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Portadas de Amy Winehouse, Radiohead, Kendrick Lamar y Frank Ocean
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Portadas de Amy Winehouse, Radiohead, Kendrick Lamar y Frank Ocean

Los 100 mejores discos del primer cuarto de Siglo XXI (del 10 al 1)

lunes 09 de junio de 2025, 15:52h

Desde Diariocrítico nos encantan las fechas redondas, así que no íbamos a dejar pasar de largo que estamos ya en 2025, cumplido el primer cuarto de Siglo XXI, una fecha estupenda para comenzar a vislumbrar las 100 obras fundamentales que nos ha dejado la música pop en estos 25 años. Tras repasar las posiciones entre el 100 y el 91, el 90 al 81, del 80 al 71, del 70 al 61, del 60 al 51, del 50 al 41, del 40 al 31, del 30 al 21 y del 20 al 11 terminamos el reapso con nuestros 10 discos favoritos entre los que se encuentra artistas com Radiohead, Kendrick Lamar o Amy Winehouse:

10. Amy Winehouse - Back to Black (2006)

Uno de esos pocos discos que son perfectos de principio a fin, musicalmente no puede ser más retro, con un ojo puesto en los grupos de chicas de principios de los 60 y el Muro de Sonido de Phil Spector, y el otro en la Motown, con pequeños toques jamaicanos, pero Amy Winehouse lo juntaba con unas letras devastadoras y a flor de piel, en las que se expone más que un cantautor con guitarra acústica, logrando un choque brutal entre la música y lo que cuenta, y es que uno no se imagina a las Ronettes o a Marvin Gaye y Tammy Terrell cantando cosas como "No dejó tiempo para lamentarse, mantuvo su polla húmeda con su misma apuesta segura de siempre...". Un disco de ruptura brutal al que los Dap-Kings y los productores, Mark Ronson y Salaam Remi, dulcifican su dolor con un sonido que es delicioso algodón de azúcar. Los 5 sencillos, 'Rehab', 'You Know I’m No Good', 'Back to Black', 'Tears Dry on Their Own' y 'Love Is a Losing Game' están entre lo mejor de lo que llevamos del Siglo XXI, pero, lo increíble, es que el resto del material no se queda muy lejos.

9. Radiohead - Kid A (2000)

Hay discos donde lo importante son las canciones pero existen otros donde lo importante es el sonido, 'Kid A', posiblemente, sea el ejemplo más radical de estos últimos. Nunca antes un artista había desafiado tanto las expectativas de su propio público como hicieron Radiohead aquí. Si 'Ok Computer' fue "el disco que el mundo necesitaba", 'Kid A' fue el disco que necesitaba la banda. Lo más parecido que puedo encontrar fue la transformación eléctrica de Dylan a partir de 'Like a Rolling Stone' y el Festival de Newport. El público rock había vuelto a encontrar a su Mesías (como lo había hecho el del folk con Dylan en los 60), un grupo capaz de poner de acuerdo a los 'indies' y a los seguidores del rock clásico. Las guitarras habían vuelto y Jonny Greenwood era elevado al altar de los 'guitar hero' pero cuando todo el mundo estaba esperando un nuevo 'Ok Computer' vino 'Kid A'. Un disco que comenzaba con una canción en la que sonaban sintetizadores, había 'samples', voces tratadas, luego entraba Thom Yorke y cantaba "todo está en su sitio". Pero el público rock, no podía estar más en desacuerdo, nada estaba en su sitio ¿Dónde estaban las guitarras? Claro que eso no era nada cuando comenzaba la siguiente canción, la que daba nombre al disco, electrónica y sin melodía aparente. Con solo dos canciones habían conseguido alienar a su audiencia. Recuerdo la primera vez que escuché este disco, no me lo podía creer, me sentí traicionado, sin saberlo, me encontraba en el lado en el que nunca pensé que me iba a hallar, gritando Judas a un artista por dejar de trabajar en la granja de Maggie. Con el tiempo he vuelto a él muchas veces y he comprendido su importancia. No se puede entender la música del siglo XXI sin él, no es que Radiohead abrieran nuevos caminos, es que derribaron todas las barreras y permitieron al rock abrirse como nunca a todo tipo de músicas. Ahora en la ecuación cabía de todo, desde la electrónica inteligente al hip hop, desde el jazz abstracto de Mingus o Alice Coltrane a la música clásica contemporánea, 'Kid A' actuaba como un todo en el que lo importante no eran las canciones, sino las texturas, los descubrimientos, el viaje en el que te encerraba. 'Kid A' no fue la muerte del rock sino su renovación, un disco que supuso un antes y un después y que confirmó a Radiohead como la banda más importante de su generación.

8. Kendrick Lamar - good kid, m.A.A.d. city (2012)

Un disco que marcó un antes y un después en el hip hop, como anteriormente lo hicieron otros como Nas con 'Illmatic' o Public Enemy con 'It takes a nation of millions to hold us back'. Así de influyente fue un disco que se podría denominar conceptual, siguiendo la historia de un joven Kendrick Lamar creciendo en Compton. La lírica de Lamar era excelente y podría servir como guión cinematográfico a una película tipo Tarantino, enseñando además una alternativa a esa cultura autodestructiva de las drogas y las bandas callejeras, sin caer jamás en la moralina o la autocomplacencia. Kendrick Lamar adoptó una perspectiva distinta a la de la mayoría de sus antecesores de la Costa oeste, si Ice Cube, Dre, Snoop Dogg o Tupac se colocaban a sí mismos como gangsters, Kendrick se coloca a sí mismo como espectador de los mismos. Es como en ‘Ciudad de Dios’, se puede contar desde el punto de vista de Ze pequeño o se puede contar desde el punto de vista de Buscapé. ‘Good kid’ es Compton vista desde el punto de vista de un Buscapé, un 'buen chico'. Cuando se haga un grandes éxitos o de canciones favoritas de la carrera de Lamar este será el disco más representado pero canciones fundamentales como 'Bitch, Don't Kill My Vibe', 'Money Trees', 'Backseat Freestyle', 'Sing About Me (I'm Dying of Thirst)' o 'Swimming Pools (Drank)' nunca sonarán mejor que aquí, seguidas una detrás de otra en uno de los 5 discos más importantes de lo que llevamos de Siglo XXI... Y es solo el segundo mejor de su carrera.

7. Fiona Apple – Fetch The Bolt Cutters (2020)

Fiona Apple no es la compositora más prolífica del mundo, en todo el Siglo XXI solo ha sacado 3 discos pero los 3 han aparecido en este repaso y eso dice mucho de su autora. Puede que el más representativo y audaz sea el último hasta la fecha, 'Fetch The Bolt Cutters'. Un disco nada fácil, y menos para estos tiempos de listas de reproducción. Aquí no hay alegres o tristes melodías, sino una artista haciéndonos ver el mundo en el que vivimos. Es un disco áspero pero si te sumerjes en él, escuchándolo con unos buenos cascos y leyendo las letras a la vez, todo comienza a hacer clic y empiezas a ver que cada armonía, cada cambió de melodía, cada palabra entonada, todo suena inspirado y con un propósito. Como ese momento que antes de cantar una de las frases más devastadoras del disco (y está lleno de ellas) Apple comienza a entonar ese 'Good Morning' exactamente igual que en 'Cantando Bajo La Lluvia', y luego le mete las armonías más increíbles de todo el disco, evocando un sentimiento de felicidad absoluta antes de golpearte fuerte en el estómado ("You raped me in the same bed that your daughter was born"). Como dice en 'Under The Table', “Don’t you, don’t you, don’t you, don’t you shush me!” Apple decidió que estaba harta de que la silenciasen, así que ha destrozado las mordazas y dejado claro que piensa decir lo que piensa por muchos golpes debajo de la mesa que le suelten.

6. Arcade Fire - Funeral (2004)

El disco y la banda de rock independiente más importante del siglo XXI, a pesar de todo, el bajón creativo en el que se encuentran y, peor aún, las acusaciones contra su líder. No sé cómo terminarán esas acusaciones contra Win Butler, pero creo que, si se cumple lo peor, habrá que saber diferenciar obra y artista y no mandar a la hoguera al trabajo más influyente en su género, lleno de esos himnos sin atisbo de humor y de ironía pero sí de épica e intensidad con los que eran capaces de incendiar cualquier escenario. Estamos hablando de cosas como 'Neighbourhood 3 (Power Out)', 'Wake Up', 'Neighbourhood 1 (Tunnels)' o 'Rebellion (Lies)', palabras mayores dentro de la música de nuestro tiempo.

5. Sufjan Stevens - Illinois (2005)

El quinto disco de estudio de Sufjan Stevens se centraba en canciones sobre personas, lugares y eventos que tienen relación con el estado de Illinois y fue conocido también como 'Sufjan Stevens Invites You to: Come on Feel the Illinoise', pero, más allá de su original concepto (al principio de su carrera Stevens bromeo con la posibilidad de hacer un disco por cada estado de los EEUU), es uno de los discos más bellos que se han hecho en el siglo XXI, algo así como Steve Reich produciendo a Elliott Smith o Vince Guarladi tocando en el 'Odessey & Oracle' de los Zombies, una barbaridad en la que el pop barroco o de cámara se mezcla con el folk para una obra mayúscula con varias de las mejores canciones de la carrera de Stevens, con títulos como '"Come On! Feel the Illinoise!" (Part I: The World's Columbian Exposition – Part II: Carl Sandburg Visits Me in a Dream)', 'John Wayne Gacy, Jr.' (quizás la canción más bonita que se haya hecho nunca sobre un asesino en serie), 'Go! Chicago! Go! Yeah!', 'Casimir Pulaski Day', 'The Man of Metropolis Steals Our Hearts' o 'The Predatory Wasp of the Palisades Is Out to Get Us!'.

4. The Strokes - Is This It (2001)

Los Strokes no inventaron nada, ni salvaron el rock & roll, ni nada semejante, pero libra por libra su debut es uno de los mejores de la historia, gracias a unas canciones gigantescas con el potencial de ser, todas y cada una de ellas, un sencillo o un éxito por cuenta propia. Y es que cuando finalmente se retiren o decidan encapsular lo mejor de su carrera en un disco recopilatorio, los de Julian Casablancas tendrán que dejar hueco para las 11 canciones que lo componen, puro sonido Nueva York, enraizado en Lou Reed y la Velvet, con algo del juego de guitarras de Television y melodías tan certeras como las de Blondie, sin olvidar guiños/robos a los Heartbreakers de Tom Petty y todo lo 'cool' que pueda ser estar en una banda de rock.

3. Radiohead - In Rainbows (2007)

'In Rainbows' fue el disco que me devolvió la esperanza en Radiohead y el que me hizo revaluar toda su obra posterior a 'Ok Computer'. Ahora entiendo que sin 'Kid A' no podría haber existido 'In Rainbows' pero fue este el que me convenció de la grandeza del grupo. Dicho de otra forma, 'Kid A' es un disco más importante pero 'In Rainbows' es un disco mejor. En su momento se habló más de su revolucionaria forma de pago, se puso a disposición su descarga digital con un "paga lo que quieras", que de su contenido pero este disco fue una de las cimas de una carrera que ya tenía tres obras maestras detrás ('The Bends', 'Ok Computer' y 'Kid A'). Aquí no había relleno, ni ideas sin terminar, eran 10 canciones increíbles, posiblemente las más accesibles desde 'The Bends'. El disco se iniciaba '15 Step', en el que se combinaba de forma magistral la percusión electrónica de los tiempos de 'Kid A' con unas notas de guitarra que podría haber firmado el Johnny Marr de los Smiths, hasta el final con la devastadora balada de piano 'Videotape'. El disco fluía de manera increíble, sin tener un concepto tan claro como 'Kid A' o 'Ok Computer', pero conjugando mejor que ninguno de sus discos todas las facetas de su prodigiosa carrera.

2. Frank Ocean - Blonde (2016)

'Blonde' fue el disco más esperado de los últimos años. Su creador, Frank Ocean había revolucionado la escena R&B con su debut, 'Channel Orange', publicado en 2012 y todo el mundo se estaba volviendo loco por los continuos retrasos de la que debía ser su continuación. Cuando el disco apareció el 20 de agosto, un día después del disco visual 'Endless', pudimos comprobar que la (infinita) espera había merecido la pena. 'Blonde' es uno de esos discos en los que te puedes perder durante días, descubriendo cosas nuevas con cada escucha, un disco que va creciendo y que cuando crees que ya lo has exprimido completamente te vuelve a sorprender con un cambio fuera de lo normal, una interpolación de los Beatles, unos coros angelicales a cargo de Beyoncé o unas figuras de guitarra en las que no habías caído, todo ello con la personal voz de Ocean y su interesante manera de construir canciones, olvidándose del tradicional estrofa/estribillo/puente para desafiarte con nuevas partes. Ocean nos regaló una obra en la que desafiaba las etiquetas, ¿r'n'b? ¿indie rock? ¿rap? (por cierto, increíble el momento Andre 3000 de Outkast) No, como con todos los artistas que marcan su época solo se podía calificar como algo propio, Frank Ocean. Destacar canciones en un disco tan dynamico y hecho para escucharse como un todo es muy difícil, y es que este disco está llena de ellas, desde el inicio con las múltiples voces de 'Nikes', a la mágica guitarra sobre la que se construye 'Ivy', la clase de 'Pink + White', el blues Siglo XXI de 'Self control', la cambiante 'Nights', los efluvios gospel de 'Godspeed' o los guiños a 'Here, There And Everywhere' y Elliott Smith en 'White Ferrari' y 'Seigfried', 'Blond(e)' fue una caja de sorpresas en la que siempre se encontraba algo nuevo con lo que emocionarse.

1. Kendrick Lamar - To Pimp a Butterfly (2015)

'To Pimp a Butterfly' era un disco tan ambicioso que hacía parecer pequeña a su anterior obra maestra, 'Good Kid, M.A.A.d City' (otro disco que de no ser por nuestra elección de un solo disco por artista también aparecería aquí). Pero sobre todo fue el disco con el que Lamar amplió la paleta, esto ya no era una película sobre Compton, sino una enciclopedia sobre la historia, la música y la lucha de los negros norteamericanos. Tocando todos los palos de la música negra de los últimos 100 años, del jazz al funk, del soul al hip hop. De Miles Davis, a Parliament, hasta llegar al inevitable Tupac Shakur, la figura que cierra el disco, con una entrevista en la que Lamar pregunta a su fallecido ídolo. Como el disco, Shakur no tiene todas las respuestas pero, desde luego, Kendrick hace las preguntas adecuadas, como en ese momento en el que llama hipócritas a los miembros de las bandas de los guetos que se quejan por el racismo pero se matan entre ellos mismos. A pesar de su enorme éxito comercial, 'To Pimp a Butterfly' era un disco difícil con múltiples recompensas, en definitiva un disco que no te daba lo que quieres pero sí lo que necesitabas. Sigue siendo el disco definitorio de lo que llevamos de siglo XXI.

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