Crítica de la obra de teatro 'Los santos inocentes': ¡si naciste pa martillo..., ya sabes!

Miguel Delibes (1920-2010), es uno de los mayores novelistas, ensayistas y periodistas españoles del siglo XX. Y también uno de los más adaptados al cine y al teatro, razón por la que muchas de sus obras (La sombra del ciprés es alargada, Las ratas, Cinco horas con Mario, Las guerras de nuestros antepasados, Coto de caza, El hereje…), están íntimamente ligadas al alma y a la memoria afectiva de lectores , cinéfilos y teatreros de todas las generaciones.

Con todo, quizás sea Los santos inocentes (1981), la que más ha impactado, primero al lector, y después al espectador de cine, ya que fue llevada a la gran pantalla en 1984 por Mario Camus. Y demasiado tiempo ha permanecido sin llevarse a los escenarios, hasta que el año pasado Fernando Marías y Javier Hernández-Simón la adaptaron para la escena. Ha estado rodando por muchas ciudades de España en los últimos meses y ahora llega a la Sala Fernando Arrabal de Naves del Español de Matadero Madrid en donde permanecerá hasta el próximo 11 de junio.

Dirigida por Javier Hernández-Simón, y con un gran elenco, estoy seguro de que el montaje gustará tanto a lectores como a espectadores de cine, incluso aunque hayan leído o visto varias veces ‘Los santos inocentes’. La propuesta es de una sencillez que desarma al espectador, de una fuerza dramática incontenible de principio a fin del montaje y de un respeto reverencial por el autor vallisoletano, que bien pudiera ponerse como ejemplo a autores y a espectadores de cómo adaptar una obra que no fue concebida para el escenario sin hacerle perder un ápice de su alma, de su palabra, de su capacidad expresiva y de denuncia social y moral de toda una época, el posfranquismo, aunque tampoco le faltan puntos de conexión con la sociedad de nuestros días, especialmente en los ámbitos rurales.

Protagonizada por Javier Gutiérrez (Paco el Bajo, leal, sumiso, arrastrado hasta la despersonalización); Pepa Pedroche (Régula, mujer de Paco, con un corazón de oro, fuerte, se atreve con todo, un punto rebelde y mucho más inteligente que su marido); Luis Bermejo (Azarías, hermano de Régula, asilvestrado, pero con un corazón como una campana, amante de los pájaros y más aún de su “milana bonita”, inocente y desinhibido): Fernando Huesca (D. Pedro, asalariado del señorito Iván, y D. Manuel, médico diligente y responsable); Yune Nogueiras (Nieves, hija de Régula y Paco, quinceañera que entra a servir en casa de D. Pedro y a quién Iván mira con ojos pecaminosos); Marta Gómez (dulce y sencilla Marquesita y Niña chica, desgraciada hija de Paco y Régula); José Fernández (Quirce, hermano de Nieves y ansioso por dejar el mundo de la caza, y René, embajador francés y amigo del Señorito ); Raquel Varela (Doña Pura, sensual, esposa de D. Pedro y amante de Iván, derrocha capacidad de seducción por todos los poros de su piel) y Jacobo Dicenta (Señorito Iván, déspota, dictador, cínico, malvado, desprendido y cabrón en todo el sentido del término). Espléndidos todos ellos en sus respectivos papeles.

En plena sintonía también el estupendo equipo artístico, desde la iluminación de Juan Gómez-Cornejo e Ion Aníbal el espacio escénico de Ricardo Sánchez Cuerda, el vestuario de Elda Noriega y la música original y el espacio sonoro de Álvaro Renedo.

La colección de personajes en ‘Los santos inocentes’, en aquella España atrasada, analfabeta y sumisa es sencillamente excepcional. Todos sus perfiles muestran tipos encajados en una sociedad clasista, inmovilizada, impermeable al paso de los años y en donde nada cambia. Quizás únicamente la fuerza descomunal de Azarías, inocente y primario, es capaz de actuar finalmente con justicia frente al abuso extremo, la deshumanización y el capricho constante del Señorito Iván. Son los dos umbrales de bondad/maldad entre los que se mueven todos los personajes sin aparente capacidad alguna de cambio de su propio destino. Pero no siempre es verdad eso de que “si naciste pa martillo, del cielo te caen los clavos”.

Cerca de dos horas de verdadero disfrute. Un montaje que nadie debiera dejar de ver, desde los niños de secundaria hasta los abuelos que, probablemente, rememorarán episodios nada lejanos de su propia vida.

‘Los santos inocentes’

De Miguel Delibes

Adaptación: Fernando Marías y Javier Hernández-Simón

Dirección: Javier Hernández-Simón

Con Javier Gutiérrez, Pepa Pedroche, Fernando Huesca, Yune Nogueiras, Marta Gómez, Luis Bermejo, José Fernández, Raquel Varela y Jacobo Dicenta

Diseño de iluminación: Juan Gómez-Cornejo (AAI) e Ion Aníbal (AAI)

Diseño de espacio escénico: Ricardo Sánchez Cuerda

Diseño de vestuario: Elda Noriega (AAPEE)

Composición música original y espacio sonoro: Álvaro Renedo

¡Una producción de GG Producción escénica y Teatro del Nómada en coproducción con Carallada!!, AJ Claqué, María Díaz Comunicación, Mardo, Juan Carlos Castro, Saga Producciones y Diodati se mueve

Naves del Español en Matadero, Madrid

Hasta el 11 de junio de 2023