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'La autora de Las meninas', sátira distópica ibérica

'La autora de Las meninas', sátira distópica ibérica

jueves 11 de enero de 2018, 07:34h

Ernesto Caballero, director del CDN, dramaturgo y director de escena, ha puesto al servicio de Carmen Machi una fábula distópica en forma de comedia que gira en torno a la impostura en el arte, la manipulación política y social, el uso y abuso del poder asentado en el analfabetismo y el desconocimiento de la historia y el desprecio por la tradición, sobre un mundo que se asienta en unos principios sin fundamento en donde la cultura -en el mejor de los casos- se reduce también a números en el balance económico de las arcas del estado, y en el culto al yo de políticos, intelectuales y artistas. Y todo ello reunido en hora y media de un montaje, ‘La autora de Las meninas’, que Caballero ha escrito y dirigido y que puede verse hasta finales de enero en el madrileño Teatro Valle-Inclán, del CDN.

La historia de ‘La autora de Las meninas’ discurre dentro de dos décadas, en 2037, fecha a la que llegan las ondas de la profunda crisis económica que asoló España treinta años atrás. Ahora gobierna el partido político “Pueblo en pie”, (clara alusión al “Podemos” de nuestros días), que pretende conseguir nuevos fondos con los que poder abordar los crecientes gastos sociales, a través de soluciones tan arriesgadas como innovadoras y descabelladas. La primera, la venta del patrimonio artístico español, empezando por algunos de los cuadros emblemáticos del Museo del Prado. Para ello, el nuevo Ministerio de Igualdad y Asuntos Sociales y de Género, que tiene también competencias de Cultura, encarga a una monja copista, Sor Ángela (Carmen Machi), hacer una reproducción de Las Meninas, de Velázquez, para reemplazar al original, cuya venta se ha acordado con un país del Golfo, a quien sobran los petrodólares. Para ello va a vivir encerrada unos cuantos meses en el Museo del Prado en donde tendrá que entendérselas con Alicia, la directora del museo (Mireia Aixal), y con Adrián (Francisco Reyes), vigilante jurado nocturno y mefistofélico personaje, catalizador de un cambio radical en la concepción de la pintura por parte de Sor Ángela, a quién, además, acaba seduciendo.

La comedia adquiere tintes de sátira esperpéntica tanto en lo político, como en lo artístico y en lo social en donde Caballero no deja títere con cabeza: partidos políticos (además de “Pueblo en pie”, secundan la iniciativa PSOE y PP -estos con sus siglas actuales-); el feminismo machacón (“ciudadanos y ciudadanas…”); los medios de comunicación que sirven mansamente a los intereses políticos dominantes; a la Iglesia y a la religión; la eterna situación catalana, que para entonces se ha subvertido totalmente, y ahora sus mandatarios buscan la integración en el estado español. Y, por supuesto, dado el tema central de la sátira, las vanguardias artísticas del siglo XX: el futurismo, el dadaísmo y el arte conceptual en general que va de Kandinsky al famoso urinario de Duchamp, elegido por medio millar de expertos, críticos y artistas, como la obra de arte más influyente del siglo pasado.

Tantos, tan variados y tan profundos asuntos como se tratan aquí, corren el riesgo de diluirse o de banalizarse en comedia que en muchos momentos recuerda a Els Joglars en su Daalí, aunque en este caso se evidencia un cierto afán didáctico pronunciado por la metateatralidad del planteamiento, que induce a la reiteración de temas, a nuestro juicio innecesaria. Pero eso no resta méritos a la actuación de Carmen Machi, que hace las delicias del público desde el principio al final de su intervención, secundada por Mireia Aixal y Francisco Reyes, necesarios contrapuntos en sus respectivos personajes, de una monja que pasa de la bondad y la humildad al arrebato místico, y de la posesión demoníaca a la vanidad del artista, y que hasta sucumbe al precepto del sexto mandamiento.

Paco Azorín ha diseñado una escenografía tan sencilla como deslumbrante, a través de tres grandes lienzos en los que se juega con los espejos y la metateatralidad, y en los que son frecuentes las proyecciones pictóricas de vídeo de Pedro Chamizo, que también ayuda a Azorín en la espléndida luz de la función.

‘La autora de Las meninas’

Texto y dirección: Ernesto Caballero

Reparto: Mireia Aixalà, Carmen Machi y Francisco Reyes

Escenografía e iluminación: Paco Azorín

Vestuario: Ikerne Giménez

Espacio sonoro: Luis Miguel Cobo

Vídeo y ayudante de iluminación: Pedro Chamizo

Ayudante de dirección: Ramón Paso

Fotos: David Ruano

Diseño de cartel: Javier Jaén

Coproducción: Centro Dramático Nacional y Focus

Agradecimientos: Museo Nacional del Prado

Teatro Valle-Inclán, Madrid

Hasta el 28 de enero de 2018

José-Miguel Vila

Columnista y crítico teatral

Periodista desde hace más de 4 décadas, ensayista y crítico de Artes Escénicas, José-Miguel Vila ha trabajado en todas las áreas de la comunicación (prensa, agencias, radio, TV y direcciones de comunicación). Es autor de Con otra mirada (2003), Mujeres del mundo (2005), Prostitución: Vidas quebradas (2008), Dios, ahora (2010), Modas infames (2013), Ucrania frente a Putin (2015), Teatro a ciegas (2017), Cuarenta años de cultura en la España democrática 1977/2017 (2017), Del Rey abajo, cualquiera (2018), En primera fila (2020), Antología de soledades (2022), Putin contra Ucrania y Occidente (2022), Sanchismo, mentiras e ingeniería social (2022), y Territorios escénicos (2023)

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