Diferencias que debes saber entre el seguro de vida y el seguro de decesos

La sociedad actual está más preparada e informada que nunca y muchos abogan por tener todo atado para minimizar el impacto ante los imprevistos. Por ello, los seguros han cobrado un papel fundamental en el día a día.

Más allá de los seguros obligatorios como el seguro del coche, el seguro de hogar o el actual seguro de mascotas; hay otros opcionales que cada vez contrata más gente.

Existen 2 muy demandados y que a la vez se confunden mucho: el seguro de vida y el seguro de decesos. Pueden parecer similares, pero la verdad es que son totalmente diferentes.

Principales diferencias

El seguro de vida se trata de un producto que ofrece una compensación económica a los familiares o personas que el fallecido haya estipulado.

El tomador del seguro, quien lo contrata, es quien decide la prima y las coberturas para que, cuando muera, la aseguradora compense con una cantidad a quien designe. Generalmente suele ser un producto para asegurar la estabilidad de la familia en caso de un fatal desenlace.

El seguro de decesos por su parte sólo cubre los gastos fúnebres tras el deceso del tomador: coste del entierro, precio del ataúd...etc.

Por supuesto, en ambos casos, las cuantías económicas varían en función de lo contratado por el tomador del seguro.

¿Conviene disponer de estos seguros?

Se trata de 2 seguros diferentes y completamente opcionales, no son obligatorios.

Cada vez más personas se decantan por contratar un seguro de vida cuando tienen hijos, pues es una forma de, ante una desgracia, se queden medianamente cubiertos.

En cuanto al seguro de decesos, no implica una prima económica para nadie, pero cabe destacar que un entierro en España no baja de los 3.000 euros. Siendo este un importe básico, generalmente se incrementa con determinados servicios.

Una cantidad de dinero que puede desestabilizar los bolsillos de muchos, sumado al desgaste psicológico que supone la pérdida de un ser querido. Si el fallecido dispone de un seguro, la compañía afronta la mayoría de cargos y además se suele encargar también de todo el papeleo.

¿Hay límites de edad para este tipo de seguros?

A medida que se envejece el riesgo de muerte aumenta, por lo que las condiciones tanto para el seguro de vida como para el seguro de decesos se endurecen.

Por lo general, el límite de edad de la mayoría de aseguradoras para contratar un seguro de decesos es de 65 años. Aunque existen aseguradoras que permiten su contratación hasta los 80 e incluso más, pero las pólizas son más caras y se suele emplear el pago de prima única.

Con los seguros de vida pasa algo parecido. La edad máxima que fijan las aseguradoras suelen ser los 65-70 años.

Además tienen caducidad, es decir, cuando el tomador llega a determinada edad, el seguro deja de estar vigente, pues el objetivo de este producto es garantizar la estabilidad familiar en caso de imprevistos. La muerte es algo que llega a todo el mundo, un proceso natural.

Normalmente los seguros de vida caducan cuando el tomador cumple 70 o 75 años. Cada compañía establece sus propios criterios, por lo que es importante conocer este apartado al contratarlo.

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