La ciudad japonesa de Hiroshima está conmemorando este miércoles el 80 aniversario del bombardeo atómico perpetrado por el Ejército estadounidense, bajo la peligrosa sombra de volver a utilizar esta peligrosa arma que puede acabar con todo vida humana. Así que desde Diariocrítico queremos conmemorar esta señalada fecha con 5 grandes películas que nos advierten de los peligros que conlleva el arsenal atómico.
La Jetée (1962)
'La Jetée' es una de las experiencias cinematográficas más misteriosas y fascinantes de la historia, un mediometraje de 28 minutos, sobre imágenes fijas y voces en off, y viajes en el tiempo, al que su director calificó como fotonovela y que fue la inspiración para el '12 Monos' de Terry Gilliam. La película comienza con el recuerdo de una imagen que no ha podido olvidar el protagonista, como mientras estaba con sus padres en el Aeropuerto de Orly vio como asesinaban a alguien. Luego la película nos transporta a un futuro en el que, tras la III Guerra Mundial, por supuesto nuclear, la humanidad encara su extinción. Mejor no saber mucho más del argumento y sumergirse en esta fascinante obra en la que se nos cuenta, además, una rocambolesca historia de amor y recuerdos.
¿Teléfono Rojo? Volamos hacia Moscú (1964)
'¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú' (otra de esas extrañas traducciones de la época, el título original era 'Dr. Strangelove, or How I Learned to Stop Worrying and Love the Bomb') veía a Stanley Kubrick entregando la comedia más negra de todos los tiempos, una que termina con el apocalipsis nuclear en medio de la suave voz de Vera Lynn cantando 'We'll Meet Again'. El director da rienda suelta a un genio de la comedia como Peter Sellers, que entrega la actuación de su vida interpretando tres papeles distintos, un militar inglés, el presidente de los EEUU y el mítico Doctor Strangelove del título original, un personaje tan siniestro y, a la vez, divertido, que Kubrick no encontró una sola toma válida en la que alguno de los otros actores no se estuviera riendo. Pero lo interesante de la cinta es que lo que cuenta no tiene ni pizca de gracia, el mundo se podría haber acabado así, sin demasiados problemas. Estrenada al poco de la crisis de los misiles de Cuba, Kubrick nos viene a decir que la estupidez humana nos llevará a nuestra autodestrucción y, cuando esto pase, muchos lo van a hacer encantados, cabalgando a lomos del arma que inicie la mecha.
El planeta de los simios (1968)
Franklin J. Schaffner entrega uno de los mayores clásicos de la ciencia-ficción que va mucho más allá de su conocido, y traumático, final. Heston está estupendo y el maquillaje de los simios sigue siendo tan efectivo en estos tiempos de imágenes generadas por ordenador como lo fue en 1968. Un retrato despiadado de la animalidad humana del que lo único malo que existe es su horrendo 'remake' a cargo de Tim Burton... Pero, aunque no se menciona, parece claro que los gritos desesperados de Charlton Heston al final tienen mucho que ver con la bomba atómica.
La tumba de las luciérnagas (1988)
La increíble 'La tumba de las luciérnagas' de Isao Takahata es una de las mejores películas antibelicistas de la historia. Una película desagarradora sobre la II Guerra Mundial protagonizada por dos hermanos que mostró el alma de poeta de Takahata. A pesar de que no se nombra la bomba atómica en sí, los bombardeos estadounidenses sobre suelo japonés pocas veces han tenido un reflejo más brutal en la gran pantalla. Dentro de la animación también deberíamos también mencionar la desoladora película británica 'Cuando el viento sopla'.
Oppenheimer (2023)
La historia de este Prometeo humano que nos dio el fuego con el que podíamos autodestruirnos es el trabajo más profundo y personal de Christopher Nolan, también la más portentosa actuación de Cillian Murphy, que ha ido mucho más allá del habitual parecido físico o imitación vocal, para crear un personaje creíble y multidimensional, un hombre que pasó a la historia por una cosa a la que se opuso el resto de su vida. Nolan ha lanzado su particular bomba atómica fílmica y ha conseguido una película asombrosa que deja claro que estamos ante un director enorme, una película que radiografía nuestro mundo actual, a través de hechos pasados, y cuyo resultado es que vivimos andando a ciegas al borde de un acantilado. Lea la crítica completa>>