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Álvaro Bermejo: 'Nadie sabe que el primer emblema de Madrid fue un dragón'

Álvaro Bermejo: "Nadie sabe que el primer emblema de Madrid fue un dragón"

jueves 20 de enero de 2022, 14:04h

Si hay un ser mítico que nos ha acompañado en la literatura fantástica, ese es el dragón. Todas las culturas han convivido con esta criatura mitológica que ha sido protagonista de sueños, pesadillas y presagios. Desde la lejana Babilonia hasta la actualidad. Pero, ¿cuáles son los dragones más importantes y cómo se utiliza su figura?. Para analizar esa criatura, que ha acompañado mitos y leyendas, resulta imprescindible la lectura de 'Aquí hay dragones', de Álvaro Bermejo.

Escritor y periodista, licenciado en Historia y Antropología por la Universidad Autónoma de Barcelona, es autor de otras publicaciones: 'La piedra imán', premio Ateneo de Sevilla en 2001; 'El evangelio del Tíbet', que volvió a ganar el premio en la modalidad de Novela Histórica en 2008; y 'El Laberinto de la Atlántida' -premio Internacional Luis Berenguer en 2009-. Como narrador ha sido galardonado en numerosos certámenes, entre los que cabe destacar tres Pío Baroja, dos Ateneos de Sevilla, un Salamanca y el último, un Alfons el Magnánim concedido por unanimidad del jurado.

Bermejo entiende la vida como un viaje donde cada mirada revierte en literatura. Y como en anteriores libros, aborda temas y cuestiones que llevan a cuestionarse preceptos y claves de la vida. Así ocurre con la figura del dragón, que aborda en esta última publicación. En los últimos tiempos, este mito ha experimentado un auge en la cultura popular. Y el autor lo ha confirmado recorriendo cada punto geográfico del territorio español: "He tardado cinco años viajando y recorriendo territorios. Se trata de una lectura fácil y cercana al lector joven. Muchos jóvenes desconocen que se trata de un mundo que forma parte de su ADN".

Galicia, Andalucía, País Vasco, Cataluña, Valencia, Portugal y a lo largo de las dos Castillas, la Vieja Iberia ha sido siempre un territorio particularmente fértil en dragones. Con el recorrido de Bermejo, se ofrece al lector el conocimiento de estos personajes que han poblado la Península Ibérica habitando territorios diversos.

"Encontramos más dragones de los esperados. Recopilando datos, descubrí el tema de las corrientes del magnetismo terrestre, puntos de energía concretos", relata el autor. "La primera referencia se encuentra en el Enuma Elish. En el principio fue el dragón Tiamat, Madre de la Vida. Cinco mil años después, sigue en nuestro imaginario", añade. La fauna de dragones es "sorprendente". Algunos son "más orientales, femeninos, protectores y benéficos y otros masculinos y agresivos". Como la Tarasca, una criatura mitológica monstuosa que engañaba a los hombres que cedían a sus encantos devorándolos o mutilándolos horriblemente. Pero existe otra vertiente de la leyenda, en la que la protagonista es Santa Marta y dragonófila. Esta mujer vence al dragón y no lo mata. "Dicen que pacta con él. Algo que nos queda de la cultural matriarcal".

Otro de los dragones más antiguos es Nidhug. Se alimentaba de las raíces del árbol del mundo, Yggdrasil, y dio forma al resto de dragones que aparecen en la mitología germana y vikinga. Así, aparece Fafnir, el dragón al que se enfrentan Sigfrido y Beowulf, y la Wybern celta. "También encontramos a los dragones de Tartessos, Sugaar y Herensunge", explica Bermejo.

Documentar el conjunto de estas figuras ha resultado "apasionante". No fue sencillo encontrar datos pero a través de las conversaciones con las personas más mayores de los pueblos y localidades, las historias fueron tomando forma: "Como la roca donde había tallado un dragón. Ese tipo de detalles solo los conocen los centenarios. Con ellos pude hablar".

Dragones en Madrid

Seguro que resulta desconocida la presencia de dragones en el escudo de Madrid entre 1850 y 1967: "Nadie sabe que el primer emblema de Madrid fue un dragón". Este animal mitológico compartió espacio con la osa y el madroño. La historia se remonta a un relato del cronista de Madrid Juan López de Hoyos, que en 1569 afirmó que, al derribar la muralla de Puerta Cerrada, se encontró una piedra con un dragón grabado sobre una dovela de la puerta.

La narración fue cobrando fama y, en 1850, las Cortes decidieron incorporar el dragón al escudo de la capital. Incluso llegó a acompañar a la diosa Cibeles y de su boca salía agua para que los madrileños pudieran llenar sus cántaros. Sin embargo, en 1967, tras un informe de la Real Academia de la Historia, se consensuó que la presencia del dragón no estaba justificada históricamente y se retiró. Aun así, todavía se pueden ver repartidos por la ciudad algunos escudos con la osa y el dragón de acompañante.

El dragón de los Siete Picos es otra leyenda que ha acompañado a la región madrileña a lo largo de los años. Quizás la historia sea más conocida por expertos senderistas que transitan la zona pero en general, casi nadie tiene constancia de la presencia de estos seres mitológicos en la Sierra.

Hace muchos años, un dragón andaba desesperado buscando la fuente de la eterna juventud. Cuenta la leyenda que se encontraba cerca de un yacimiento puro de cuarzo. El ser alado recorrió el mundo rascando materiales y montañas para encontrarlo. Cuando ya pensaba darse por vencido, un pescador que se encontró en China le dijo que ese mineral existía en el otro extremo del planeta en una cueva. El dragón llegó a Guadarrama y encontró la cueva y la fuente. Bebió de ella y se quedó inmortalizado en piedra.

Leyendas que guarda Madrid y que merece la pena descubrirlas para conocer la tradición que esconden muchos rincones. Con la lectura de 'Aqui hay dragones' es posible alimentar el conocimiento y el alma con historias que han formado parte de nuestro inconsciente colectivo: "Como la celebración del Día del Libro en Barcelona. San Jordi atraviesa el corazón del dragón de Montblanc y brotan rosas rojas. Son las que acompañan a los libros, simbolizan la sangre de dragón".

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