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Beber leche y la lactosa
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Beber leche y la lactosa (Foto: Unsplash)

Muerte por consumir leche: diferencia entre la intolerancia y la alergia a la lactosa

Ayer se conocía la triste noticia de que una menor, de 17 años, fallecía en la localidad de Manzanares (Ciudad Real) al consumir un café que tanía leche, cuando la joven era fuertemente alérgica a la leche.

La chica entró en parada después de tomar el café cuando se encontraba con unos amigos. Ahora se han ampliado las alarmas por esta alergia a la lactosa, pero hay que diferencia la alerta por intolerancia a la de la alergia a este componente de la leche.

Qué es la intolerancia a la lactosa

La intolerancia a la lactosa es una afección muy común en la que el cuerpo tiene dificultades para digerir la lactosa, un tipo de azúcar que se encuentra en los productos lácteos. Esta afección es muy diferente a la alergia a la leche, que es una reacción inmunológica a las proteínas de la leche.

Beber leche

Aunque la intolerancia a la lactosa puede ser muy incómoda, causando síntomas como dolor abdominal, gases y diarrea, generalmente no es peligrosa y rara vez causa complicaciones graves. Sin embargo, hay casos extremadamente raros en los que la intolerancia a la lactosa puede ser fatal. Se debe a la falta de la enzima lactasa, que ayuda a descomponer el azúcar de la leche.

Una de las complicaciones más graves de la intolerancia a la lactosa es la deshidratación. Cuando el cuerpo tiene dificultades para digerir la lactosa, puede provocar diarrea y vómitos, lo que puede llevar a una pérdida significativa de líquidos y electrolitos. Si no se trata, esto puede provocar deshidratación grave, lo que puede ser mortal.

En algunos casos, la intolerancia a la lactosa también puede provocar complicaciones más graves, como la pancreatitis. La pancreatitis es una inflamación del páncreas que puede provocar dolor abdominal intenso, náuseas y vómitos. Si no se trata, la pancreatitis puede provocar complicaciones graves, como infecciones y daño permanente en el páncreas.

En la mayoría de los casos, los síntomas de la intolerancia a la lactosa se pueden controlar con cambios en la dieta y el estilo de vida.

Alergia a la leche

Es importante tener en cuenta que la intolerancia a la lactosa no es lo mismo que la alergia a la leche. La alergia a la leche es una reacción inmunológica a las proteínas de la leche, y puede ser mucho más peligrosa que la intolerancia a la lactosa. En casos extremos, una reacción alérgica grave a la leche puede provocar anafilaxia, una reacción potencialmente mortal que puede provocar dificultad para respirar, caída de la presión arterial y shock anafiláctico. Es lo que le habría ocurrido a la joven fallecida.

Quienes tienen intolerancia a la lactosa o alergia a la leche o sospechan de ello, deben ponerse en manos de un médico o dietista para desarrollar un plan de tratamiento adecuado. Esto puede incluir cambios en la dieta, la eliminación de ciertos alimentos y el uso de medicamentos para controlar los síntomas.

En cualquier caso, es importante identificar síntomas graves después de consumir alimentos lácteos, como dolor abdominal intenso, vómitos o dificultad para respirar, buscando atención médica inmediata.

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