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Las 20 mejores películas de los años 70 (del 20 al 11)
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Las 20 mejores películas de los años 70 (del 20 al 11)

martes 20 de abril de 2021, 13:01h

Tras repasar las décadas de los 50 y los 60, llega el turno de echar una ojeada a una de las décadas más convulsas y creativas del siglo XX cinematográfico, los años 70. Tras el éxito de películas como 'Bonnie & Clyde' o 'Easy Rider', una nueva generación de cineastas tomaría el mando en Hollywwod quitándosela a los grandes dueños originales, estamos ante el momento de la historia en la que la Meca del cine tomaría más riesgos en su historia, rodando el cine más político, más comprometido y más social de su historia, un periodo que llegaría a su fin desde dentro, cuando dos de sus componentes, como Steven Spelberg y George Lucas, le mostraran a la industria como ganar dinero con franquicias, y otro, Michael Cimino, con el fracaso comercial de 'La puerta del cielo', casi lleva a la ruina a United Artists... Pero ahora es el momento de repasar nuestras 20 películas favoritas de aquellos años (del 10 al 1):

20. El jovencito Frankenstein (1974)



Mel Brooks no es ni el director, ni el humorista, más fino del mundo, pero en 1974, año en el que dirigió 'Sillas de montar calientes' y este 'El jovencito Frankenstein', estaba en su momento más dulce y como resultado entregó dos de las películas más divertidas de todos los tiempos. Puede que la primera lo sea más todavía, pero la segunda es la mejor película de las dos, un glorioso homenaje/parodia a los grandes clasicos de terror de la Universal, en concreto a las películas de James Whale sobre la criatura surgida de la imaginación de Mary Shelley. Gene Wilder es el protagonista absoluto, además del guionista principal, y vuelve a demostrar que es uno de los tipos más divertidos que ha desfilado por la gran pantalla (a pesar de su posterior declive), pero el resto del reparto está a la altura, incluido Peter Boyle metiéndose en los enormes zapatos de Karloff, Teri Garr, Cloris Leachman, Madeline Kahn, un Gene Hackman totalmente irreconocible y una mención especial para un Marty Feldman que roba todas sus escenas como Igor (o Aigor).

19. Stalker (1979)



Pocas veces habrán visto saltar de Mel Brooks a Andrei Tarkovsky en un solo paso... 'Stalker' es una película reflexiva y lenta, pero también mágica e hipnótica. el director ruso narra el viaje de tres hombres (el Stalker del título, un escritor, representando la ficción, y un profesor, representando a la razón) a la Zona, un misterioso lugar que, según se dice, alberga un lugar donde los sueños se hacen realidad. Tarkovsky coge la realidad y la deforma a su favor, en una URSS en la que desde los 50 existían lugares cerrados, con pueblos enteros abandonados, donde se realizaban oscuras pruebas atómicas. En cierto sentido, 'Stalker' se adelantó a la tragedia de Chernobyl. Sus planos son largos y evocadores, es una película que avanza poco a poco y, desde luego, no es para todos los paladares. Antes de entrar en la zona hay una larga escena en la que se ve a los tres personajes en las vías sin que pase mucho más, está hecho para provocar una especie de trance, de preludio a la entrada al sueño que es la zona, hay un corte abrupto y, de repente, ya estamos allí en la zona de la magia y los sueños, el sepia del principio es sustituido por el color (como le ocurría a Dorothy al llegar a Oz), nuevamente la dualidad entre realidad y fantasía.

18. Dersu Uzala (El cazador) (1975)



Pocas películas han contado de manera más hermosa la amistad que surge entre dos hombres de etnias y culturas diferentes como lo hace la segunda película en color de Kurosawa. El gigante del cine japonés vuelve a demostrar su humanismo y su moralidad en una película que sirvió para encauzar su carrera, tras su intento de suicidio y el fracaso de 'Dodes'ka-den'. Una película muy hermosa en la que Kurosawa nos habla de la relación entre hombre y naturaleza.

17. Cabaret (1972)



Cuando el musical agonizaba en el cine, el coreógrafo más renombrado del género decidió ponerse tras la cámara para devolverle el esplendor perdido, logrando con ello colocar su nombre a la altura de mitos como Stanley Donen o Vincente Minnelli. Bob Fosse convierte en una estrella a alguien predestinada para triunfar en este campo, una Liza Minnelli cuyos padres, Vincente y Judy Garland, pueden optar al título de mejor director del género y estrella definitiva del mismo. Joel Grey, como maestro de ceremonias, nos da la bienvenida al Berlín de principios de los años 30 y nos muestra el irrefrenable ascenso del nazismo, en un musical en el que los números, totalmente brillantes, están perfectamente integrados en la historia, como el de ese niño, idealizada representación de la raza aria, cantando 'Tomorrow belongs to me', al que se le une una enfervorecida masa que deja en el aire la mejor frase de la película: "¿Todavía piensas que los podéis controlar...?"

16. Arrebato (1979)



Iván Zulueta moderniza al cine español con una obra maestra incalificable, una historia sobre adicciones, éxtasis y vampiros. Puede que en 'Arrebato' no salgan seres con colmillos afilados pero desde luego sí que aparece un vampiro. Lo que pasa es que es el propio cine, representado por la cámara. El realizador vasco, que sabía una cosa o dos sobre adicciones, vio en los vampiros y en sus víctimas, una metáfora perfecta de éstas, y la película está llena de adictos, ya sea a la heroína, al placer, al subidón, al arrebato. Cualquiera que haya visto esta maravilla sabrá de la difícil sensación de volver a mirar a una cámara que nos graba, y es que como decían algunas culturas aquí la fotografía, el cine, te roba el alma.

15. El cazador (1978)



Una película tan intensa como una partida de ruleta rusa, una obra sobre la amistad y la vida, pero también sobre los horrores de la guerra y sus terribles consecuencias. Cimino dirige con furia, Vilmos Zsigmond entrega una cuidada fotografía y el elenco, formado por Robert De Niro, Christopher Walken, John Savage, Meryl Streep y John Cazale, esta en absoluto estado de gracia.

14. Alguien voló sobre el nido del cuco (1975)



Milos Forman dio vida a la obra antiautoritaria del arcángel del ácido, Ken Kessey. Forman, en su primera aventura fuera de su natal Checoslovaquia, sabía bastante sobre autoritarismos y entendió a la perfección que la enfermera Ratched era la personificación de las instituciones/estados totalitarios, gente capaz de convertirte en un vegetal con una sonrisa en la boca, mientras que el personaje de Nicholson representa la libertad individual. En unos EEUU todavía conmocionados por el Watergate y la dimisión de Nixon 'Alguien voló sobre el nido del cuco' resonó enormemente, convirtiéndose en la segunda película en conseguir los cinco Oscar grandes, película director, guión adaptado, actor y actriz principal, para Louise Fletcher.

13. La vida de Brian (1979)



Todavía hay quien considera ésta película como sacrílega pero Brian surgió cuando los Monty Python se dieron cuenta de que, en palabras de Terry Jones, "Jesús era un tipo legal, buena gente y no podíamos cachondearnos de él así como así". Fue de este modo en el que se descartó el primer título, 'Jesucristo, ansias de gloria' y apareció 'La vida de Brian' donde decidieron que sería más divertido apuntar a, parafraseando otra película suya, "sus locos seguidores". Una clara candidata al título de película más divertida de todos los tiempos, a cargo de los que podríamos llamar como los Beatles del humor.

12. Alien, el octavo pasajero (1979)



Ridley Scott actualiza las historias de casas encantadas llevándoselas al espacio exterior y poniendo como protagonista a una heroína femenina. El directpr de 'Blade Runner' vuelve a demostrar su innato talento visual con varias escenas icónicas, ninguna más impactante que la presentación en sociedad del famoso octavo pasajero. Un cuento gótico espacial que sigue siendo uno de las indiscutidas obras maestras del cine de terror.

11. Chinatown (1974)



El homenaje de Roman Polanski al cine negro es una de las películas más agridulces de la historia, con ración extra de oscuridad. En plena época de "moteros tranquilos y toros salvajes" Polanski y el guionista Robert Towne llevan el 'noir' hasta sus extremos, con un detective dándose de cabeza contra algo contra lo que no puede luchar, una ciudad tan corrupta como el tipo que la dirige, un John Huston, que era uno de los padres del género gracias a títulos como 'El halcón maltés' o 'La jungla de asfalto'.

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