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Crítica de la obra de teatro 'Los farsantes': esencias y apariencias
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(Foto: Luz Soria)

Crítica de la obra de teatro 'Los farsantes': esencias y apariencias

domingo 05 de junio de 2022, 11:26h

Varios personajes, a cuál más frágil, mirándose a sí mismos y al entorno en el que tienen que moverse –el cine, el teatro, la televisión-, es el leit motiv de ‘Los farsantes’, la propuesta de autoficción que escribe y dirige Pablo Remón (Doña Rosita, anotada; Los mariachis, El tratamiento…), que sirve al Centro Dramático Nacional para cerrar en el Valle-Inclán su temporada teatral. Sobre el escenario cuatro magníficos intérpretes, Francesco Carril, Javier Cámara –que vuelve a las tablas después de doce años -, Nuria Mencía y Bárbara Lennie.

La propuesta, como otras de Pablo Remón, tiene puesto un pie en el escenario y otro en el celuloide porque, no en vano, su autor proviene del campo de la escritura de guiones cinematográficos y de series. Ese hábitat, poblado de personajes tan ambiciosos como frágiles, tan soñadores como perdedores, que tan bien conoce Remón, es observado, satirizado, zarandeado y visto con la misericordia de quien forma parte íntima de él. Todos ellos se mueven en un campo acogedor, hostil, amargo y dulce a la vez, el que va del éxito al fracaso, de la luz a la oscuridad, de la energía extrema al vacío existencial. Y todo ello en una carrera de fondo -llena de clichés, de vicios, y virtudes, de miserias y glorias-, con un final incierto en el que nada de lo conseguido hasta un momento dado asegura el futuro más inmediato Estar siempre al borde del precipicio mina la seguridad de cualquiera.

Bárbara Lennie encarna a una joven actriz que lucha y sueña denodadamente por brillar alguna vez como actriz mientras que sobrevive como profesora de pilates; Javier Cámara -brillante, graciosísimo-, es un exitoso director de pelis y series que convierte en éxito todo lo que hace. Francesco Carril y Nuria Mencía entran y salen de varios personajes a lo largo de las dos horas y media de montaje, y lo hacen con tal naturalidad que uno no sabe muy bien si están en el salón de su casa o sobre el escenario del teatro de la plaza de Lavapiés. La propuesta metateatral les hace salir y entrar constantemente de la ficción a la realidad. Una realidad que discurre paralelamente en dos planos -estupenda la escenografía ideada por Mónica Boromello con dos niveles simultáneos de acción-, pronuncia el carácter cinematográfico de la propuesta, magníficamente secundada por la luz de David Picazo, el vestuario desenfadado de Ana López Cobos y el sonido de Sandra Vicente.

Son tantos los personajes que atraviesan la propuesta, tan dinámicos y ágiles los diálogos entre ellos, tan locas y realistas a la vez sus historias que lo mejor es no entrar a intentar describir cada una de ellas. Quedémonos, sin embargo, con dos ejemplos de lo más evocador y desternillante: ese niño de seis años que encarna Javier Cámara, implacable en su crítica de la recreación de El mago de Oz llevada a cabo por Nuria Mencía y Bárbara Lennie, o el monólogo que como Autor se marca Francesco Carril al comienzo del segundo acto, con digresiones sobre la originalidad, el plagio y el autoplagio que asedian a cualquiera que escriba.

Lo mejor y lo peor de la propuesta de Remón estriba precisamente en eso, en la velocidad y variedad de diálogos, historias y transiciones entre ellas, que posiblemente encandilará a un tipo de espectadores en la misma medida que hará desconectar a otros que acaso esperan una mayor profundidad y extensión de los conflictos. Lo cierto es que, al menos en la función a la que asistí, el público aplaude con entusiasmo creciente al final de ‘Los farsantes’.

La celebración que supone la propuesta tras una década del autor y director en el mundo del teatro va a girar por España de modo que, aunque solo le queda una semana en el Valle-Inclán, y prácticamente están vendidas todas las localidades, basta con que se esté atento a la función programada en el teatro más cercano a tu ciudad, para no perderse la oportunidad de disfrutar de estos cuatro grandes de la interpretación y de una magnífica puesta en escena de una comedia llena de historias, personajes y conflictos que no le resultarán nada ajenos a quienes estén cercanos al mundo del teatro, el cine y la televisión.

‘Los farsantes’

Texto: Pablo Remón (con la colaboración de Violeta Canals)

Dirección: Pablo Remón

Reparto: Javier Cámara, Francesco Carril, Bárbara Lennie y Nuria Mencía

Escenografía: Monica Boromello

Iluminación: David Picazo

Vestuario: Ana López Cobos

Diseño de sonido: Sandra Vicente

Ayudante de dirección: Raquel Alarcón

Ayudante de escenografía: María Abad

Ayudante de iluminación: Daniel Checa

Ayudante de vestuario: Cristina Martín

Ayudante de sonido: Benigno Moreno

Alquiler de vestuario: Peris Costumes

Realizaciones: Mambo Decorados y Sfumato Pintura y Modelado Escénicos (Escenografía), Pinelly (Vestuario), Betto García (Sombrerería), María Calderón (Ambientación de vestuario)

Diseño de cartel: Equipo SOPA

Coproducción: Centro Dramático Nacional y Buxman Producciones

Teatro Valle-Inclán, (Madrid)

Hasta el 12 de junio de 2022

José-Miguel Vila

Columnista y crítico teatral

Periodista desde hace más de 4 décadas, ensayista y crítico de Artes Escénicas, José-Miguel Vila ha trabajado en todas las áreas de la comunicación (prensa, agencias, radio, TV y direcciones de comunicación). Es autor de Con otra mirada (2003), Mujeres del mundo (2005), Prostitución: Vidas quebradas (2008), Dios, ahora (2010), Modas infames (2013), Ucrania frente a Putin (2015), Teatro a ciegas (2017), Cuarenta años de cultura en la España democrática 1977/2017 (2017), Del Rey abajo, cualquiera (2018), En primera fila (2020), Antología de soledades (2022), Putin contra Ucrania y Occidente (2022), Sanchismo, mentiras e ingeniería social (2022), y Territorios escénicos (2023)

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