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El poder también contagia a la mujer en ‘La cumbre’, de Fernando Sansegundo

El poder también contagia a la mujer en ‘La cumbre’, de Fernando Sansegundo

lunes 08 de junio de 2015, 18:17h
Fernando Sansegundo, actor, director y dramaturgo, es el responsable de ‘La cumbre’, un montaje que ahora se exhibe en el Teatro del Arte y en el que dos mujeres de empresa de nuestros días, con todas las armas sobre la mesa, tienen un enfrentamiento brutal, sutil y directo -según los momentos- en el que, desde el principio, ya se intuye que no puede haber final feliz: solo la una o la otra podrán subsistir; y no todo es cuestión de incompatibilidad de caracteres sino también de intereses de poder económico, financiero y cierta rencilla personal.

En realidad Sansegundo, que ha escrito y dirigido la obra, ha acercado a nuestros días a dos mujeres de hace más de tres siglos Isabel de Inglaterra y María de Escocia,que nunca llegaron a verse cara a cara, pero que el autor ha querido enfrentarlas revestidas de un poder, el del dinero y las finanzas, que hoy es mucho más definitorio y definitivo que el de la nobleza de sangre, y que marca, no solo sus vidas, sino también en las de miles y miles de personas que forman parte de la legión de trabajadores que integran las multinacionales que estas mujeres dominan. Dice Sansegundo que “Robamos a Schiller, como hicieron otros, la invención de un encuentro que al parecer nunca llegó a producirse”.

Ese cara a cara entre las dos mujeres, intenso, sin concesiones, en el que las ideas se entrecruzan con los sentimientos y la intensidad del texto no deja tregua al espectador ni un solo segundo durante la hora y cuarenta y cinco minutos de función, lo llevan estupendamente dos actrices de los pies a la cabeza: Noelia Benítez y Pepa Gracia. Noelia encarna a María Fernández Estuardo y Pepa a Isabel Sánchez Tudor.

Las dos desgranan con fuerza interpretativa sus papeles respectivos en un esfuerzo titánico que las lleva a transitar por estados de ánimo y sentimientos contrapuestos que van desde la prepotencia al abandono, de la venganza a la resignación, del odio al perdón, de la piedad al regodeo o de la certidumbre a la indecisión. Y, lo mejorde todo, es que saltan de uno a otro con toda naturalidad, sin aparente esfuerzo.

Pero no es así porque, al final, una de ellas acaba tendida en el suelo tras un certero disparo que acabará con su vida y que marca el final de ‘La cumbre’. La intensidad es tal que lo que antes todo parecía fuerza, elegancia, dignidad, tensión, se vuelve abatimiento, desánimo y vacío… Y, de no ser por la ayuda de su adversaria sobre el escenario, estoy seguro que ese personaje abatido por la certera bala no dejaría levantarse inmediatamente a la actriz que lo encarna y se quedaría allí, tumbada, exhausta, vaciada de sí misma, después de toda esalección de interpretación.

El paisaje

Sobre el escenario, y en un espacio escénico diseñado por ‘La Catorce’ -la propia compañía del montaje-, hay una mesa algo alargada y tres sillas de metacrilato. Antes de aparecer en escena los personajes, en la megafonía se va desgranando aviso tras aviso: "Recojan su medicación en el dispensario", "Interno 1614, tenga la bondad de acudir a la sala de espera ", "La terapia en grupo dirigida por el Dr. Poblet, dará comienzo en breves minutos".

Y es que la histórica prisión de María se ha transformado hoy en un centro psiquiátrico. Allí, recluida en sus salas, espera tranquila, sin ansiedad aparente, la visita de la única persona que puede salvarla o condenarla, Isabel, que duda mucho antes de decidirse a entrar a ver a María. Esta, sin embargo, está recluida sin que parezca que le aqueje enfermedad mental alguna.

María habla por teléfono. Ahí comienza todo: “Solo quiero paz. La tranquilidad que merezco, solo eso, Roberto… ¡Cómo no voy a saber que lo entiendes! Si no, no me estarías ayudando tanto… ¡Rober, Rober, no digas eso! Pueden estar grabando la conversación. Graban cada uno de mis actos y de mis palabras… ¡No, no les importa si eres Roberto Lister! Están grabando, lo sé… En cualquier caso, mis palabras serían las mismas. Soy sincera al afirmar que estoy dispuesta a cualquier pacto que no sea deshonroso para mi gente. Mis trabajadores es lo esencial y el resto es secundario... Pero nada tendrá un valor real si no llego a un acuerdo con ella. Por eso no tengo palabras para agradecer tu mediación… No, sé lo que te juegas, cariño, sé que no era fácil y ¡te lo agradezco tanto, tanto…! Todo lo bueno que salga de este encuentro te lo deberé a ti; en lo que fracase, el fallo será únicamente mío… ¡Evita el término paranoica, por favor!...!”.

Pronto descubriremos que son otras y muy distintas las razones que han dado con los huesos de la Estuardo en la clínica mental… Curioso el paralelismo entre ‘La cumbre’, de Sansegundo e ‘Invernadero', de Harold Pinter, una comedia de amenaza -como titulábamos nuestra crítica-, que se representó en el Teatro de la Abadía en marzo de este mismo año. Lo digo por el recurso al psiquiátrico para aislar al enemigo incómodo, al adversario temible, a quien uno considera mucho más fuerte (http://www.diariocritico.com/ocio/teatro/critica-de-teatro/invernadero/474544).

El primoroso vestuario de las dos actrices, a cargo también de ‘La Catorce’, y la iluminación del montaje, de Michael Collis, así como el espacio sonoro que han desarrollado el propio Fernando Sansegundo y Diego Cabezas, son el ámbito preciso para que llegue a buen puerto este delicioso duelo interpretativo entre Pepa Gracia y Noelia Benítez, tan amigas en la vida real, y tan irreconciliables enemigas sobre las tablas. No se lo pierda si quiere disfrutar de un montaje en donde la palabra, la inteligencia y un discurso bien montado y magníficamente interpretado, le haga disfrutar de una noche inolvidable de teatro.

José-Miguel Vila

Columnista y crítico teatral

Periodista desde hace más de 4 décadas, ensayista y crítico de Artes Escénicas, José-Miguel Vila ha trabajado en todas las áreas de la comunicación (prensa, agencias, radio, TV y direcciones de comunicación). Es autor de Con otra mirada (2003), Mujeres del mundo (2005), Prostitución: Vidas quebradas (2008), Dios, ahora (2010), Modas infames (2013), Ucrania frente a Putin (2015), Teatro a ciegas (2017), Cuarenta años de cultura en la España democrática 1977/2017 (2017), Del Rey abajo, cualquiera (2018), En primera fila (2020), Antología de soledades (2022), Putin contra Ucrania y Occidente (2022), Sanchismo, mentiras e ingeniería social (2022), y Territorios escénicos (2023)

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