"Los nuevos investigadores": cuando la ciencia es la mejor arma contra el crimen

En aquel "CSI, Casos reales españoles" de Berbell, los protagonistas de las historias existían o habían existido -en el caso de las víctimas-. Era la pura realidad convertida en relatos que se asemejaba mucho, por el uso de los recursos literarios, a la ficción, en la mejor tradición de lo que en los años 70 se conoció en Estados Unidos como el "Nuevo periodismo" y de cuya técnica hicieron uso Tom Wolfe, Truman Capote, Norman Mailer, Joan Didion o Gay Talese. Parte del secreto de aquel éxito de libro, que consiguió vender más de 20.000 ejemplares, era que los actores principales eran españoles o extranjeros en España.

Ahora, "Los nuevos investigadores. Los casos más relevantes de los CSI españoles", escrito también por Berbell y por la también periodista Leticia Jiménez, retoma la exitosa fórmula de "CSI, casos reales españoles" y vuelve a contarnos casos que, de no haber sido por la combinación de ciencia y brillantez intelectual de los investigadores, jamás hubieran sido resueltos.

Estos "nuevos investigadores" ya no son como los de antes. Como ha ocurrido en muchas profesiones, han tenido que ponerse al día dominando novísimas tecnologías para hacer su trabajo. Tecnologías como la luz forense, que permite detectar huellas invisibles al ojo, o sudor, saliva y sangre. O el luminol, un producto químico que reacciona al entrar en contacto con la hemoglobina de la sangre, produciendo una fosforescencia azul.

Berbell y Jiménez, ambos periodistas avezados y con experiencia acumulada a sus espaldas, nos cuentan cómo la Policía Científica descubrió una gota minúscula de sangre en la puerta de un armario que había sido limpiado y requetelimpiado, en el caso del "crimen del Pozo", en Badajoz. La gota permitió determinar que el garaje, en el que se hallaba el armario, había sido el lugar en el que Joaquín García Santarén había sido asesinado un año antes por Francisco Maldonado Cruz en venganza porque el primero se había hecho novio de su ex mujer. Un caso digno de figurar en cualquiera de las series CSI-Las Vegas, Miami o Nueva York.

La infografía, por otra parte, se ha convertido en una herramienta de incalculable valor a la hora de reconstruir los crímenes y de explicar cómo sucedieron ante los tribunales populares, legos en la materia jurídica. Dos trabajos infográficos, uno realizado por la Policía Nacional y otra por la Guardia Civil, fueron fundamentales en la resolución del caso de la muerte de Javier Martínez Llort, en Tudela, y de Kelly Ann McArdle, en Marbella. La reconstrucción, en 3D, de los sucesos que condujeron a la muerte de ambos, fue determinante. Lo mismo que el análisis de restos microscópicos de pintura, que se transfirieron desde el listón de madera que utilizó el autor de la muerte de Martínez Llort hasta su ropa.

Los autores también cuentan en este libro la resolución de casos tan importantes como el doble crimen de las policías alumnas, acaecido en Hospitalet de Llobregat, Barcelona, en el que el ADN y la lofoscopia fueron esenciales, o el del asesinato de la última víctima del llamado "monstruo de Machala", el ecuatoriano Gilberto Chamba Jaramillo, un asesino en serie que había violado y quitado la vida a ocho mujeres en su país, este acaecido en Lleida.

Pero este libro guarda alguna sorpresas. En "Los nuevos investigadores", a diferencia de "CSI, Casos reales españoles", los autores se adentran en otros territorios de la investigación en los que la tecnología resulta hoy esencial, como la lucha contra los pederastas en la red, en Internet. En "No se lo digas a nadie. Operación Guaralino", y "Dónde habitan los monstruos. Operación Kova: la captura de Nanysex", los autores revelan cómo es el patrullaje diario por el "lado oscuro de la red" y cómo los miembros de la Brigada de Investigación Tecnológica de la Policía consiguieron detener, en dos operaciones muy importantes, a varios peligrosos pederastas.

En otras ocasiones es la combinación de dos tecnologías la que tuvo la clave del éxito, como en "La muerte no tiene apariencia de mujer. El capo Leónidas Vargas asesinado por un sicario", en el que la grabación de imágenes por circuito cerrado y su combinación con el análisis telefónico condujo a la resolución de un caso que, en apariencia, era insoluble.

Cada una de las historias de "Los nuevos investigadores" se leen como relatos cortos, novelados. Están dotados de ritmo literario. Este es uno de los mayores atractivos, junto al hecho de que todo lo que cuentan es real. Fue la fórmula de "CSI, Casos reales españoles" y vuelve a ser la fórmula de esta nueva producción. Una fórmula, sin duda, eficaz y exitosa que, sin duda, deja muy buen sabor de boca. Porque no hay nada más atrayente que leer la realidad como si fuera una novela.

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Los autores desvelarán todos sus secretos en Diariocrítico en un chat con los lectores de Diariocrítico el próximo día 4 de diciembre a las 17.00 horas. Pueden enviar ya sus preguntas PINCHANDO AQUÍ.