www.diariocritico.com

Crítica del disco

'The Next Day' de David Bowie: Mirando atrás sin ira

'The Next Day' de David Bowie: Mirando atrás sin ira

martes 05 de marzo de 2013, 11:50h
Lo ha vuelto a hacer, en plena época de Twitter, Facebook y demás redes sociales, David Bowie ha conseguido que todo el mundo hable de él permaneciendo en el más absoluto silencio. Su inesperado disco de vuelta, 'The next day', es el que se queda con los focos. Astuta decisión ya que se trata del mejor disco del artista desde el lejano 'Scary Monsters'.

Dice el cliché que Bowie es el mayor camaleón musical de la historia, siempre al día, dispuesto siempre a reinventarse, de mod a cantante de cabaret, de cantautor hippie a rockero alienígena, de cocainómano soul a berlinés experimental, de cantante para yuppies a adorador de los Pixies. El señor David Jones ha sido siempre capaz de exprimir el mejor jugo a sus colaboradores y amigos (Bolan, Ronson, Iggy, Tony Visconti, Eno, Alomar, Fripp) y luego pasar a su siguiente etapa. "Cambios" que decía la canción, lo que siempre parecía constante era su perenne reinvención y el mirar hacia adelante.

Por eso sorprende que tras diez años de silencio, David Bowie reaparezca con un disco en el que se mira (sin ira) hacia el pasado. Concretamente al suyo. Bowie decide ejercer de Bowie sin escudarse en ningún alias. Aquí no hay Ziggy Stardust, ni delgado Duque Blanco, aunque su sombra se pasea por el disco. Desde esa portada en la que un cuadrado blanco se superpone a la portada del 'Heroes' y que parece la broma de un fan, Bowie se ha decidido reencontrar con su (glorioso) pasado y demostrar la enorme influencia de su música en los últimos 45 años.

De primeras nos lleva de vuelta a Berlín, concretamente al 'Beauty and the beast' del 'Heroes', 'The next day', canción que le da título al álbum, con sus guitarras saturadas podría encajar perfectamente en la trilogía berlinesa. 'Dirty boys' está emparentada con el glam cabaretero de 'Aladdin Sane', lo mejor viene al final con ese sucio solo de saxo.

'The stars (are aout tonight)' ha sido la elegida como segundo single, se trata de una vuelta al Bowie más pop, con un gran riff y un comentario sobre la muy humana obsesión sobre los famosos. Normal viniendo de un hombre que en los últimos diez años ha sido noticia hasta por salir a hacer la compra. 'Love is lost' demuestra que, a pesar de todo, Bowie no ha acertado siempre, los ochenta fueron una época de bajón artístico, donde se entregó por completo al mainstream. Aun así los tonos más oscuros, casi góticos, de esta canción la elevan un poco sobre aquellos olvidables discos.

Berlín y Ziggy

'Where are we now?' fue la canción elegida por Bowie para romper su silencio de diez años. Es la más (¿la única?) autobiográfica de todo el disco, un repaso a los lugares dónde concibió la famosa trilogía berlinesa de 'Low', 'Heroes' y 'Lodger' junto a Brian Eno. No es la más significativa del disco, pero tras repetidas escuchas te acaba cautivando su melancólica mirada. 'Valentine´s day' le reencuentra con su más importante alter ego, Ziggy Stardust. Bowie vuelve al Glam rock y a todos los 'dudes' se nos dibuja una sonrisa en la cara.

La siguiente canción es la más floja del disco, y eso demuestra el gran nivel del mismo, 'If you can see me' recuerda al Bowie que quería ser moderno a toda costa, una orquestación drum´n´bass enmarcada entre las dos mejores piezas del disco. Y es que 'I´d rather be high' vuelve a demostrar el gran compositor de canciones que es Bowie, a medio camino entre el pop sesentero y el glam, es una de esas melodías al alcance de muy pocos.

'Boss of me' nos recuerda al periodo del 'soul plástico' de 'Young Americans' y 'Station to Station', el magnífico saxo barítono de 'Dirty boys' vuelve a reaparecer aquí con los mismos brillantes resultados, ovación cerrada para Steve Elson. 'Dancing out in Space' le lleva a coquetear con los ritmos bailables de la Motown, pasados eso sí por su tamiz alienígena. 

Aunque para alienígena el hecho de ver a Bowie cantar la melodía del 'Apache' de los Shadows en 'How the grass grow' para terminar con un "¿Cómo crece la hierba? Sangre, sangre, sangre". '(You will) Set the world on fire' es lo más roquero de un álbum muy roquero aunque el riff recuerde más a los White Stripes haciendo una versión de los Kinks que a 'Watch that man'.

La cosa mejora según nos acercamos al final con 'You feel so lonely you could die', una preciosidad de balada sobre un suicida que podría ser una referencia a su hermano mayor. Vuelve el Bowie melodramático de 'Five years' (el final de la canción es una referencia directa) o 'Rock´n´roll suicide'. Lágrimas en los ojos. Como última canción aparece 'Heat' con la que Bowie vuelve a demostrar que su admiración por Scott Walker es igual a los 70 ´años que a los 25. Desde el tono de voz elegido hasta la instrumentación todo recuerda al ex Walker Brothers. Es una canción sobre la búsqueda de la propia identidad ("I don´t know who I am"). Puede que Bowie ya no tenga que buscar más, Ziggy, Duque Blanco y demás personajes se acomodan finalmente en uno único, David Bowie.

Lea también:

Las mejores versiones de David Bowie

- David Bowie recibe el aplauso de la crítica por su 'The Next Day'

- El hijo de David Bowie dirigirá la película de 'World of Warcraft'

 

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
4 comentarios