Una profesora de la academia Play, en la que Asunta dijo un día que llevaba "dos días durmiendo" y que le habían suministrado "unos polvos blancos", ha señalado que, ante sus preguntas, la niña le dijo que "se los había recetado una médica amiga de su madre".
Esta testigo, la séptima mujer que declara ya este miércoles en el juicio que trata de esclarecer la muerte de la menor, ha relatado cómo y cuándo decidió acudir a la comisaría para dar a conocer estos hechos.
Al respecto, ha respondido al fiscal que justo antes de que Asunta comentase este extremo, un día que estaba como "dormida", la niña había faltado a una clase un lunes, y tuvo que cambiarla para otra jornada.
Por otra parte, Asunta dijo a su cuidadora, la empleada doméstica de su madre Rosario Porto, que tenía "mal sabor de boca" después de haber estado "malita" varios días antes de su muerte el 21 de septiembre de 2013, según ha desvelado este miércoles la mujer.
A continuación una vecina del mismo inmueble de la madre ha relatado que, en el momento en que se tuvo conocimiento de que había aparecido el cadáver de la niña, el padre se lo contó en la puerta de casa "muy serio" y ella rompió a llorar, tras lo que este se abrazó a ella e hizo lo mismo. "Solo espero que no la hayan violado", ha rememorado esta testigo que le confesó en ese momento.
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