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‘Antártida’
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‘Antártida’

Crítica de la obra de teatro 'Antártida': llorar por una gata y descongelar conciencias

martes 16 de enero de 2024, 08:44h

Álvaro Revuelta (Zaragoza, 1993), graduado en Medicina y con el Máster de Creación Teatral de Juan Mayorga de la Universidad Carlos III, firma y dirige este interesantísimo thriller titulado ‘Antártida’ que, al menos por el momento, puede verse también los dos últimos sábados de enero en el coqueto y madrileño Umbral de Primavera. La propuesta es fascinante desde todos los puntos de vista que concurren en el espectáculo. Más sorprendente aún después de saber que este es sólo el tercer montaje de la joven Compañía Kurasana, nacida en 2021 y ya con otros dos interesantes montajes en su haber: Manual de histeria universal y Una absurda explosión de maravillosa belleza.

El germen de la compañía hay que buscarlo en el grupo de teatro universitario No damos crédito de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid, y acaso por esa misma circunstancia, la de que buena parte (si no la totalidad) de sus integrantes están vinculados al campo de la medicina y la salud (con todas las jornadas irregulares que esa profesión lleva aparejadas -guardias, horas extraordinarias, etc-, a veces impide conocer quiénes de los intérpretes serán los cuatro que protagonicen cada función. En la del 13 de enero fueron Álvaro Revuelta (Tom), Ana Jalibra (Alex), Gabriela Burgos (Ismine) y Lucas Lerin (Harry) pero, en realidad, doy por supuesto -y esto es mucho más que un simple acto de fe–, que cualquier otro día el nivel de implicación y de verdad que los actores transmitan al público será muy, muy parecida. En todo caso, y en la ficha técnica del espectáculo figuran en el elenco, además de los citados,Irene Revuelta, Paula Guisasola, Belén Matey, Santiago Alonso y Alejandro Esteban.

La fábula creada por Revuelta sitúa al espectador en la segunda década del siglo XX y en la ‘Antártida’, ese continente helado e inhóspito prácticamente deshabitado. Allí se ha desplazado una mínima expedición formada por tres hombres que camina con la intención de encontrar la nave en la que dieciséis años antes habían viajado haciendo ese mismo recorrido. La extraña intención aparente que les guía ahora es la de honrar a la gata de uno de ellos, Harry, fallecida entonces y en aquel lugar. Muy cerca de la zona en la que deciden acampar tras una durísima jornada caminando entre el hielo, la nieve y la nada, habita una gran colonia de pingüinos que, con sus gritos o chillidos, parece tener vida propia y hasta interactuar con los inesperados visitantes. De pronto, y de entre los pingüinos, surge la voz de un personaje, Isminne, que a renglón seguido se hace presente y acaba por convertirse en la conciencia de los tres aventureros.

La historia es inquietante, misteriosa, llena de tensión y repleta de un peligro sordo y ciego pero evidente. Algo pasa entre los viajeros que se silencia o se oculta y que sólo la presencia de Isminne acabará haciéndola salir a la luz.

El texto y la dirección de Álvaro Revuelta parecen surgidos de la mente y el oficio de alguien que llevase ya mucho tiempo en el oficio. Eso da muestra de la sensibilidad y la inteligencia de Álvaro Revuelta que, además, también forma parte del elenco. La interpretación de los cuatro protagonistas está llena de fuerza, de tensión y mantiene al espectador absolutamente atado a la butaca de principio a fin del espectáculo. A Paula Guisasola, diseñadora de la estupenda y sencilla escenografía, le bastan un par de plásticos (blanco en el suelo, azulado -por el efecto de la luz- el de fondo), para desplazar realmente al espectador hasta la misma ‘Antártida’. Eso sí, ayudada con extrema eficacia por el diseño de sonido de Lucas Lerín y Santiago Alonso (vientos huracanados y concierto casi constante de pingüinos), la misteriosa luz de Maher Chichakli y Emilio Cruz, el vestuario de extremo abrigo para poder sobrevivir en esas latitudes de Irene Revuelta, y la diligente y oportuna mano de Belén Matey en la coreografía y el movimiento de actores.

El resultado, y no exagero, es una de esas propuestas que reconcilian al espectador exigente con el teatro, y más concretamente con el teatro independiente, ese al que le faltan tantos recursos como le sobran imaginación, entusiasmo y ganas de mostrar sus trabajos. El ser humano, con sus luces y sus sombras, su diálogo con la naturaleza, la aventura personal y social, el misterio que se esconde detrás de cada uno de los personajes que acuden hasta el otro lado del mundo para “Llorar por una gata y descongelar conciencias"... Todos son ingredientes que la compañía Kurasana en su conjunto ha sabido manejar para que brille el trabajo colectivo que siempre es el teatro. Lo ha conseguido de pleno. Imprescindible.

‘Antártida’

Autoría y dirección: Álvaro Revuelta

Reparto: Lucas Lerín, Irene Revuelta, Paula Guisasola, Ana Jalibra, Belén Matey, Gabriela Burgos, Santiago Alonso, Alejandro Esteban y Álvaro Revuelta

Escenografía: Paula Guisasola

Vestuario: Irene Revuelta

Diseño sonoro: Lucas Lerín y Santiago Alonso

Coreografía: Belén Matey

Diseño lumínico: Maher Chichakli y Emilio Cruz

Producción: Cía. Kurasana

El Umbral de Primavera, Madrid

Hasta el 27 de enero de 2024

José-Miguel Vila

Columnista y crítico teatral

Periodista desde hace más de 4 décadas, ensayista y crítico de Artes Escénicas, José-Miguel Vila ha trabajado en todas las áreas de la comunicación (prensa, agencias, radio, TV y direcciones de comunicación). Es autor de Con otra mirada (2003), Mujeres del mundo (2005), Prostitución: Vidas quebradas (2008), Dios, ahora (2010), Modas infames (2013), Ucrania frente a Putin (2015), Teatro a ciegas (2017), Cuarenta años de cultura en la España democrática 1977/2017 (2017), Del Rey abajo, cualquiera (2018), En primera fila (2020), Antología de soledades (2022), Putin contra Ucrania y Occidente (2022), Sanchismo, mentiras e ingeniería social (2022), y Territorios escénicos (2023)

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