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Veterinario atendiendo a un gato
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Veterinario atendiendo a un gato (Foto: Pexels/werzk-lu)

Las mascotas también sufren estrés post vacacional

jueves 07 de septiembre de 2023, 10:47h

Septiembre es sinónimo de vuelta a la rutina: volver al trabajo, a las clases, a las jornadas más largas... Una época de cambios y de estrés, pero no sólo para los humanos, sino que las mascotas también sufren el estrés post vacacional.

Aunque parezca que no, las nuevas rutinas que llegan con septiembre alteran el ritmo de los perros y los gatos caseros, pues por lo general, en verano pasan mucho más tiempo con su familia humana y a lo bueno, como todos, se acostumbran rápido.

Desde el grupo de veterinarios Santèvet detallan las principales causas de estrés en las mascotas durante esta época del año.

Volver tras las vacaciones de verano supone recuperar horarios y rutinas, estar menos en casa y disponer de menor tiempo libre para dedicárselo a nuestra mascota, lo que puede aumentar su nivel de estrés, generando cambios de comportamiento y afectando a su salud.

Sin embargo, este comportamiento también puede estar vinculado con enfermedades fruto de la picadura de garrapatas o leishmaniosis.

Chequeo veterinario en septiembre para prevenir

Entre las alteraciones más habituales de las mascotas, al pasar más tiempo en casa solas, destacan la hiperactividad, trastornos en la alimentación, llantos o pérdida de control de los esfínteres, y puede desembocar en un trastorno psicológico conocido como ansiedad por separación, según han detallado Mariam Bouzid y Paz Belinchón, veterinarias y colaboradoras de Santévet.

“Durante las vacaciones de verano las mascotas suelen realizar más ejercicio, sin horarios establecidos, rodeadas de constantes estímulos, y disfrutando de más tiempo con sus dueños. En cambio, en septiembre de repente se encuentran con una rutina mucho más tranquila, lo que genera que no sepan qué hacer con ese exceso de energía y se muestren hiperactivos, reclamen más atención y mordisqueen o destrocen juguetes u otros objetos que encuentren a su alcance”, han puntualizado las veterinarias.

Esta sobre-activación suele ir acompañada de trastornos en la alimentación como comer con ansia, rápidamente y sin masticar, o lo contrario, poco apetito o apatía, en un estado casi depresivo, así como llantos y ladridos y pérdida de control de esfínteres en animales habitualmente limpios y enseñados.

Ante esta situación, las veterinarias recomiendan que la vuelta a la rutina sea lo menos traumática posible, con un retorno progresivo a las rutinas de alimentación, paseos, baños y tiempo en familia, ofrecerles premios, y mucha paciencia.

Bouzid y Belinchón han subrayado que es importante prestar atención a las señales, ya que “podemos achacar equivocadamente un decaimiento, una falta de apetito o una incontinencia a un estrés postvacacional, cuando realmente pueden deberse a alguna enfermedad”.

Las expertas recomiendan visitar al veterinario al volver de vacaciones para confirmar la buena salud de la mascota, ya que puede haber contraído alguna patología endémica de la zona visitada, y será necesario valorar la necesidad de hacer analíticas de sangre que descarte enfermedades tales como la leishmaniosis y la filariosis, transmitidas por flebotomo o por mosquito, así como otras enfermedades infecciosas transmitidas por garrapatas. 

“Es necesario desparasitar interna y externamente nuestros animales durante todo el año, pero especialmente si ha pasado mucho tiempo en exteriores, así como realizar una revisión de los oídos, las uñas, la boca, la piel, el pelo o el peso, para confirmar que se encuentra sano. Cuanto antes podamos diagnosticarlo, más fácil y rápido será tratar y curar a nuestro animal”, recomiendan.

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