Premio Max a la Mejor autoría teatral 2025 y eso que ‘Pepito’ podría encuadrarse dentro de lo que ahora llamamos teatro familiar. Una excepción porque, incomprensiblemente, es la primera vez que una pieza de este tipo de teatro dirigido a todo el mundo acaba obteniendo un Max.
El milagro, que ha podido verse durante varios sábados por la mañana en los madrileños Teatros Luchana, ha sido escrito —¡y estupendamente…! —, por Itziar Pascual, una de las dramaturgas de las que puede decirse, además y con todo fundamento, que es una gran escritora. La pieza ha sido dirigida con la misma inteligencia que mimo por Carmen Losa e interpretada magníficamente por Leyre Abadía.
Pepito es el niño de los cuatro nombres (Pepe, Pepito, José y Joselito). Y sería un hombre más en la historia de no ser porque ha sido capaz de vencer a lo largo de su vida (1928-2018), los duros embates de La Pena, ese personaje invisible pero más que presente en su vida y en las de todos.
Así lo narra, con sencillez, con fuerza, con pasión y —cuando hace falta—, con cierta distancia, la Narradora, habitada también como el resto de los entrañables personajes por una estupenda Leyre Abadía, que transita por nueve décadas de la historia de España a través de la vida del propio Pepito, pero también por las de sus padres, Jesús y María, su prima Maricruz, su primera novia y mujer para toda la vida, Isabel, sus hijos y sus nietos… Y siempre sobrevolando sus vidas La Pena, ese pajarraco negro que pende de un bolsillo de la Narradora, atento a cambiar a Pepito cuando llega la enfermedad, el hambre, el aburrimiento, la soledad o la guerra… Pero nuestro heroico personaje resiste siempre con entereza y alegría sus enconadas andanadas…
Quien diga que la vida es una tarea fácil, miente. No lo es para nadie, pero es verdad que hay mil formas de enfrentarse a ella. La mejor, quizás, es la de intentar ponerse siempre en el lugar de quién la ve como una botella medio llena y no al revés, medio vacía. La banda de los primeros es la de Pepito, y de la de los segundos es mejor apartarse porque lo único que consiguen al final es amargarse su propia existencia y amargársela a los que tiene cerca.
Además de la intérprete, Carmen Losa ha coordinado también desde la dirección de escena el brillante trabajo de Juan Sanz e Isabel Cobo en el diseño del espacio escénico y objetos; Maite Álvarez en el vestuario; Luna Vídeo en el espacio sonoro y la videocreación, y ENT/NAE en la medida iluminación.
El trabajo resultante de la escritura, la dirección, la interpretación y la intervención de todo el equipo artístico, en fin, es sencillamente ejemplar y con él se prueba una vez más que esa distinción entre teatro para adultos y teatro familiar es una construcción académica falsa. No hay más que dos tipos de teatro, y no es la primera vez que lo decimos: el bueno y el menos bueno.
Con el primero el espectador sale estremecido, tocado en lo más profundo de su alma y dispuesto a volver cuanto antes a ponerse delante de un escenario. Es, obviamente, el caso de este ‘Pepito’. Con el segundo, por el contrario, nada de eso le sucede y, normalmente, hasta que no olvida el shock (léase también aburrimiento y enfado), no vuelve a pisar un teatro.
Piezas como este ‘Pepito’ debieran llenar varias temporadas enteras las salas de teatro de toda España. Es zumo de vida, de honestidad, de trabajo bien hecho, de que no hay nada mejor que tener a una intérprete como Leyre Abadía a unos cuantos metros de ti para que una historia te atraviese el alma y te inocule la alegría y la suerte de vivir.
Ficha técnica de la obra teatral ‘Pepito’
Texto: Itziar Pascual
Dirección: Carmen Losa
Intérprete: Leyre Abadía
Espacio escénico y objetos: Juan Sanz e Isabel Cobo
Vestuario: Maite Álvarez
Espacio sonoro y videocreación: Luna Vídeo
Diseño de Cartel: Erica M. Santos
Iluminación: ENT/NAE
Fotografía: Ander Iribarren
Vídeo y teaser: Jaime Díaz de la Hera
Producción: IREALA Teatro
Teatros Luchana, Madrid
8 de noviembre de 2025