Desde Diariocrítico nos encantan las fechas redondas, así que no íbamos a dejar pasar de largo que estamos ya en 2025, cumplido el primer cuarto de Siglo XXI, una fecha estupenda para comenzar a vislumbrar las 100 obras fundamentales que nos ha dejado la música pop en estos 25 años. Tras repasar las posiciones entre el 100 y el 91, el 90 al 81, del 80 al 71, del 70 al 61, del 60 al 51, del 50 al 41 y del 40 al 31, seguimos con otros 10 grandes discos entre los que se encuentra artistas com Beyoncé, David Bowie o Nick Cave (Vea también: del 20 al 11 / Del 10 al 1)
30. The Flaming Lips - Yoshimi Battles the Pink Robots (2002)
Los Flaming Lips consiguen cantar la más descorazonadora de las frases "¿Te das cuenta de que un día toda la gente que conoces estará muerta?" sonando optimistas y dándote ganas de vivir, todo ellos con su melodía más maravillosa y una producción tan detallista que dejaría al mismísimo Brian Wilson contento. Todo dentro de un disco que, supuestamente, va sobre una chica japonesa que se está muriendo de cáncer y que dentro de su cabeza es una guerrera que lucha contra unos malvados robots rosa que son la encarnación de su enfermedad. ¿Les suena raro? Bienvenidos al maravilloso mundo en tecnicolor de los Flaming Lips.
29. Kanye West - The College Dropout (2004)
El debut de Kanye West, 'The College Dropout', sacaba al hip hop del callejón sin salida del 'gangsta' e introducía otros temas en la ecuación. Su producción basada en beats soul acelerados, el conocido como sonido 'chipmunk' fue todo un soplo de aire fresco en una escena todavía dominada por copias del G-Funk de Dr. Dre. El disco ya contaba con varios de los primeros clásicos de West, 'All Falls Down', 'Slow Jamz', 'We Don't Care', 'Through The Wire' o 'Jesus Walks', una canción sobre religión en un mundo dominado casi completamente por tres temas, sexo, drogas y armas. El rap había encontrado una nueva voz y, sobre todo, un nuevo sonido, una pena su deriva posterior...
28. Arcade Fire - The Suburbs (2010)
A la hora de valorar un grupo y su disco hay muchas variantes, depende del nivel de las canciones, de su cohesión, de la producción y un larguísimo etcétera. Una de las variantes que suele ser más importante es la personalidad, entendida en si ese grupo es original, tiene un sonido propio, algo que le haga único e intransferible de otros. Esta cualidad es una de las más escasas dentro de la música pop pero suele ser la que distingue a los buenos grupos de los mejores. En lo que llevamos de siglo XXI pocos grupos han aparecido con una personalidad tan pronunciada como Arcade Fire y su tercer disco fue la confirmación de que el maravilloso 'Funeral' no fue flor de un día. 'The Suburbs' fue la demostración de que Arcade Fire se habían convertido en el grupo de referencia de su generación.
27. Weyes Blood - Titanic Rising (2019)
'Titanic Rising' es una obra de arte de pop barroco, con canciones llenas de capas de cuerdas, sintetizadores y diversos instrumentos, en las que brilla la voz de una Natalie Merring que ha conseguido graduarse 'cum laude' con su cuarto trabajo. Aunque con un ojo puesto en el sonido Laurel Canyon de principios de los 70, el disco tiene un claro elemento de atemporalidad, en las tres primeras canciones parece evocar consecutivamente los trabajos en solitario de los tres Beatles más creativos en sus primeros discos en solitario de principios de los 70. 'A Lot's Gonna Change' comienza como si fuera la BSO de una película de los 80 pero entonces entra un piano que recuerda al Lennon de 'Imagine', con un exquisito trabajo de cuerdas apoyando la grave voz de Merring. 'Andromeda' le sigue, ahora apoyada en una guitarra acústica, con un esplémdido juego de cuerdas y voces, y una guitarra con 'slide' que recuerda claramente a George Harrison. Luego llega la perfección pop de 'Everyday', con una melodía digna del mismísimo Paul McCartney. Pero el disco va mucho más allá de sus influencias (que son mucho más variadas de las expuestas aquí) y cuenta con una increíble producción a cargo de Jonathan Rado de Foxygen. Es un disco ambicioso y complejo que suena como un regalo a los oídos. Si esta fuese la música que la orquesta tocara mientras se hundía el Titanic, hubieran sobrado los botes salvavidas.
26. Nick Cave & The Bad Seeds - Abattoir Blues / The Lyre of Orpheus (2004)
Lo de Nick Cave en este siglo no es ni medio normal, cuando comenzó tenía 43 años, una edad en la que la mayoría de personas en esto de la música popular ya han dejado de ser relevantes hace una década, no es su caso, para muchos estos 22 años han sido los más brillantes de su carrera. Puede que los discos sobre los que planea la muerte de su hijo, 'Skeleton Tree' y 'Ghosteen' sean los más devastadores pero mi favorito sigue siendo este, no un disco doble propiamente dicho, sino dos discos independientes en los que se pueden ver, y escuchar, las múltiples caras del australiano, del rock avasallador de 'Get Ready For Love' a esa preciosidad acústica llamada 'Breathless', también se puede apreciar a un escritor de canciones capaz de hacer melodías tan brillantes como 'Nature Boy', 'O Children' o 'There She Goes My Beautiful World' junto al tipo capaz de escribir cosas como esta "Yo te miro y tú me miras y en el fondo de nuestros corazones sabemos que no eras una gran musa, pero, claro, yo tampoco era un gran poeta".
25. PJ Harvey - Stories from the City, Stories from the Sea (2000)
Mi disco favorito de PJ Harvey es su obra más melódica y accesible, una especie de recapitulación de todas sus fases hasta ese momento pero modelado hacia la belleza en vez de hacia la oscuridad salvaje de sus primeros discos, sigue habiendo llamaradas rock como 'Big Love', 'This Is Love' o 'The Whores Hustle and the Hustlers Whore' como en 'Dry' y 'Rid Of Me', pero también hay preciosos medios tiempos como 'A Place Called Home' o 'You Said Something' o ese maravilloso dueto con Thom Yorke llamado 'This Mess We're In'. Un disco romántico, como en la maravillosa 'Good Fortune', en el que se nota a Harvey enamorada, ya sea de alguien o de la ciudad de Nueva York. En sus propias palabras un disco "muy melódico, y mucho más redondo y completo. Los primeros discos eran en blanco y negro en cierto sentido, muy extremos. Melódicamente, éste es mucho más sofisticado que aquellos discos. Es como una combinación de todos los discos que he hecho hasta ahora en uno solo".
24. David Bowie - ★ (Blackstar) (2016)
El testamento musical de David Bowie le volvía a ver en plena forma, mirando hacia el futuro y volviendo a hacer una maravillosa actualización de su sonido. Si en 2013 había vuelto, tras 10 años de parón, haciendo las paces con su pasado, con 'Blackstar' volvía a ser el alienígena que siempre va un paso por delante. Una de las mejores cualidades de este camaleón humano es que tenía un oído fino y que no se anquilosaba, podría haberse quedado en el blues y el R&B como muchos de sus compañeros de los 60, pero también le interesaba el cabaret y Scott Walker, luego se metió en el funk y la Velvet Underground, en los 70 alucinó con Kraftwerk y Neu!, en los 80 se quedó con Prince y los Pixies le devolvieron la fe en las guitarras, luego también llegaría el sonido industrial y la música electrónica. En 2015 su revelación le llegó con el 'To Pimp A Butterfly' de Kendrick Lamar y este 'Blackstar' es su reacción a él, con una banda de jazz, pero sonando en todo momento a sí mismo, entre percusiones hip hop y guiños a su propia muerte. La canción titular y 'Lazarus' son dos de las mejores de toda su carrera y el final con 'Dollar Days' y 'I Can't Give Everything Away' es absolutamente arrebatador, uno con el que el alienígena que cayó a la Tierra nos decía adiós y se preparaba para una nueva carrera en un nuevo lugar, posiblemente en Marte o en las estrellas.
23. The White Stripes - Elephant (2003)
'Elephant' es la obra maestra absoluta de los White Stripes, la mejor colección de canciones de su carrera, con maravillas en casi todas las facetas que dominaban, desde el himno oficial del rock en este siglo, 'Seven Nation Army' (el único riff del siglo XXI que puede compararse en fama a sus primos del XX, 'Satisfaction', 'Whole Lotta Love' o 'Smoke On The Water') hasta el cierre con la divertida 'Well It's True That We Love One Another' (una broma de White sobre su relación con Meg, a la que presentaba como su hermana cuando en realidad era su ex esposa), el disco encerraba varias pruebas de la brillantez de White, 'I Want to Be the Boy to Warm Your Mother's Heart' le ve adelantar la fijación por el piano que aparecerá en 'Get behind me Satan', mientras que 'You've Got Her in Your Pocket' es otra muestra de su aprecio por el McCartney acústico, al que ha llamado el mejor compositor de la historia, también estaba representada su parte más pop con una gloriosa versión del 'I Just Don't Know What To Do With Myself' de Burt Bacharach y luego estaba 'Ball And Biscuit', el mejor ejemplo de esa especie de punk blues por el que fueron conocidos, con varios de los solos de guitarra más viciosos y salvajes del siglo XXI.
22. Elliott Smith - From a Basement on the Hill (2004)
El disco póstumo de Elliott Smith funciona a la perfección, del principio al final, con un nivel, sencillamente, espectacular, y si todavía hay gente que reniega un poco de él, es porque podría haber sido mejor, y cada uno de sus seguidores tiene alguna canción que añadiría, claro que también 'Either/Or' podría haber llevado 'I Figured You Out' o 'Figure 8' 'I Can't Answer You Anymore”, Elliott Smith siempre dejaba fuera grandes canciones, pero es que aquí estamos hablando de tesoros como '(Pretty) Ugly Before', 'King’s Crossing', 'Let's Get Lost', 'A Fond Farewell', 'Coast to Coast' o 'Twilight', varias de las mejores canciones de uno de los mejores compositores de su tiempo, cuya huella sonora todavía se puede escuchar en gente como Sufjan Stevens, Big Thief o Phoebe Bridgers.
21. Beyoncé - Lemonade (2016)
'Lemonade' fue el disco con el que me tuve que rendir ante su talento. 'Hold up', con participación en la composición de Father John Misty y Ezra Koenig de Vampire Weekend, fue una de las mejores canciones del 2016, 'Don't Hurt Yourself' podría aparecer entre las mejores canciones de la discografía en solitario de su compositor y colaborador Jack White, '6 Inch' se beneficiaba de un magnífico 'sample' de Isaac Hayes y de la gran voz de The Weeknd, 'Daddy Lessons' era country pasado por Nueva Orleans, 'Forward' una nueva demostración de la clase de James Blake y 'Freedom' la confirmaba como la mejor heredera de Tina Turner y se beneficiaba de la presencia del mejor rapero de la actualidad, Kendrick Lamar. El hecho de que una artista como Beyoncé, con decenas de singles de éxito, se decantara por presentar sus canciones como parte de algo más, ya dejaba clara la importancia de este disco, uno que se sentía orgulloso de serlo, en el que se notaba una unidad, no solo temática (en la que aparece la infidelidad de su marido, Jay Z, pero también la lucha de las mujeres negras americanas, "las personas menos respetadas en América", en palabras de Malcolm X), sino musical y, lo que es más importante, una ambición de hacer algo más que sencillos maravillosos y pegadizos.