El cortejo fúnebre de la Reina Isabel II, fallecida el pasado jueves en Balmoral, ha llegado a Londres este miércoles, después de recorrer las principales ciudades de Inglaterra.
A las 17:00 horas (hora española) se abre la capilla ardiente en el Westminster Hall, que se podrá visitar durante 5 días. La policía de Londres ha advertido que la cifra estimada de visitantes puede llegar a ser de unas 750.000 personas, por lo que se han creado colas de hasta 35 horas para visitar los restos de la reina.
Desde ayer se pueden ver ciudadanos instalados en la orilla del Támesis para despedirse de la soberana británica. La ruta oficial del cortejo ha ido desde Buckingham Palace hasta Westminster, pasando por el Big Ben y los principales lugares de la city londinense.
Hasta las 6:30 horas (hora española), del lunes 19 de septiembre, estará abierta al público la capilla ardiente y después se trasladarán los restos mortales a la abadía para celebrar una misa de Estado.
Controles de seguridad muy estrictos
La reina yacerá en el edificio más antiguo del Parlamento de Londres, bajo el estandarte Real y será custodiada día y noche por guardias de seguridad.
Para visitar su tumba será necesario superar estrictos controles de seguridad como los que se exigen en los aeropuertos y solo se permitirá el acceso con un pequeño bolso como única pertenencia. Se repartirán unas pulseras amarillas identificativas para controlar a los visitantes, por lo que será imposible guardarle el puesto a otra persona, y nadie podrá pararse al lado del féretro.
Avituallamiento para la larga espera
Debido a estas medidas de seguridad, las autoridades británicas alertan a la ciudadanía de llevar víveres, abrigo y batería del móvil suficiente, para que no haya problemas de salud entre los asistentes y puedan disfrutar de algún entretenimiento mientras tanto.
No está permitido sentarse a descansar mientras se espera y mucho menos acampar. De todas formas, habrá urinarios portátiles cada determinados metros.
A su vez, el Gobierno inglés ha pedido a los distintos líderes internacionales que no acudan en avión privado, sino que utilicen medios de transporte sostenibles, como el tren o aviones comerciales en su defecto.
En representación de España comparecerán el Rey Felipe VI, el ministro de Exteriores, Jose Manuel Albares Bueno, y el rey emérito, Juan Carlos I, con la reina Sofía.
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