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Roca Rey carga la suerte y se luce al natural ante el toro al que cortó una oreja
Roca Rey carga la suerte y se luce al natural ante el toro al que cortó una oreja (Foto: Arjona)

San Isidro: triunfan Roca Rey, Perera, Plácido Sandoval y ‘Cojito’ (un toro)

miércoles 31 de mayo de 2017, 22:35h

El santo patrón, que examina el estado de la Fiesta años tras año en su abono, ha tardado tres semanas y 21 citas, sin contar los festejos de los mal llamados ‘caballitos’ o de rejoneo, en regalarnos una corrida muy interesante en conjunto y en la que pasaron muchas cosas, casi todas buenas. Porque cortaron una oreja Roca Rey y Perera (en orden de méritos), salió un toro muy bravo -¡noticia, noticia!- de nombre Cojito dentro de un encierro de Victoriano del Río que dio juego excepto el último, y también se lució un picador -¡noticia!-, Plácido Sandoval ‘Tito’. El único que desmereció fue López Simón.

Una vez, y esperemos que sirva de precedente no se cumplió el maldito aserto táurico de ‘corrida de expectación, corrida de decepción’. Porque el festejo respondió a lo que se esperaba de él con una terna de mandamases del escalafón y una divisa que, dentro de las comerciales, siempre aporta trapío y muchas veces casta. Que este miércoles subió un peldaño con ‘Cojito’, castaño chorreado lidiado en quinto lugar, un ejemplar bravísimo, al que no hubo que poner en suerte, sino que lo hizo él mismo desde muchos metros de distancia haciendo caso omiso de capotes.

La primera, con su velocidad y su peso de 649 kilos derribó con estrépito a la cabalgadura y a su jinete, Plácido Sandoval ‘Tito’, que no obstante logró ponerle una buena vara. Pero la explosión de la belleza de un toro bravo peleando con el penco, llegó en la segunda cita de los dos animales, también con ‘Cojito’ al galope. Y esta vez, Tito, que ya sabe lo que es triunfar a lo grande en este ruedo en su época con Javier Castaño, volvió a echar la vara con perfección y clavar en todo lo alto, lo que levantó al estremecido público de sus asientos.

Y más cuando ‘Cojito’ acudió de nuevo, aunque desde la segunda raya y el piquero le aguantó sin ponerle la vara. ¿Qué habría ocurrido de no haber pedido su matador López Simón el cambio de tercio? Jamás lo sabremos. Pero va a ser muy difícil ver un toro tan bravo y un picador tan extraordinario. ¡Por estas! ‘Cojito’ siguió galopando alegre en banderillas y llegó a la muleta con la sangre palpitante de la casta, embistiendo humillado como el más arrepentido pecador y pidiendo el carnet de torero/torero. Que Simón, de hinojos, le mostró en forma de tres magníficos redondos y luego, relajado y seguro en varias más ya de pie.

Pero faltaba la magia de la excelsa calidad, que aún se echó en falta al intentar los naturales, por lo que la faena, y la emoción, comenzó a desmerecer y el burel, quizás por ello, inició síntomas de rajarse, razón por la que también perdió la vuelta al ruedo que merecía. Luego Simón, que había apuntado igualmente algo de relajo y tersura con el codicioso segundo, también sin macizar, se eternizó con las armas toricidas y fue pitado mientras restallaban las palmas en honor del bicorne de Victoriano del Río en el arrastre.

Al interés de la función, además del buen juego general de los bureles menos el garbanzo negro que la cerró, también contribuyeron Roca Rey y Miguel Ángel Perera, según méritos. El peruano se enfrentó en tercer lugar con un mansazo que huía despavorido de los engaños y del penco, pero que demudó en un derroche de codicia en la pañosa, eso sí, en la querencia a toriles.

Y ahí el coletudo le plantó cara con valor, verdad -siempre la suerte cargada y todas las ventajas para el bicho- y sentimiento, festonenado varias series límpidas de naturales profundos como la mar océana con el burel imantado a la muleta, cual aconteció en los pases en redondo y en los adornos antes de un estoconazo a ley para llevarse una oreja de mucho peso. Quería el limeño la Puerta Grande, pero su otro enemigo, descastado y con un punto de violencia, se lo impidió.

Por su parte el extremeño, espeso con el encastado primero al que dio muchos pases vulgares y alguno bueno, se sacó la espina con el nobilísimo cuarto, al que le realizó una de sus clásicas faenas con ortodoxia y clasicismo por ambos pitones, incluso evitando, también con la técnica que atesora Perera, que se rajara antes de tiempo, aunque con exceso de pico y algo de retorcimiento en varios momentos, lo que no impidió una petición mayoritaria para que echara un trofeo en su despedida de la Feria.

Ficha

Toros de VICTORIANO DEL RÍO, serios, nobles, que cumplieron en el caballo excepto 3º y 6º, encastados y de buen juego general excepto 6º; 5º, muy bravo. MIGUEL ÁNGEL PERERA: silencio; oreja. LÓPEZ SIMÓN: ovación tras aviso; pitos tras aviso. ROCA REY: oreja tras aviso;palmas tras aviso. Plaza de Las Ventas, 31 de mayo, 21ª de Feria. LLeno de 'no hay billetes'

CRÓNICA DEL FESTEJO ANTERIOR

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