El nombre de la ultraderechista Ada Lluch es cada vez más conocido en España debido a sus múltiples apariciones televisivas y sus polémicas.
Se trata de una catalana de 26 años que se ha autoproclamado como la voz del trumpismo en Europa.
La catalana inició sus estudios de Medicina en Barcelona, aunque no los finalizó, y ha acabado viviendo en Estados Unidos.
Antes era "feminista y de izquierdas"
La joven ha detallado en varias entrevistas que "estaba muy perdida" y cataloga su etapa anterior como su momento "woke".
De hecho, ha reconocido que fue "feminista y de izquierdas", pero que tras divorciarse sufrió un "despertar espiritual" y cambió radicalmente.
Ahora es una abanderada de las políticas más conservadoras y fan absoluta de Donald Trump.
Lleva el trumpismo a Europa
Tras este cambio, la joven difunde en redes sociales las proclamas y políticas del movimiento trumpista en Europa.
Gracias a su ex pareja, Joey Mannarino, comenzó a estrechar lazos con los conservadores americanos, pues Mannarino es un estratega que trabaja con los republicanos estadounidenses.
Desde entonces, defiende ideas ultraderechistas como el desprecio al colectivo trans, a la inmigración o al feminismo. Defiende los valores tradicionales de la familia y su discurso ultra capara a más de 300.000 seguidores en sus redes sociales.
Encontronazos en la televisión
La joven ha participado en varios programas como 'Directo al grano' o 'Espejo Público', donde ha creado gran controversia con sus afirmaciones, pues ha llegado al terreno personal con Susana Griso.
Ha asegurado que España es un país inseguro pese a que en los estándares internacionales está catalogado como uno de los más seguros del mundo, ha cargado contra los inmigrantes, les culpa directamente de la inseguridad; defiende que la mujer se quede en casa cuidando de los hijos...incluso ha llegado a afirmar que "Franco era un hombre de Dios".
Uno de los encontronazos más comentados fue con Susana Griso, pues la joven le acusó de "echarla del programa", aunque la presentadora le pidió que volviese.
Hoy ha vuelto al plató y se ha palpado la tensión, pues ha seguido insistiendo en que la silenciaron mientras que Griso le ha enseñado los vídeos de cómo le "reiteró" la invitación. Lluch ha vuelto a sacar todo su argumentario racista, machista y homófobo; convirtiéndose en una de las tendencias del día.
Tanto críticos como fans de la catalana han comentado y difundido sus intervenciones, incluso su ex pareja, quien sigue apoyándola y ensalzando su figura fuera de España.
Pese a que tiene muchos críticos, también cuenta con multitud de apoyos y los discursos ultras como el de Lluch cada vez tienen más calado en Europa.
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