas pero esa es una de las maldiciones de los Ramones, ser los primeros pero no recoger los frutos. Y es que el disco, que vio a luz el 23 de abril de 1976, no tuvo apenas repercusión comercial, quedándose en un pírrico puesto 111 de la lista de Billboard. A pesar de contar con un single como 'Blitzkrieg bop' de adelanto, uno que ha pasado a la historia junto a otros seminales como 'Heartbreak Hotel' de Elvis o el 'Please please me' de los Beatles, el disco tampoco tuvo una gran repercusión mediática, con la mayoría de los medios ignorándolo y los pocos que no lo hicieron, mostrándose a lo sumo tibios.



Pero sus 14 canciones y menos de 30 minutos de duración (la más larga, 'I don't wanna go to te basement' dura 2:35) no iban a quedar olvidadas. En Inglaterra, donde otra generación de jóvenes desairados y desencantados se estaba uniendo, la llegada de su disco hizo que todos estos jóvenes comenzaran a tocar a la manera de los Ramones. Cuando para promocionar su primer disco los Ramones tocaron en Inglaterra, la sala de 3.000 personas de aforo estaba repleta y los miembros de los Sex Pistols y los Clash estaban allí tomando notas.

Poco tiempo después el punk tomaría por asalto las listas de venta británicas e incluso los Sex Pistols se embarcarían en una gira por EEUU para "enseñárselo" a los americanos. Para ese entonces los Ramones habrían grabado otros dos maravillosos discos con el mismo resultado que el primero. Nunca en su carrera llegarían a cosechar ningún tipo de éxito comercial, a pesar de buscarlo intensamente, pero su música afilada y divertida volvió a dar vida a un rock and roll agonizante. Desde la aparición de su primer disco su música, y su imagen, han influido a miles de grupos por todo el mundo, siendo reivindicados cada poco tiempo por cientos de movimientos, desde el indie al grunge, pasando por el heavy o el trash.

Se separarían finalmente en 1996, tras varios cambios de miembros, siendo Joey y Johnny los únicos que estuvieron todo el tiempo, algo bastante extraño ya que los dos eran polos opuestos y dejaron de hablarse a comienzos de los 80 cuando Johnny le "robó" la novia a Joey (Evento que inspiraría la icónica 'The KKK took my baby away'). En 2001 Joey falleció de cáncer, al año siguiente fueron elegidos para el Salón del Rock and roll (algo que al que más ilusión le habría hecho es al propio cantante), dos meses después falleció Dee Dee, Johnny murió en 2004 poco después de que se estrenase el documental 'End of the century' y, finalmente, Tommy pasó a mejor vida en 2014. Con él desapareció el último de los miembros cuyos nombres aparecen en el mítico logo de la banda. Ese que llevan miles y miles de personas por la calle, muchas de ellas sin tener ni idea de quiénes son, algo, en el fondo, tristemente 'ramoniano'.

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