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Toni Pino, a la izquierda, y Antonio Lizana, a la derecha, con Cecilia Krull, Sheila Blanco y artistas guatemaltecas. |
Milagro laico, musical y cultural. En estos oscuros tiemos distópicos aún existe gente, por fortuna, que cree y trabaja por la utopía. Como el polifacético Toni Pino y su Antigua Fusión, un proyecto artístico y social creado en 2024 por él (Quimeras Fusión), que conecta a jóvenes guatemaltecos de comunidades vulnerables con artistas españoles. En el que a través de talleres, conciertos y actividades educativas, se fomenta la creatividad, la inclusión y el intercambio cultural. En solo cuatro ediciones (2024-2025), Antigua Fusión ha involucrado a más de 150 jóvenes, tres escuelas locales y 14 artistas españoles, generando un impacto real en la formación artística y social de los participantes. Además, el proyecto impulsa la internacionalización del arte español en Centroamérica, convirtiendo a Antigua Guatemala en un referente cultural y un punto de encuentro entre artistas, instituciones y comunidades.