Crítica de la obra de teatro 'Arder y no quemarse': 440 velas en el cumpleaños del Español

La Sala Principal del Teatro Español de Madrid acoge durante este mes la representación de 'Arder y no quemarse', una ficción documentada escrita por José Padilla y la Compañía Grumelot dirigida por Iñigo Rodríguez-Claro. Con ella el teatro en activo más antiguo de Europa celebra sus primeros 440 años de vida (1583-2023). Una vida por la que han discurrido la flor y nata de la dramaturgia y la interpretación españolas. Pero también los acontecimientos sociales y políticos que han marcado nuestra sociedad, los arquitectos, los gestores, los centenares y centenares de técnicos y componentes de los equipos artísticos, y los miles y miles de espectadores que han vivido con todos ellos las muchas vicisitudes del Español.

En un espectáculo de más de dos horas de duración, festivo, ágil, documentado, divertido y pedagógico, sobre el escenario del Español se rememoran las mil y una vicisitudes por las que ha pasado este Ave Fénix de los teatros que, desde aquel primigenio Corral del Príncipe situado en el mismo solar de la madrileña Plaza de Santa Ana, ha logrado volver a levantar el vuelo después de haber sufrido incendios, reformas, trabajos de conservación y de adaptación, expedientes administrativos e intervenciones de los más prestigiosos arquitectos de la época y que, sin embargo, y al final, ha sabido resistir al paso del tiempo.

Un nutrido, divertido, enérgico y estupendo grupo de actores y actrices es el encargado de conducir de forma coral al público por las más significativas peripecias por las que ha pasado el Teatro Español en estas más de cuatro centurias de vida. Son -por orden alfabético- Bentor Albelo, Pablo Chaves, Marc Domingo Carulla, Mariano Estudillo, María Gálvez, Carlota Gaviño, Pepe Hannan, Javier Lara, Cristina Martínez Gutiérrez y Mikele Urroz Zabalza.

Actores y actrices resucitan, entre muchas otras, las figuras de Lope de Vega, Isidoro Máiquez, Valle-Inclán, Margarita Xirgu, Federico García Lorca, Cipriano Rivas Cherif, Benito Pérez Galdós, María Guerrero o Jacinto Benavente. Y, a partir de La dama boba, actores, dramaturgos, investigadores, gestores y arquitectos no han cesado desde entonces de luchar por mantener en pie un templo del teatro en medio de luchas políticas y sociales vividas desde la época de Felipe IV, Felipe V, Carlos III y Carlos IV, José Bonaparte, Fernando VII, Primo de Rivera, Azaña, Franco o los gobernantes de nuestra más reciente etapa histórica, la Transición y la Democracia.

Inmenso equipo artístico el formado por Elisa Sanz en el espacio escénico; Igone Teso en el vestuario; José Pablo Polo como compositor de la música original y del espacio sonoro; Álvaro Guisado en la iluminación; [ la dalia negra] en los audiovisuales; Jorge Vila en el videomapping; Pepe Hannan en la coordinación musical y la asesoría de canto; José Juan Rodríguez en el movimiento escénico, y Noelia Burgaleta Areces en la investigación y asesoría histórica.

Y, con ellos, y rindiendo también un homenaje a una institución viva del español (Antoñita, viuda de Ruiz, ya camino del centenario y todavía asesorando en temas de peluquería en el teatro), y todos y cada uno de los espectadores que han acudido, acuden o acudirán a representaciones en el antiguo teatro de la Plaza de Santa Ana.

Y vayan haciendo memoria de su primer montaje en las tablas del legendario escenario porque tendrán oportunidad de citarlo públicamente. La mía, desde la última fila del cuarto piso (uno era estudiante y no podía acceder a mayores), se bautizó allí con la versión adaptada por Enrique Llovet del Tirano Banderas, la genial novela de don Ramón María del Valle Inclán, estrenada por José Tamayo en 1974, con el mexicano Ignacio López Tarso dando vida a Santos Banderas. Un montaje muy interesante.

‘Arder y no quemarse’

Dramaturgia: José Padilla y Grumelot

Dirección: Iñigo Rodríguez-Claro

Con: Bentor Albelo, Pablo Chaves, Marc Domingo Carulla, Mariano Estudillo, María Gálvez, Carlota Gaviño, Pepe Hannan, Javier Lara, Cristina Martínez Gutiérrez y Mikele Urroz Zabalza

Diseño de espacio escénico: Elisa Sanz (AAPEE)

Diseño de vestuario: Igone Teso (AAPEE)

Diseño de espacio sonoro y composición música original: José Pablo Polo

Diseño de iluminación: Álvaro Guisado (AAI)

Diseño de audiovisuales [ la dalia negra ]

Diseño de video mapping: Jorge Vila

Coordinación musical y asesoría de canto: Pepe Hannan

Movimiento escénico: José Juan Rodríguez

Investigación y asesoría histórica: Noelia Burgaleta Areces

Ayudante de dirección: Javier L. Patiño

Residente ayudantía de dirección Teatro Español: Cristina Hermida

Agradecimientos: Pueblos en arte, Exlímite, Espacio PuntoCero y a todos los trabajadores del pasado y el presente del Teatro Español

Una producción de Teatro Español en coproducción con Grumelot y la colaboración de GNP

Teatro Español, Madrid

Del 10 al 29 de octubre de 2023