El último rinoceronte blanco del norte de sexo masculino acaba de morir en Kenia con 45 años. Se llamaba 'Sudán' y lo anunciaron sus guardianes, lo cual deja ahora sólo a 2 hembras como únicas supervivientes de esta subespecie, víctima habitual de la caza furtiva.
Sudán tuvo que ser sacrificado tras agravarse una grave infección que sufría desde hace semanas por una herida en la pierna en la reserva natural de Ol Pejeta, donde vivía desde 2009. "Era incapaz de ponerse de pie y lo estaba pasando muy mal", aseguró la reserva en un comunicado oficial.
Sudán había vivido en Europa, en un zoológico de la República Checa tras sobrevivir a las cacerías de África, pero en los últimos años había regresado a su tierra original, concretamente a este pequeño paraíso de la reserva natural.
La reserva extrajo material genético del animal y ahora intentarán "técnicas genéticas avanzadas" para perpetuar la especia.
Sin embargo, en Singapur aseguraron que nació en un zoológico en septiembre de 2017 un ejemplar macho de este rinoceronte blanco, que refuerza las esperanzas por salvar a esta especie amenazada con la extinción.
El rinoceronte blanco (Ceratotherium simum) es una especie de mamífero perisodáctilo de la familia Rhinocerotidae. Es la mayor de las especies de rinocerontes que existen en la actualidad, el cuarto animal terrestre más grande y el cuarto mamífero terrestre más pesado después de las 3 especies de elefantes. Pueden llegar a los 4 de longitud, 1,85 m de altura y hasta las 4 toneladas en ejemplares más grandes. Fue una de las dos especies de rinocerontes que vivieron en la sabana africana (la otra es el rinoceronte negro); ambas tienen dos cuernos y están extintos por culpa de la caza furtiva.
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