Elegir un hosting puede parecer una decisión menor, algo que se resuelve con un par de clics y ya está. Pero lo cierto es que, si quieres que tu web funcione como es debido, cargue rápido, no se caiga y esté protegida, necesitas más que un precio atractivo. Eso no significa que tengas que vaciar la cartera, porque existen opciones de hosting barato que ofrecen todo lo necesario para cumplir con calidad. La clave está en saber qué mirar, comparar y, sobre todo, entender qué se está contratando. Porque sí, lo barato puede salir bueno... si se elige con cabeza.
Hosting barato, pero con garantías
Cuando uno busca un plan de hosting económico, muchas veces lo primero que ve es el precio mensual. Y claro, si cuesta menos de lo que vale un café, resulta tentador. Pero hay que ir más allá. Lo primero que conviene comprobar es si el proveedor ofrece una garantía de devolución de al menos 30 días. Esto no solo te da tranquilidad para probar el servicio, también es una muestra de que el proveedor confía en lo que ofrece. Luego está el certificado SSL, que hoy en día no es un extra, es una necesidad. Si el proveedor no lo incluye gratis en todos sus planes, mejor descártalo. Además, si estás en España o tus visitas provienen principalmente de aquí, es muy importante que los servidores estén alojados en territorio nacional. Eso mejora la velocidad de carga y el posicionamiento SEO. Y por último, que no falte un soporte técnico disponible las 24 horas todos los días. Porque las cosas no avisan, y si tu web se cae un domingo a medianoche, necesitas que alguien te atienda sin poner excusas.
La migración también importa (y mucho)
Puede que ya tengas una web en otro proveedor y estés pensando en cambiarte porque no te convence el servicio o porque estás pagando demasiado. En ese caso, lo suyo sería que el nuevo hosting te ofreciera migración gratuita. Sí, sin coste extra. Aunque parezca un detalle menor, es una ayuda enorme. Migrar una web puede ser delicado, especialmente si tienes una tienda online o muchos archivos. Que lo haga un equipo técnico con experiencia garantiza que todo se mueva sin errores y sin que tú tengas que romperte la cabeza con bases de datos, DNS ni configuraciones raras. Este tipo de soporte personalizado es lo que marca la diferencia entre una empresa que solo alquila espacio y otra que realmente te acompaña en el crecimiento de tu proyecto.
Discos NVMe, velocidad y eficacia
Uno de los factores que más influyen en el rendimiento de una web es el tipo de disco que utiliza el servidor. Los tradicionales discos duros mecánicos (HDD) ya quedaron atrás. Incluso los SSD, que durante años fueron lo más rápido, han sido superados por los NVMe. ¿Qué tienen de especial? Que permiten acceder a los datos mucho más rápido, lo que se traduce en una web que carga en segundos, sin retrasos ni cuelgues. Esto no solo mejora la experiencia de los usuarios, también ayuda a posicionar mejor en Google. Así que, si el hosting barato que estás considerando no ofrece discos NVMe, es probable que estés renunciando a una mejora técnica importante. Y lo mejor es que cada vez más proveedores los incluyen incluso en sus planes más asequibles.
Poder elegir la versión de PHP es más importante de lo que parece
Otro detalle que suele pasar desapercibido es la versión de PHP que usa el servidor. PHP es el lenguaje en el que están programadas la mayoría de las webs que usamos a diario, especialmente las que funcionan con WordPress, Joomla o Prestashop. Tener la posibilidad de elegir qué versión usar te permite mantener la compatibilidad con tu CMS, tus plugins y tus temas, además de mejorar el rendimiento y la seguridad. Algunos hostings económicos no ofrecen esta opción, y eso puede acabar obligándote a hacer cambios forzados en tu web. Asegúrate de que el proveedor te da control total sobre este aspecto desde el panel de administración. Es una de esas pequeñas cosas que te ahorran muchos quebraderos de cabeza.
Copias de seguridad y seguridad web, dos cosas que nunca deben faltar
Cuando hablamos de hosting, la palabra “seguridad” abarca muchas más cosas de las que pensamos. No se trata solo de que nadie acceda sin permiso a tu web. Hablamos de protección activa frente a malware, sistemas que detectan código malicioso antes de que haga daño, filtros avanzados contra spam y, sobre todo, copias de seguridad automáticas. Porque sí, todos cometemos errores, y poder restaurar una versión anterior de tu web con un solo clic puede salvarte de perder horas (o días) de trabajo. Aunque estés contratando un plan básico, el hosting debe incluir copias diarias o semanales sin cobrarte aparte. Y si además ofrecen restauración rápida desde el panel de control, mucho mejor. Un buen hosting barato se nota justo en estos detalles, que son los que realmente cuentan cuando hay problemas.