'Madrid 1808 Nosotros Ellos', el disfrute del teatro, del puro teatro

Mayormente si se tiene en cuenta, y ello es imprescindible a la hora de realizar cualquier crítica, que este magnífico grupo, dirigido de manera excepcional por Edduardo Viera, con una sabiduría escénica impropia también de su cota edad, está formado por otros jóvenes no profesionales. Ellos, a base de ímprobos y denonados esfuerzos a lo largo de muchos meses, logran sacar adelante esta historia que va más allá del conocido argumento de la invasión francesa en 1808, de la crueldad de sus soldados y mandos frente a un pueblo tan inculto -así lo demostró al ansiar y vitorear a su regreso al cruel y asesino Fernando VII que antes les había humillado y después, también-.

Que va más allá de las escenas en las que se representan varios episodios, todas ellas de gran calado y sabiduría teatral, que van más allá de la sociología para entrar a cuchillo en la trabajadísima sicología de cada uno de los protagonistas, los 36 en esta obra coral. Sacada adelante por los actores con una implicación que tantos profesionales quisieran, mayormente los de las series de televisión, que luego son un desastre sobre las tablas -y esta es una opinión muy personal de quien suscribe y firma-. Que va más allá incluso de la teórica búsqueda de la libertad por el pueblo, para acabar después en el ¡vivan las cadenas!

Tras haber apuntado la excelente labor del afortunado máximo responsable, Edduardo Viera, sería injusto olvidarse del resto de ayudantes y asistentes -Israel Jiménez y Juan José Cardillo; Yolanda Celino, Laura Falcao, Jorge Ferrer, Oihane Rodríguez y Julia Viejo, como de los demás conformantes del equipo -iluminación, sonido, vestuario, diseño gráfico etc.- y, por supuesto, de unos actores/actrices sencillamente perfectos. Tanto que es justo y necesario, es nuestro deber citarlos a todos, aunque la relación sea larga.

Movimiento escénico y dinamismo

De Daniel García, inmenso y medido como Samu el tonto, a la ya citada Julia Viejo como La Mala; de Irene Ortega como Dolores, a Mireya Díaz como Ángela; de un castizo chipén Abel Lumbreras como Pedro 'el manolo', a una ingenua e infantil Julia Albiol al frente de las niñas. Y todos los demás: Ana Bravo, Mario Cabrero, Belén Canales, Juan José Cardillo, Teresa Castejón, Cristina Chillarón, Yolanda Colino, Laura Falcao, Jorge Ferrer, Naya de la Fuente, Ana Hernández, Claudia Herrero, Marina Martínez, Yolanda Martínez, Carol Pérez, Oihane Rodríguez, Gerardo Campana, Marcos Tello y Sol Vendrell. Como franceses: Israel Jiménez, Juanma Mármol, Josepa Madroño, Cristóbal Vidal, Omkar Uranga, Andrés León, Alberto Martín, Martín Sánchez, Antonio Ruiz y Agustín Osynlig. Y en la figuración, Daniel González, Iris Redondo y Silvia Rivero.

Ellos, junto al acertadísimo y complejo movimiento escénico -también aprovechando el patio de butacas-de 36 personas, incluyendo su dinamismo para cambiar el decorado, hacen que a los espectadores se les ahogue el corazón, se les estremezcan las fibras sensibles, que tengan ganas en su silencio de dar gritos de acantilado, o que rían en los chispazos de humor. En definitiva que hayan tenido la fortuna de presenciar este recomendable espectáculo. Este teatro, puro teatro.