'Castroponce': teoría y praxis para una vanguardia en el siglo XXI: ¿qué fue primero, el teatro o la política?

No es este un comienzo al uso de una crítica convencional. Lo digo porque, antes de seguir, invito al lector a que dé un salto hasta la ficha técnica y se sorprenda, ya de inicio, con la capacidad autogestionaria de Pablo Rosal (Barcelona, 1983), el dramaturgo, autor, actor y todo lo demás de este ‘Castroponce. Teoría y praxis del teatro político en el siglo XXI’.

Eso da ya una primera idea —humorística y muy seria a la vez— de la capacidad creadora del artista que firma la total puesta en pie de esta propuesta, y quizás y al mismo tiempo, de la urgencia de sus hacedores para llevarlas adelante dada la precariedad en la que, en general, se mueve el teatro en nuestro tiempo.

El caso es que este ‘Castroponce’ ya fue muy bien acogido en su estreno, a principios de 2022, y ha repetido éxito en su vuelta al Teatro del Barrio hasta el día de ayer, 4 de noviembre, fecha en la que dio término este segundo periplo en el escenario que lo vio nacer.

Casi una broma inicial, la de recrear un simposio sobre política y teatro que se celebró en 2015 en el pequeño municipio vallisoletano de Castroponce. Allí, de forma asamblearia y entre algunas fuerzas vivas del pueblo y de la comarca, se expusieron ideas en torno a la creación teatral y su implicación política.

El propio Pablo Rosal, con apenas cuatro sillas de tijera puestas delante de un par de mesas, y un micrófono de pie situado en el frontal derecho del escenario, da vida con gracia y facilidad a varios y marcados personajes participantes en el simposio.

Comenzando por Lourdes Chaparro Bracamonte, alcaldesa de Becerril de Campos (aunque natural de Castroponce), durante 15 años (desde que tenía 45 hasta que cumplió los 60), fecha en la que se atrevió a proponer a las diversas facciones políticas que componían el ayuntamiento un revolucionario sistema de elección por sorteo de la máxima autoridad municipal, hecho que le costó abandonar la vara de mando, después de salir por piernas del salón de plenos, y hasta protegida por la policía…

Esa broma inicial sencilla y juguetona, esconde toda una teoría revolucionaria sobre la política y el teatro, del análisis de sus puntos comunes y de sus diferencias. El mismo autor enmarca en una nota aclaratoria del montaje su íntima relación: “la potencialidad, el pensar y sentir todo lo posible, el imaginar un orden y un funcionamiento dada cualquier circunstancia.

Son espacios en permanente cuestionamiento y creación. Toda desviación de lo potencial, es decir, afirmar algo unilateralmente y llevarlo a cabo, deviene, tanto en Teatro como en Política, una perversión de la esencia”.

Pero nada más lejos de una especie de encerrona de conferencia sesuda y delirante sobre el tema. Rosal se transforma en cada uno de los personajes asistentes al simposio y, con un humor muy fino, ayuda al público a transitar por estas ideas neorrevolucionarias tanto en lo artístico como en lo político y el montaje, desde luego, invita a reflexionar y a debatir en profundidad el momento social, político y artístico que atravesamos en estos principios del siglo XXI.

El de Rosal es, desde luego, un teatro inteligente y personalísimo, como ya ha demostrado en Los que hablan o en Asesinato de un fotógrafo. Muy interesante.

‘Castroponce. Teoría y praxis para una vanguardia en el siglo XXI’

Texto, dirección, interpretación, ayudante de dirección, escenografía, diseño de iluminación, vestuario, productor, espacio sonoro, coreografía, maquillaje, asistente personal, audiovisuales, asesoría en esgrima y dicción: Pablo Rosal

Fotografías y diseño de la imaginería: Laura Ortega

Agradecimientos a Federica Voi

Y todo gracias a la fastuosa complicidad del Teatro del Barrio

Teatro del Barrio, Madrid

Hasta el 4 de noviembre de 2023