Mucho es lo que se ha hablado sobre la forma de estudiar de los jóvenes y, sobre todo, de la importancia de hacerlo bien desde edades tempranas y es que tomar hábitos buenos desde que se es pequeño puede ayudar mucho en el futuro. Así, no sólo se aconsejan trucos a la hora del aprendizaje sino también se habla a menudo de las condiciones físicas del espacio en el que se encuentra la persona. Algunos métodos de estudio con ayuda de luz natural han sido probados con éxito en centros de enseñanza, incidiendo sobre cómo mejora el proceso de aprendizaje y comprensión de los estudiantes.
Pero esta luz natural también puede ser generada artificialmente. Si algo está tomando fuerza en los últimos tiempos es el fosfenismo. Se parte de la luz fosfénica para transformarla en energía mental y, aunque suene extraño, ya se han hecho diversos experimentos en colegios y los resultados han sido extraordinarios.
Se trata de programar y estimular ciertas reacciones dependiendo del tipo de luz. Así, se puede programar una luz para generar calma u otra para para fomentar energía y agilidad. Está demostrado que, si bien no todas las personas reaccionan de la misma manera, la luz y las condiciones físicas del ambiente en el que nos encontramos repercuten directamente con nuestra predisposición y comportamiento.
En los estudios llevados a cabo en Alemania, se reveló que la velocidad de lectura aumentó un 35% y los errores se redujeron un 45%. Los expertos ponen de manifiesto cuánto es importante la luz para desarrollar las habilidades cognitivas y cómo se puede poner el acento sobre ella para descubrir un universo lleno de posibilidades y herramientas pedagógicas encaminadas a mejorar el estudio y el aprendizaje a edades tempranas.
Así pues, se da un paso más, y se observa desde la física. Cómo el cuerpo está programado para reducir el sueño cuando hay luz activándose la serotonina, la responsable de la actividad cerebral.
Este método de estudio aún tiene mucho recorrido que hacer hasta que sea conocido por todos, escolares, profesores o padres y madres. Otros, como el Montessori cada vez están más extendidos y asimilados. Se trata de dar independencia a la persona, permitiéndola que descubra por sí misma el entorno que le rodea con el fin de que pueda autodesarrollar sus capacidades de forma natural. Esta técnica no sólo se lleva a cabo en los centros de enseñanza especializados, es importante que se aplique también en el seno de la familia.
Condiciones físicas ambientales que ayuden a estimular el aprendizaje de forma natural, métodos de autodesarrollo, juegos de asociaciones o técnicas memotécnicas son algunas pistas para poder aprender y estudiar con buenos resultados durante los años de colegio, instituto u oposiciones.
En el día a día, y, sobre todo, en la vida adulta, cada vez está más presente la necesidad y la urgencia de ser personas conscientes, es lo que se conoce como mindfulness, una corriente o filosofía de vida, a menudo muy ligada con la meditación, que ayuda a mejorar el autocontrol y fomentar un bienestar y una calidad de vida plena .
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