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San Isidro: un toro encastado y otro casi bravo salvan una desigual corrida de Miura

San Isidro: un toro encastado y otro casi bravo salvan una desigual corrida de Miura

> Rafaelillo volvió a perder un trofeo con la espada y brillaron en banderillas Fernando Sánchez y Raúl Ruiz

domingo 05 de junio de 2016, 22:28h
Del desastre de la semana torista con la que ha concluido San Isidro se salvó la corrida de la mítica divisa de Miura, que tampoco ofreció un gran juego, e incluso el que abrió plaza fue devuelto por inválido. Pero el que salió en su lugar, 'Tabernero', derrochó casta exigente con la que Rafaelillo, que falló a espadas -como siempre-, estuvo bien, y el que cerró feria, 'Ojeador', tomó con alegría tres varas, tres. Del resto, incluyendo el feísimo remiendo de Valdefresno, ni una virtud a destacar, y con ellos se aburrieron Javier Castaño y Pérez Mota.

Dos de seis no es un balance como para que Eduardo Miura esté satisfecho por el juego de sus bureles, aunque, claro, todo es relativo. En comparación con el generalizado balance de las divisas toristas, semeja todo un éxito, es el mal menor con que consolarse en esta Feria en la que también hay que buscar con cuentagotas bicornes que hayan destacado del resto de los hierros, de los denominados comerciales y al gusto de las figuras, figuritas y/o figurones.

O sea que en cuanto a ganaderías, San Isidro ha suspendido a la Fiesta. Como en cuanto a grandes faenas merecedoras de dos orejas: sólo una, la de David Mora, porque la de Roca Rey, a pesar del óbolo presidencial, no era para tal premio. Y la de Manzanares no cuenta, porque era en la corrida de Beneficencia, fuera de abono, y que nunca ha contado como integrante de la Feria, aunque este año ya verán como los poderes fácticos del sistema –cierta crítica incluida, claro- se olvidan para galardonar al alicantino, que estuvo muy bien, ésa es otra cuestión.

Volviendo a la miurada, es justo y necesario destacar que ‘Tabernero’, lidiado en primer lugar al correr turno Rafaelillo -al que le echaron al corral por inválido al que había saltado minutos antes- cumplió ante e penco, sin exagerar, y llegó a la muleta con codiciosa exigencia, pidiendo un torero macho. Como el murciano, que fue capaz de sacarle varias tandas de bellos naturales, algunos de frente, con mucha emoción por la forma en que el burel, muy medidor –e imposible por el otro pitón-, tomaba el trapo.

Faltó un punto de reposo y quietud a la faena de Rafaelillo, que no obstante tenía ganada una oreja de peso y valor. Más, como hace un año con otro miura, entonces en faena de Puerta Grande,, marró a espadas y hubo de conformarse con una gran ovación. Lo de este gran torero en Madrid, donde tantos trofeos ha perdido últimamente con las armas toricidas, empieza a ser similar a lo del Atleti en la Champions.

El otro bicho que salvó a la divisa de Zahariche fue el último, ‘Ojeador’, que ofreció un magnífico espectáculo en varas, tomando tres desde lejos–sí, tres a distancia, ¡noticia, noticia!- aunque su entrega en el caballo –bien manejado por un Francisco Vallejo muy torero-, de más a menos en cada encuentro, sea el reparo para calificarlo de bravo. No obstante, con la pobreza en el primer tercio de la inmensa mayoría de los toros del ciclo, ¿dónde hay que firmar para que en cada corrida haya uno así?

Además, con los rehiletes también brilló Raúl Ruiz, y es seguro que su jefe, Pérez Mota, que brindó al público, se hiciera ilusiones de triunfo. Misión imposible, porque ‘Ojeador’ en la flámula fue como sus hermanos a excepción de ‘Tabernero’, reservón, más a la defensiva que las tácticas de Mourinho con sus equipos, con medias embestidas, no con demasiado peligro, pero sí con la cara alta.

De modo que ante semejante catadura tampoco el gaditano, como Javier Castaño ante los suyos –como siempre, también su subalterno Fernando Sánchez lo bordó con tres pares excepcionales-, pudo ofrecer otra cosa que entrega. Al igual que Rafaelillo con el sobrero de Valdefresno, no un buey, no: un bisonte, de lo feo e indigno que era para haber superado el reconocimiento veterinario y saltar a la arena de la cátedra y/o catedral del toreo.

Ficha

Toros de MIURA, muy en el tipo en su trapío, mansos excepto 6º y descastados excepto 1º; noblotes y justos de fuerza. Sobrero de VALDEFRESNO, lidiado en 4º lugar, tras correrse turno al ser devuelto el 1º por inválido; feísimo de hechuras, manso, descastado y muy flojo. RAFAELILLO: gran ovación tras aviso; silencio. JAVIER CASTAÑO: silencio tras aviso; ovación. PÉREZ MOTA: silencio; silencio. Plaza de Las Ventas, 5 de junio. 29ª y última de Feria. LLeno. Incidencias: el rey emérito Don Juan Carlos, al que los espadas brindaron su primer toro- presenció la barrera desde el tendido preferente junto a la infanta Elena.

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