Don Pedro Calderón de la Barca escribió ‘El príncipe constante’ en 1629, antes de La vida es sueño, su inmortal y universal drama. Es, pues, una obra menos pulida y menos representada en los escenarios clásicos, hasta el punto de que aún no había subido al escenario del Teatro de La Comedia, sede de la CNTC. Ahora lo hace de la mano de Xavier Albertí, autor de la versión, y director del montaje y de su música original, y Albert Arribas como dramaturgista.
‘El príncipe constante’ es la segunda propuesta desde que Lluis Homar accediera a la dirección de la Compañía tras La comedia de maravillas, que dirigiera él mismo, junto a Xavier Albertí como dramaturgista.
La acción se sitúa entre los años 1437 y 1443, fechas en las que los reyes portugueses libraron varias batallas para hacerse con la zona del norte de África. Con el objetivo de cristianizar ese territorio tan próximo a la península ibérica, dos infantes portugueses van al frente de la armada lusitana, pero la batalla no termina como estaba planeada y los musulmanes no solo repelen a los invasores sino que, además, retienen como rehén a uno de los infantes, Fernando. El rey musulmán pone una sola condición para liberarlo: únicamente lo hará a cambio de que Portugal le ceda la villa de Ceuta, cuestión a la que Fernando, constante, firme y decidido hasta la muerte, se niega en redondo apoyado en su dignidad personal y en su férrea fe cristiana.
Lluis Homar es Don Fernando en una imponente, magnífica, deslumbradora y emocionante interpretación. Con su palabra y su sola presencia atrae la atención de todo el público. No sé si alguien me tachará de iluminado o excesivo, pero no puedo dejar de decir que, durante toda la función, Homar me recordó al mejor José María Rodero, ese gran actor que, con su cuerpo, con su voz, con su gesto, con su actitud llenaba y contagiaba a cualquier actor que compartiese escenario con él. Y otro tanto hace aquí Homar con el resto del imponente elenco de ‘El príncipe constante’. Empezando por Arturo Querejeta, el Rey Moro, y Beatriz Argüello, Fénix, y siguiendo por José Juan Rodríguez, Mulet, Rafa Castejón, Don Enrique, y el resto del elenco: Jonás Alonso, Íñigo Álvarez de Lara, José Cobertera, Lara Grube, Álvaro de Juan, Marina Mulet, Egoitz Sánchez, José Juan Sevilla y Jorge Varandela.
Si hay un término que encaja como anillo al dedo para definir este montaje, es el de “sobriedad”. Sobriedad escénica en lo concerniente al artefacto escenográfico, en los estáticos, contenidos –casi hieráticos- movimientos actorales y todo en favor de lo verdaderamente importante del montaje, la hermosísima, vibrante, poética, lúgubre o encendida palabra de Calderón, apoyada puntualmente en la música interpretada en directo por el Cuarteto Bauhaus.
Lluc Castells es la diseñadora de la escenografía y el vestuario de la propuesta. La primera presenta un suelo arenoso, desértico y africano sobre el que se levantan una gran pared ocre al fondo, y algunos taburetes. No hace falta más para que la imaginación del espectador se traslade a las playas norteafricanas en donde desembarcarán las tropas portuguesas, a los lujosos palacios de Tánger y de Fez o a los húmedos, inhabitables y lúgubres calabozos que albergan sus sótanos para doblegar a los enemigos apresados, especialmente a Don Fernando.
Los personajes van vestidos de corte moderno: trajes oscuros y corbata para los hombres nobles y túnicas hasta los pies y de varios colores para princesas, y raídos pantalones naranjas y camisetas blancas para quienes han tenido la desgracia de ser apresados.
La iluminación precisa, sutil y milimétricamente trenzada durante los 120 minutos de duración del montaje es obra del maestro Juan Gómez-Cornejo.
Y, por último, sería injusto no citar aquí la inmensa, sostenida y fructífera labor de Vicente Fuentes como el artífice de que siempre el verso salga con la nitidez y el alma necesarios de la boca de los actores. Detrás de ello hay un intenso y pormenorizadísimo estudio y conocimiento del lenguaje que en este montaje brilla de forma especial.
‘El príncipe constante’
Autor: Pedro Calderón de la Barca
Dirección, versión y música: Xavier Albertí
Dramaturgista: Albert Arribas
Reparto: Jonás Alonso, Íñigo Álvarez de Lara, Beatriz Argüello, Rafa Castejón, José Cobertera, Lara Grube, Lluís Homar, Álvaro de Juan, Marina Mulet, Arturo Querejeta, José Juan Rodríguez, Egoitz Sánchez, José Juan Sevilla y Jorge Varandela
Cuarteto Bauhaus: Alfonso Nieves, Jorge Llamas, Isabel Juárez e Irene Celestino
Escenografía y vestuario: Lluc Castells
Iluminación: Juan Gómez-Cornejo
Verso: Vicente Fuentes
Ayudante de dirección: Jorge Gonzalo
Ayudante de escenografía: Mercè Luccheti
Ayudante de iluminación: David Hortelano
Ayudante de vestuario: Emi Ecay
Espectáculo producido por la CNTC en colaboración con Teatro Arriaga de Bilbao, Teatro Principal Antzokia y Teatro Soho CaixaBank de Málaga
Teatro de la Comedia, Madrid
Hasta el 10 de abril de 2021