www.diariocritico.com

¿Sabes leer las etiquetas de los alimentos?: los trucos y claves esenciales

Comida rápìda
Ampliar
Comida rápìda (Foto: Unsplash/ummano-dias)

Un estudio reciente revela una contradicción alarmante en los hábitos de compra de los españoles.

Mientras el 67% de la población asegura consultar regularmente la información nutricional de los productos, apenas un 30% comprende realmente su significado.

Esta brecha entre intención y conocimiento abre la puerta a estrategias comerciales que aprovechan el desconocimiento generalizado.

El espejismo de los alimentos "saludables"

Los supermercados se han convertido en un campo de minas para consumidores bienintencionados. Luis Cañada, experto en nutrición de FITstore.es, advierte: "Tomamos decisiones basadas en el diseño del envase y reclamos publicitarios, no en datos objetivos".

Términos como "light", "alto en proteínas" o "natural" generan una falsa percepción de calidad que rara vez se corresponde con la realidad.

Claves en el etiquetado real

Los especialistas de FITstore destacan 5 aspectos fundamentales que todo consumidor debería conocer:

  1. La lista de ingredientes, el mapa de lo que comes

No importa lo que diga el envase: si los primeros ingredientes son azúcares, harinas refinadas o grasas hidrogenadas, ese producto es probable que esté lejos de ser saludable. “La lista de ingredientes está ordenada de mayor a menor, por lo tanto, lo que va primero es lo que más cantidad contiene el producto. Esa es la verdadera información valiosa”, explica Cañada. Además, los ingredientes pueden camuflarse bajo múltiples nombres (jarabe de glucosa-fructosa, concentrado de frutas, dextrosa, etc.), por lo que es esencial aprender a reconocerlos.

  1. No todo es 100g: observa el tamaño real de la ración

Muchos consumidores comparan productos utilizando los valores por 100g, cuando lo relevante es la cantidad que realmente se consume. “Es mucho más útil entender qué cantidad vamos a elegir por porción, y cómo encaja eso en nuestra alimentación diaria. Comparar solo por 100g puede inducir a errores y a evitar alimentos por una cifra descontextualizada”, añaden.

  1. No te obsesiones con las calorías

Un alimento bajo en calorías no es sinónimo de saludable, pero a la vez sí es muy susceptible a ser comprado. Puede carecer de nutrientes esenciales o tener ingredientes de mala calidad. “Centrarse solo en el valor energético sin observar el listado de ingredientes o el porcentaje de polialcoholes y otros nutrientes es quedarse en la superficie”, dice Cañada.

  1. Alto en proteínas o en fibra: consume lo que necesites

La moda de lo “High Protein” ha hecho que incluso marcas blancas se sumen al carro. Pero no todo lo que lleva más proteínas es mejor. “Muchos de estos productos inflan los valores con aminoácidos añadidos de baja calidad.”, matizan los expertos de FITstore. “Por otra parte, estamos otorgando ciertas propiedades a la proteína que, sin un buen estilo de vida y ejercicio, van a alejarse mucho de nuestras expectativas”.

  1. Productos ‘light’, una trampa semántica

Un producto “light” no necesariamente es bajo en calorías. La reducción puede referirse a cualquier componente: sal, grasa o azúcar, no al total energético. “Cualquier producto con el claim de ‘light’ en el frontal nos da esa falsa licencia de puede consumirse más cantidad sin consecuencias. Y está demostrado que, en el contexto de las dietas, muchas veces se acaba comiendo más precisamente por esa percepción equivocada”, alerta Cañada.

La psicología detrás del diseño de envases

El comportamiento del consumidor es predecible: colores llamativos, palabras como “natural” o “sin” y fotografías de ingredientes frescos activan una respuesta emocional. De hecho, 8 de cada 10 consumidores se dejan llevar por el packaging y las marcas lo saben, por lo que diseñan sus envases para conectar con ese impulso, no con la lógica nutricional.

Este fenómeno explica por qué, pese a la creciente preocupación por la alimentación saludable, muchas personas terminan adquiriendo productos que no se ajustan a sus objetivos nutricionales reales. La solución, según los expertos, pasa por educar en una lectura crítica del etiquetado que vaya más allá de los reclamos publicitarios.

Si quieres recibir más temas como éste, puedes suscribirte a nuestras alertas gratuitas de noticias de Whatsapp o Telegram. También tenemos un boletín gratuito de noticias que llegarán a tu e-mail. Además, nos puedes seguir en Google News.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios