La disfagia, entre las secuelas principales de los pacientes graves de coronavirus

Las consecuencias que más se asocian al coronavirus son la dificultad respiratoria, la pérdida del olfato o el gusto y la fatiga, entre otras. Pero cuando el virus afecta de forma grave a los pacientes y es necesaria su intubación durante un tiempo prolongado, se ha observado que muchos desarrollan disfagia.

Desde la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CC) han advertido que se ha producido un incremento de los pacientes de coronavirus que desarrollan disfagia. Especialmente los que han precisado de su ingreso en la UCI.

Dificultad para tragar con normalidad tras la enfermedad

La disfagia es un trastorno de la deglución que provoca que el paciente tenga gran dificultad a la hora de tragar. La progresión del coronavirus en sus formas más graves, a menudo se asocia con el desarrollo del síndrome de dificultad respiratoria aguda y puede requerir algún tipo de soporte respiratorio, incluida la intubación endotraqueal y la ventilación mecánica, que hacen necesario alimentar al paciente mediante una sonda.

“Estas condiciones aumentan el riesgo de disfagia y aspiración. Aunque no tenemos aún datos disponibles sobre la incidencia, sí que hemos visto aumentadas las consultas por parte de estos pacientes”, ha indicado el doctor Raimundo Gutiérrez Fonseca, secretario general de la SEORL-CCC.

Las intubaciones prolongadas, el déficit de función pulmonar residual y la pérdida de masa muscular (sarcopenia) “pueden producir dificultad para tragar. Pero también las afectaciones neurológicas que se han visto en muchos pacientes tras el coronavirus pueden estar involucradas en el desarrollo de la disfagia”, afirma el doctor Fonseca.

“El acto de tragar implica la coordinación de estructuras corticales, subcorticales y del tronco del encéfalo, así como de nervios y músculos periféricos y hay ciertas complicaciones del coronavirus a afectan a toda esta red, según se ha demostrado”, explica.

Repercusión en la calidad de vida

Como resalta el doctor de la SEORL-CC, en los pacientes más graves de coronavirus que necesitan ventilación mecánica y les tienen que practicar una traqueotomía, las complicaciones son mayores y aumenta también el riesgo de disfagia. En estos casos “la complicación más frecuente es el edema laríngeo debido a que puede producirse abrasión de la mucosa, inflamaciones, hematomas o úlceras en las cuerdas vocales. Esta lesión también puede incrementar el riesgo de disfagia y aspiración”, ha advertido.

Además, en algunos casos la disfagia y demás complicaciones pueden concluir en trastornos de la voz, un mayor riesgo de asfixia neumonía por aspiración y desnutrición, advierte la SEORL-CC. Unas consecuencias que pueden mermar notablemente la calidad de vida de estos pacientes.

Principales recomendaciones

A la hora del diagnóstico y tratamiento de pacientes con disfagia post coronavirus, desde la SEORL-CCC se recomienda “extremar al máximo los cuidados y las medidas de protección y seguridad ya que los procedimientos necesarios para la evaluación y diagnóstico de problemas en la deglución pueden implicar dispersión de aerosoles, con un elevado riesgo de contagio”.

Además, advierten de la importancia de la detección temprana del problema, “entre el primer y quinto día después de la extubación, para reducir el riesgo de complicaciones, favorecer su alimentación y reducir el riesgo de desnutrición”.