El Studio Ghibli cumple 30 años: repaso a sus películas, de 'Totoro' a 'Los Viajes de Chihiro'

Fue en junio de 1985 cuando Hayao Miyazaki e Isao Takahata fundaron Studio Ghibli para una forma diferente de entender la animación. Ambos ya tenían cierto reconocimiento por haber sido los artífices de series de prestigio internacional como Heidi, Marco y Ana de las Tejas Verdes.

En 1984, Miyazaki estrenó Nausicaä del Valle del Viento, que fue lo que le dio alas para crear Studio Ghibli en 1985. El 2 de agosto del año siguiente se vería la primera película oficial del estudio: El castillo en el cielo.

Admirados por los genios de Pixar, en 2014 se anunció el cierre temporal del estudio, dejando un halo de incertidumbre sobre su futuro. Pese a ello, por su 30 aniversario, es hora de hacer un recorrido por toda su filmografía, desde la más aplaudidas a la menos.

1. El cuento de la Princesa Kayuga (Isao Takahata, 2013)

De inusual animación, considerada de vanguardia. Uno de los cuentos populares más vetustos del Japón se convirtió en auténtico lienzo antiguo hecho película. Un canto del cisne cercano a lo operístico que cierra una etapa en la historia de la animación.



2. El viaje de Chihiro (Hayao Miyazaki, 2001)

Único film de animación en alzarse con el Oso de Oro en Berlín, ganadora del Oscar a Mejor Film de Animación. Fue el primer largometraje en sobrepasar los 200 millones de dólares de recaudación antes de estrenarse en Estados Unidos.



3. La tumba de las luciérnagas (Isao Takahata, 1988)

Basada en la novela homónima de Akiyuki Nosaka, se trata de una obra desgarradora que muestra la vida de dos huérfanos durante la Segunda Guerra Mundial. Una elegía a esas almas perdidas, una crítica a la fría sociedad japonesa. Premio por los Derechos de los Niños en Chicago.



4. La princesa Mononoke (Hayao Miyazaki, 1997)

Una gesta de la Edad Media, un relato épico pocas veces visto en animación. Una batalla entre la naturaleza y el hombre. Considerada la obra definitiva de Miyazaki. Consiguió desbancar a Titanic en recaudación en Japón.



5. Mi vecino Totoro (Hayao Miyazaki, 1988)

Alegre fábula sobre la esperanza y la inocencia de la infancia. Cargada de positivismo, tiene un perfecto equilibrio entre lo infantil y lo adulto. Tal fue el éxito del enorme Totoro, que se convirtió en la mascota y logo del estudio.



6. Recuerdos del ayer (Isao Takahata, 1991)

"Si la oruga no se convierte en crisálida, jamás podrá ser mariposa". Una cinta que muestra las dudas existenciales de una joven de 27 años. Takahata mostró con esta obra que podría medirse con maestros del costumbrismo japonés como Ozu o Mizoguchi.

7. Nausicaä del Valle del Viento (Hayao Miyazaki, 1984)

Oficiosamente la primera cinta del estudio, ya que fue la que provocó su creación. Una obra de ciencia ficción post-apocalíptica sobre el daño que ha provocado el ser humano en la Tierra y cómo ésta se rebela ante tal tiranía.

8. Susurros del corazón (Yoshifumi Kondo,1995)

La única obra dirigida por el desaparecido Yoshifumi Kondo es un agradable relato sobre las etapas de la vida pero con el punto de vista de lo cotidiano, donde la magia no reside en brujas o espíritus sino en la imaginación y las ambiciones del futuro.

9. Porco Rosso (Hayao Miyazaki, 1992)

Una frase del protagonista resume el carácter de la película: "Prefiero ser un cerdo a un fascista". Porco Rosso es una de las películas más personales de Miyazaki. El período de entreguerras sirve para poner en evidencia el cinismo de los ideales.

10. La colina de las amapolas (Goro Miyazaki, 2011)

Un elegante melodrama de época. Con encanto y pedigrí, el segundo filme de Goro Miyazaki es mucho más profundo que su primera película. Con un triángulo amoroso como barniz, lo que detrás se muestra es cómo las fatales consecuencias de las guerras pueden alcanzar varias generaciones y sobre el equilibrio entre el pasado y el futuro.

11. Nicky, la aprendiz de bruja (Hayao Miyazaki, 1989)

Una cándida y amable historia sobre las etapas de la vida, en este de la niñez a la adolescencia, mostradas metafóricamente en Nicky, la vivaracha aprendiz de bruja que debe independizarse y aprender lo que es valerse por sí misma.

12. El castillo ambulante (Hayao Miyazaki, 2004)

Basada en la novela homónima de Diana Wynne Jones, se trata de uno de los largometrajes más barrocos de Miyazaki. El realizador vuelve a territorio europeo para mostrar su principal mensaje: Las guerras no tienen sentido, sean del bando en que sean.

13. Puedo escuchar el mar (Tomomi Mochizuki, 1993)

El único telefilme del estudio y también la primera producción en la que ni Miyazaki ni Takahata estuvieron implicados. Una deliciosa y elegante historia de amores no correspondidos, de nostalgia adolescente. Una balada de lo imposible que demostró que, en lo cotidiano, se pueden encontrar hermosos relatos.

14. El castillo en el cielo (Hayao Miyazaki, 1986)

El primer largometraje oficial de Studio Ghibli es una emocionante aventura de dos niños en busca de la isla perdida de Lapuntu. Un relato clásico e innovador al mismo tiempo y que sirvió para abrir camino a filmes con mayores claroscuros.

15. Pompoko (Isao Takahata, 1994)

Llena de simbolismo, folclore y color, 'Pompoko' es la crónica de una batalla perdida: La de los mapaches -tanuki- que luchan por no perder su hábitat que el ser humano se encarga de destruir debido a la masiva construcción inmobiliaria.

16. Omoide no marnie (Hiromasa Yonebayashi, 2014)

La última cinta del Ghibli hasta el momento y el segundo largometraje de Yonebayashi es un poema casi otoñal que refleja los cambios de la infancia y el rumbo de la vida. Una pieza atemporal similar a un solo de piano, brillante y sostenida.

17. El viento se levanta (Hayao Miyazaki, 2013)

La despedida de Miyazaki es uno de sus obras más personales y también una de las más polémicas. Por primera vez, dejaba que la magia y la fantasía sólo anduvieran en la mente de Jiro Horikoshi, el creador del avión de combate Mitsubishi A6M Zero, usado durante Guerra del Pacífico de la Segunda Guerra Mundial.