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En el Teatro Romea de Barcelona

Un momento de la representación.
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Un momento de la representación. (Foto: David Ruano)

“Paraíso perdido”: una tragedia clásica con ribetes contemporáneos muy bien interpretada

Pere Arquillué y Cristina Plazas protagonistas de una obra con el trasfondo de la lucha entre Dios y Satanás, basada en el poema de John Milton

martes 08 de noviembre de 2022, 10:07h
En el Teatro Romea se está representando la obra “Paraíso perdido” con dramaturgia de Helena Tornero, dirección de Andrés Lima, y un amplio abanico de intérpretes: Pere Arquillué, Cristina Plazas, Lucía Juárez, Rubén Eguía, Elena Tarrats y Laura Font. Una obra basada en poema épico de John Milton que habla de la caída del hombre y de Satanás, y también del oficio de actor, menospreciado a lo largo de la historia y que supone la rebeldía frente al poder establecido.

El espectáculo comienza con un brillante monólogo del personaje de Satanás (que interpreta Cristina Plazas). El personaje de Dios (Pere Arquillué) escucha sentado, vestido con un traje y cojeando, para luego entrar en escena. Podría ser una especie de narrador, que crea problemas con el mundo que idea, y luego los domina. Habla con una mezcla de ironía y cinismo, y le da réplica Satanás, estableciéndose entre ambos un juego dialéctico. La obra está llena de metáforas, como la rebelión de Satanás contra la tiranía del Cielo; surgen temas como las relaciones de poder, y el libre albedrío que deja las decisiones terrenales en manos de los hombres.

Dios le otorga al hombre la responsabilidad de entregarle la Tierra. Hay una recreación de la Biblia en el poema de John Milton, como la expulsión de Satanás y la creación del infierno; la famosa “tentación de la manzana y el pecado original”. Adán y Eva son interpretados por Lucía Juárez y Rubén Eguía, quienes van recubiertos por pelaje en un principio, recrean una danza como metáfora de la creación de ambos, y el resto de la obra aparecen desnudos.

Escenografía

Laura Font simboliza el personaje de “La culpa”, mientras que Elena Tarrats es “La muerte”. Ambos interpretan un baile operístico al que ayuda, como en todo el espectáculo la música y una videopantalla.Todo ello crea una atmósfera onírica. Los personajes secundarios están muy logrados y no desmerecen el protagonismo de Dios y Satanás (Arquillué y Plazas). Destaca el monólogo de Lucía Juárez en el tramo final, cuando reivindica con vehemencia y convicción en un alegato feminista, el olvido que ha sufrido la mujer a lo largo de la historia. Aunque el poema de Milton, de gran belleza, fue escrito en 1667, la obra tiene un carácter contemporáneo, pues refleja el destrozo que el hombre ha inferido al planeta, y reivindica el oficio de actor que ha sido menospreciado por el poder, con alusiones a la censura y al miedo que los gobernantes tienen a los intérpretes de la escena.

En “Paraíso perdido” se habla también de la moral política, la ética del poder, y su relación con el ciudadano. La dialéctica entre hombre y mujer es otro de los argumentos así como el bien y el mal, y la rebeldía que supone el teatro. El personaje de Eva (Lucía Juárez) es una especie de “mujer fatal” y ser vanidoso, ante el que el hombre muestra su ingenuidad. El espectáculo tiene una escenografía impactante, una música que realza lo que se cuenta. Puede hablarse de una tragedia clásica, con Satanás de protagonista.

Se representó en el Teatre Grec el pasado verano (26-27 de Julio) y ahora recala en el Teatro Romea, desde el pasado 26 de Octubre hasta mediados de Diciembre. Los espectadores pueden acudir a presenciar el espectáculo de martes a sábado a las 20h., y los domingos a las 18.30. Más adelante hará gira, e irá a Madrid.Una obra atrevida, rebelde, crítica, y que se sale de los cánones habituales. El espectador puede reflejarse a través de los variopintos personajes que aparecen: hombres, mujeres, ángeles, demonios, y comediantes.

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