Vendrán nuevos terremotos por efecto contagio: la 'troika' no aprueba el plan de ajustes de Grecia

La delegación conjunta de inspectores del Banco Central Europeo, el Fondo Monetario Internacional y la Unión Europea -la denominada troika-, que está visitando Atenas, puso "objeciones" al nuevo plan de austeridad de 12.000 millones que prepara el Gobierno griego, y solicitó a Atenas información adicional sobre algunos aspectos de la nueva propuesta.

"Quiere más detalles", explicó un responsable del Ministerio de Economía al diario heleno Kathimerini tras el encuentro mantenido entre los inspectores internacionales y el ministro de Finanzas, Yannis Stournaras.

La troika no está de acuerdo con medidas como las destinadas a combatir la evasión fiscal. "Primero tenemos que demostrar que podemos ser eficaces a través de un incremento gradual de los ingresos", según la misma fuente. Los supervisores podrían rechazar el nuevo plan si no les convence la eficacia de las medidas. "Sí, podrían rechazarlo. El paquete de medidas tiene que quedar cerrado lo antes posible", añadió.

Dado que ni las privatizaciones ni la recaudación fiscal calculada para este año están mejorando la economía helena, el Gobierno se verá obligado a recortar gastos cerrando empresas públicas y reduciendo plantilla. Pero los partidos políticos que lo apoyan quieren evitar más despidos para cumplir con sus compromisos electorales.

La alternativa es recortar nuevamente salarios, pensiones y pagas extra, empezando con una rebaja del 12%, al personal "uniformado" y al judicial y universitario. Si no se acuerdan pronto los nuevos recortes y no se aprueban por mayoría en el Parlamento, Bruselas no entregará al país el siguiente tramo del rescate, que dará liquidez al Estado para pagar sueldos y pensiones hasta finales de octubre y refinanciar su sistema bancario.