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Obra de teatro Tijuana
Obra de teatro Tijuana

'Tijuana': lagartijas tiradas al sol en busca del México real

viernes 13 de abril de 2018, 10:42h

El Colectivo mexicano Lagartijas Tiradas al Sol ha puesto en escena, durante dos días -11 y 12 de abril- y en los Teatros del Canal de Madrid, la obra de teatro documental ‘Tijuana’, que narra la experiencia de Gabino Rodríguez, convertido durante seis meses (“176 días…”) en Santiago Ramírez, habitante de Tijuana, donde permaneció incomunicado mientras trabajaba con el salario mínimo que marca la legislación local, poco más de 70 pesos diarios (3,5 €, aproximadamente), en una fábrica (“maquila”), que hace frontera con Estados Unidos, muchas de cuyas compañías trasladan hasta Tijuana sus fábricas, donde la mano de obra es infinitamente más barata, lo que lleva aparejado el incremento geométrico de sus beneficios.

Tijuana y Santiago Amoukalli, que también subirá a los escenarios del Canal los días 13 y 14 de abril, son dos montajes teatrales que forman parte de ‘La democracia en México (1965-2015)’, un proyecto con el que Lagartijas tiradas al sol busca retratar la realidad política, social e histórica de su país a través de una serie de 32 piezas (no solo hay montajes teatrales, también talleres, libros, audio y cortos cinematográficos), a mundos sumergidos, como los 32 estados mexicanos. ‘Tijuana’ corresponde al de Baja California y Santiago Amoukalli al de Puebla. Son la segunda y tercera pieza de este ambicioso proyecto a mitad de camino entre lo sociológico y lo artístico.

Podría pensarse, a primera vista, que el montaje tiene bastante de periodístico, pero no es sólo eso. La narración, que trata de ser objetiva en todo momento, está interpretada por el propio Gabino Rodríguez, quien asume también la identidad de varios personajes más, con los que convivió durante su prolongada estancia en Tijuana (una familia -padre, madre e hija-, ocupando una de las habitaciones de su casa, algún líder político y sindical, el matón del barrio…). Los elementos en escena son mínimos, apenas dos o tres sillas, una pantalla de cincuenta y tantas o sesenta pulgadas en medio, y varias tiras blancas marcando líneas para delimitar los distintos espacios por los que se mueve el personaje: su habitación, la terraza, el camino hacia la fábrica, la parada del “camión” (bus), una cervecería… Y de fondo, una gran fotografía con la gran ciudad al fondo, con sus grandes edificios, sus parques, el canal que divide la ciudad en dos partes... Es el sueño imposible que nadie que habita ese barrio podrá llegar a cumplir jamás.

Vivir, o mejor aún, sobrevivir con tres euros y medio diarios no es tarea fácil. Hay que economizar hasta el número de respiraciones que uno hace por minuto porque la energía que se consume también tiene un precio: no es lo mismo cansarse hasta la extenuación, que estar fresco al día siguiente para poder seguir ganando ese mísero sueldo que te ayuda a sobrevivir. Tantos pesos para la habitación, tantos para el transporte, tantos para el supermercado y, al final, no más de 20 pesos semanales para el ocio, que es tanto como decir, tres o cuatro cervezas en ese antro ocupado solo por hombres que bailan solos, muchas veces medio borrachos, y con quienes Santiago establece una extraña amistad, si es que así puede llamarse a esa relación cíclica y aséptica.

Los datos se ofrecen en el montaje apoyados por vídeos, audios y alguna canción mexicana que ilustra cuanto se muestra en escena. Datos objetivos y una parte del imaginario colectivo del pueblo hispano, el que se recoge en esos cuantos temas que suenan, para que al final sea el propio espectador quien llegue a sacar sus propias conclusiones. ¿Es lícito, es ético, es moral que a menos de diez minutos en coche, a uno y a otro lado de la frontera mexicana estadounidense puedan vivirse realidades tan distintas y distantes entre sí?

Más que Gabino Rodríguez, el protagonista de este ‘Tijuana’, es el mismo México, un país que contiene duras realidades que pretenden retratar con la honestidad como bandera estas Lagartijas tiradas al sol, quemándose de realidad como los demás mortales, aunque con la conciencia autocrítica también de saber que la suya -por dura que sea-, tiene un tiempo limitado- esos “176 días” que duró el intento de aproximación a esa realidad- no como la de los habitantes de los distintos lugares donde recalan, que tendrán que soportarla durante toda una vida. Como la propia compañía declara en sus principios fundacionales de este tipo de teatro, aquí se funden “biografía, documento e historia”. Teatro y vida, realidad y ficción, deseos y frustraciones



‘Tijuana’

Un proyecto de: Gabino Rodríguez

Basado en textos e ideas de: Gunter Walraff, Andrés Solano y Martín Caparrós

Dirección adjunta: Luisa Pardo

Iluminación: Sergio López Vigueras

Pintura escénica: Pedro Pizarro

Diseño de audio: Juan Leduc

Vídeo: Chantal Peñalosa y Carlos Gamboa

Colaboración artística: Francisco Barreiro

Compañía: Lagartijas tiradas al sol

Teatros del Canal, Madrid

11 y 12 de abril de 2018

José-Miguel Vila

Columnista y crítico teatral

Periodista desde hace más de 4 décadas, ensayista y crítico de Artes Escénicas, José-Miguel Vila ha trabajado en todas las áreas de la comunicación (prensa, agencias, radio, TV y direcciones de comunicación). Es autor de Con otra mirada (2003), Mujeres del mundo (2005), Prostitución: Vidas quebradas (2008), Dios, ahora (2010), Modas infames (2013), Ucrania frente a Putin (2015), Teatro a ciegas (2017), Cuarenta años de cultura en la España democrática 1977/2017 (2017), Del Rey abajo, cualquiera (2018), En primera fila (2020), Antología de soledades (2022), Putin contra Ucrania y Occidente (2022), Sanchismo, mentiras e ingeniería social (2022), y Territorios escénicos (2023)

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