www.diariocritico.com
Imagen de 'Divinas palabras'
Ampliar
Imagen de 'Divinas palabras' (Foto: Curro Casillas)

Crítica de la obra de teatro 'Divinas palabras': La ignorancia y la miseria moral que no cesan

lunes 05 de mayo de 2025, 14:04h

De nuevo renace el genio de Don Ramón María del Valle-Inclán (1866-1936). Lo ha hecho durante estos últimos cuatro días del puente madrileño del 2 de mayo en los Teatros del Canal y de la mano de Ricardo Iniesta, el alma mater de la Compañía Atalaya, uno de los emblemas que Sevilla viene paseando por teatros de medio mundo desde hace más de cuatro décadas, ahora con una nueva versión de ‘Divinas palabras’ (1920).

El modernismo literario valleinclanesco de ‘Divinas palabras’, que retrata en forma de dolorosísima sátira la desgracia, la ignorancia, la pobreza económica, la corrupción, las pasiones carnales y la miseria moral de toda una época, se transforma y actualiza en la versión de Ricardo Iniesta (también director y diseñador de la escenografía), en una propuesta simbólica que extiende todos aquellos males de principios del siglo XX a nuestros días.

La segunda propuesta de Atalaya -la primera fue en 1998-, de estas ‘Divinas palabras’ impone un toque de originalidad y de evolución, y se diferencia notablemente de las últimas que hemos podido disfrutar en la cartelera madrileña de esta misma tragicomedia valleinclanesca: la del grupo gallego Chévere en 2017, y la de José Carlos Plaza en la temporada 19/20.

Magnífico todo el elenco, encabezado por Silvia Garzón (Mari Gaila, una mujer de bandera cuya sola presencia ya impone), Raúl Vera (marido de Mari Gaila, Pedro Gailo, un sacristán), Enmanuel García (Lucero, un chulo de catálogo, aquí hasta con acento madrileño, y Alcalde pedáneo), Laura Krivakova (Simoniña, hija de los Gailos), María Sanz (Marica del Reino y Juana Reina), Pedro Callealta (Miguelín y Trasgo), Ana Baraza (Tatula y Poca Pena), Raúl Lledó (Baldadiño, el hijo hidrocéfalo, el idiota).

El símbolo omnipresente en el que escenográficamente se apoya Iniesta para contar estas ‘Divinas palabras’, es el de la caperuza que se ponen los nazarenos en nuestra Semana Santa, aquí multiplicado por varios enteros y transformados en una decena de enormes conos -de más de 3 metros de altura- con algunas réplicas de menor tamaño que, en ocasiones, están iluminados desde el interior y que acaban por generar un mundo mágico en donde la religión está siempre ahí, delante, detrás, expresa o implícita en las acciones y las creencias de los personajes, ya sea para utilizarla con fines espúreos o para denostarla frontalmente.

Sería profundamente injusto no señalar también a todo el equipo artístico de estas ‘Divinas palabras’, comenzando por Luis Navarro en la composición y dirección musical (acordeones y sonidos galaicos y telúricos); Juana Casado y Lucía You en el excitante movimiento que imprimen a todos los personajes; Alejandro Conesa, cuya iluminación es determinante para dotar de significados concretos los espacios en un escenario totalmente vacío; Carmen de Giles, en su siempre inspirado vestuario, aquí repleto de curiosos andrajos; Manolo Cortés en el maquillaje, peluquería y estilismo; Ana Arteaga & Viñas en la realización de escenografía; Quique Ruiz en el atrezo, y Emilio Morales en el espacio sonoro.

No debo tampoco dejar de subrayar el único “pero” que hay que poner a la obra, al menos en la función del domingo 4, que es a la que pude acudir: la dificultad en la comprensión del texto porque no llegaba nítido al patio de butacas (estaba en la fila 7, es decir, relativamente cerca del escenario), cuestión que no sé si atribuir a la falta de vocalización, a algún problema de sonido o lo mismo es que estoy incubando ya una incipiente sordera con un ya cercano cambio de década . Pero no me pasó sólo a mí sino a varios espectadores con los que pude comentar después la propuesta….

La ignorancia -repito-, la superchería, la avaricia, la lujuria y la muerte atraviesan estas ‘Divinas palabras’ que, en fin, y durante hora y media de montaje, componen una propuesta grotesca que no deja respirar al espectador transitando con extrema agilidad de escena en escena, como siempre dotadas de una belleza plástica incuestionable.

‘Divinas palabras’

Dirección, adaptación y espacio escénico: Ricardo Iniesta
Elenco: Silvia Garzón, Raúl Vera, Ana Baraza, María Sanz, Enmanuel García, Laura Krivakova, Pedro Callealta y Raúl Lledó
Composición y dirección musical: Luis Navarro
Vestuario: Carmen de Giles
Maquillaje, peluquería y estilismo: Manolo Cortés
Realización escenografía: Ana Arteaga & Viñas
Atrezo: Quique Ruiz
Coreografía: Juana Casado y Lucía You
Diseño de luces: Alejandro Conesa
Espacio sonoro: Emilio Morales
Ayudante de dirección: Juana Casado
Coros y voz: Lidia Mauduit y Marga Reyes
Auxiliar de dirección: Mela Servent
Vídeos: Felix Vázquez
Fotos: Curro Casillas
Gerencia: Rocío de los Reyes
Distribución: Victoria Villalta
Producción: Macarena Gutiérrez
Comunicación: Carmen Matos
Promoción: Rocío González
Teatros del Canal, Madrid
Hasta el 4 de mayo de 2025

José-Miguel Vila

Columnista y crítico teatral

Periodista desde hace más de 4 décadas, ensayista y crítico de Artes Escénicas, José-Miguel Vila ha trabajado en todas las áreas de la comunicación (prensa, agencias, radio, TV y direcciones de comunicación). Es autor de Con otra mirada (2003), Mujeres del mundo (2005), Prostitución: Vidas quebradas (2008), Dios, ahora (2010), Modas infames (2013), Ucrania frente a Putin (2015), Teatro a ciegas (2017), Cuarenta años de cultura en la España democrática 1977/2017 (2017), Del Rey abajo, cualquiera (2018), En primera fila (2020), Antología de soledades (2022), Putin contra Ucrania y Occidente (2022), Sanchismo, mentiras e ingeniería social (2022), y Territorios escénicos (2023)

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios