Crítica de la obra de teatro 'La batalla de los ausentes': el enemigo que llevamos dentro

Magnífico texto. Soberbias dirección e interpretaciones. La indómita Zaranda ataca de nuevo y vuelve a dar en la médula central del teatro y lo teatral –y ya van más de 40 años-, con su nueva producción, ‘La batalla de los ausentes’, que ahora puede verse hasta mediados de marzo en el Teatro Español de Madrid.

Inteligente, acerado, poético, lúcido y destilado texto de Eusebio Calonge en el que no se para en mientes a la hora de diseccionar al tiempo lo mejor y lo peor de la condición humana, del poder y del pueblo en general, feliz como una perdiz mientras tenga una pantalla al alcance de la mano. Sublimes, removedoras y divertidas a la vez las interpretaciones de Gaspar Campuzano, Enrique Bustos y Francisco Sánchez, o Paco de La Zaranda, también director del montaje.

Lo mejor de todo es que, afortunadamente, esta propuesta ya viene rodando por media España y seguirá haciéndolo durante los próximos meses. Incluso -¡esto sí que es hacer España!-, volverá a saltar el charco para exhibirse también en la América hispana. Cuidado que lo mismo acaban expropiando y nacionalizando a La Zaranda en Argentina, Chile o México. Porque, no lo olvidemos, en un principio la compañía se autodefinía como Teatro Inestable de Andalucía la Baja y hace unos años la cambió por Teatro Inestable de Ninguna Parte.

La madurez de la compañía ha servido para poner las cosas en su sitio y los artistas parten y reparten con generosidad a propios y a extraños: el paso del tiempo, la búsqueda de un enemigo que -en el fondo-, llevamos dentro, la burocracia, el boato y el esperpento del poder, la mercantilización de la cultura y el arte, la identificación y desmontaje de las glorias vanas de este mundo. Las risas y las carcajadas permanentes del público no son sino tristes muecas que surgen en el espectador como lágrimas de lo ya inevitable, la creciente y cruel deshumanización en la que navegamos cada día.

Rebelde, irreductible, La Zaranda no renuncia a su lenguaje personal y con su batallar cotidiano, humilde y valiente en el proceloso mar del teatro, trasciende al quehacer del día a día del hombre en todas sus esferas. En ‘La batalla de los ausentes’ tres supervivientes de una guerra que ya nadie recuerda, se reúnen en una esperpéntica conmemoración privada, como diríamos ahora, en una batalla estéril contra el olvido, en un combate quijotesco contra unos molinos que ya nadie ve ni le importan. Pero, como alguna vez ha dicho Calonge, “la dignidad y la fe como acto de resistencia”, parecen ser el santo y seña de este despojo de batallón, de estos soldados desnortados y contumaces a los que importa un bledo la opinión pública… (“¡Mejor que no vengan, hombre…, que no vengan!”).

Francisco Sánchez, Gaspar Campuzano y Enrique Bustos, los tres actores clásicos de La Zaranda, son el resto de un decadente ejército en desbandada cuyo norte no es otro que el de vencer al aburrimiento, hacer de la vida una batalla digna de ser llamada así y no resignarse nunca a que se quede en mera existencia.

Como en toda larga batalla, también en la de los ausentes hay marchas militares enardecedoras de la soldadesca, escaramuzas, estrategia, desinformación, planes, diplomacia, telecomunicaciones, banderas, uniformes ya andrajosos, armamento ligero y pesado. Todo vale para perpetrar el asalto final. La experiencia es un grado y estos tres patéticos y tiernos soldados no van a renunciar nunca a sus principios. Cueste lo que cueste. Caiga quién caiga porque, al final, todos vamos a caer también en ese sueño eterno y oscuro que es la muerte. Entonces nada valdrá ya: “La muerte es un destino indigno para el que lo dio todo por un sueño”.

Una propuesta teatral con mayúsculas, en todos los más altos y dignos sentidos que pueden darse al término “teatro”. Eso es ‘La batalla de los ausentes’, una hermosísima propuesta más de La Zaranda que huye de toda pedantería, que está al alcance intelectual de todos y cada uno de los espectadores que, después de pasar por ella, volverán a plantearse el sentido verdadero de su propia existencia. ¡Espléndida!, ¡que nadie se la pierda, por favor!

‘La batalla de los ausentes’

De: Eusebio Calonge

Dirección: Paco de La Zaranda

Con: Gaspar Campuzano, Enrique Bustos y Francisco Sánchez

Dirección de iluminación: Eusebio Calonge

Diseño de espacio escénico: Paco de La Zaranda

Diseño de vestuario: Encarnación Sancho

Efectos militares: Morgan Surplus

Ayudantía de dirección: Andrea Delicado

Una coproducción de La Zaranda-Teatro inestable de ninguna parte y Teatre Romea

Teatro Español, Madrid

Hasta el 20 de marzo de 2022