Pacto PSOE Podemos

Felipe González para desayunar, ‘históricos’ para comer y barones para ir tirando durante la tarde. Pedro Sánchez resiste la presión externa de Pablo Iglesias, al que no ha vuelto a llamar desde el pasado domingo, mientras la interna no para de aumentar. El ex presidente encabeza la manifestación de viejos dirigentes que trata de impedir que el PSOE pacte con Podemos un gobierno que, vista la reacción de José Luis Corcuera con una periodista este mediodía, les produce algo más que urticaria. El secretario general de los socialistas continúa, por su parte, su ronda de contactos con los barones del partido para preparar el Comité Federal de este sábado. Hoy, precisamente, se ha citado con dos que gobiernan gracias a la formación morada, el valenciano Ximo Puig y la balear Francina Armengol, clara partidaria del pacto de izquierdas. Si embargo, la última palabra la tendrá, una vez más, la andaluza Susana Díaz.

El líder de EnComúPodem en el Congreso, Xavier Domènech, se ha reunido este jueves en Barcelona con representantes de ERC para buscar su apoyo a un gobierno de coalición liderado por el PSOE en alianza con Podemos e Izquierda Unida. Sin embargo, los republicanos ya han avanzado su rechazo a apoyar esta fórmula.

La 'lideresa' del PSOE, la que en realidad dicen que corta el bacalao en el PSOE, se ha pronunciado al fin sobre la postura de Felipe González, ejerciendo de experto, ex presidente, asesor y defensor de las conciencias socialistas en contra del pacto con Podemos. La presidenta de Andalucía, Susana Díaz, ha afirmado que su posición y la del PSOE andaluz es que el partido no puede permitir una investidura de Rajoy y que tampoco puede asumir un proceso de investidura "si los compañeros de viaje son los separatistas". Es decir, salomónica, intentado no mojarse demasiado y dando la razón un poquito a todos, incluyendo a Pedro Sánchez, que busca el difícil pacto de izquierdas...

El presidente de Ciudadanos (C's), Albert Rivera, ha avisado a los 'barones' socialistas de que su partido no apoyará un gobierno en el que esté Podemos porque no está dispuesto a "arriesgar la unidad de España" y a "salir de Europa". "Con Podemos se puede convivir, pero no gobernar", ha dicho.

Si hasta ahora era Felipe González quien encabezaba el frente contra el pacto con Podemos que podría llegar a acometer el PSOE para poder hacer presidente a Pedro Sánchez, José María Aznar se une al 'lobby' contra Iglesias y sus amigos 'leninistas', como dijo el socialista hoy en una entrevista en el diario 'El País'.

Erre que erre. Felipe González se descuelga en 'su' diario 'El País' con una entrevista de enorme despliegue -títular y 3 sumarios a todo trapo en portada y cuatro páginas, cuatro dentro- para insistir en que gobierne el PP o el PSOE o los dos.

Aunque el origen de Felipe González esté en su amada Andalucía, la federación andaluza del PSOE no respalda la postura del ex presidente del Gobierno, quien como hemos publicado este miércoles, estaría presionando para que Pedro Sánchez no pacte con Podemos sino con PP y Ciudadanos una gran coalición. El PSOE de Andalucía afirma que no se puede apoyar "ni por acción ni por omisión" la investidura de Rajoy.

Si existía alguna duda sobre que Pedro Sánchez iba a tenerlo muy difícil para convencer a la cúpula de su partido para pactar un gobierno con Podemos, está más que disipada. Al sector de Susana Díaz y otros barones regionales socialistas como García-Page o Fernández Vara se suma el muy mencionado estos días Felipe González, que encabeza una corriente crítica contra los de Pablo Iglesias (Turrión) para evitar ese acuerdo de legislatura.

Las cartas que está poniendo sobre la mesa el todavía Gobierno, aunque saliente, del PP, están claras: conseguir da miedo a los españoles con el posible pacto PSOE-Podemos y de paso alertar a los inversores extranjeros, pese al riesgo de que se crean de verdad esas alarmas económicas y terminen huyendo de verdad sea cual sea el gobierno que al final se forme...

Sorpresa tras sorpresa... ¿hasta la sorpresa final? El caso es que la formación de un nuevo gobierno no puede estar siendo más complicada. Después de que durante semanas se cocinara un posible acuerdo de las izquierdas ante el 'no' generalizado a Mariano Rajoy, ahora el presidente en funciones ha dado un golpe sobre la mesa. Sorprendió el viernes anunciando que no se presentaría a la investidura ante la falta de apoyos, pero ahora explora la vía Ciudadanos con el argumento de detener como sea un pacto de izquierdas. Mientras, el PSOE se lo piensa antes de negociar con Podemos y Pedro Sánchez someterá a sus 'jefes' cualquier posiblidad de pacto con los de Pablo Iglesias.

El PP no esconde ya que confía en que la presión de los barones socialistas haga saltar por los aires la negociación entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. El partido, obligado a acelerar los tiempos por la 'jugada' de Mariano Rajoy de dar un paso atrás en la investidura, trabaja contrarreloj hasta el Comité Federal del sábado donde Sánchez tendrá que lidiar con el escepticismo interno, a pesar de que su número dos ya haya asegurado que no llegarán a la Moncloa "a cualquier precio", en medio de las prisas de Podemos y Ciudadanos.

Menudo fin de semana ha tenido Pedro Sánchez con las informaciones sobre que la vieja guardia del PSOE estaría moviéndose rápidamente para impedir un pacto con Podemos que le dé el Gobierno al actual secretario general, ya que no ven con buenos ojos distanciarse así de la 'vieja forma' de hacer política, con el PP como aliado puntual para grandes cuestiones de Estado. Pero Ferraz se resiste a los supuestos Felipe González y compañía como gato panza arriba defendiendo que si hay pacto con Podemos será marcando las líneas correctas para el PSOE, sin riesgos para el partido o para el país.

El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, hace oídos sordos a las críticas por hablar de sillones y cargos antes de hablar y ha dicho este lunes en la SER que considera "imprescindible" que el Gobierno "del cambio" tenga una composición proporcional al resultado que los partidos tuvieron en las elecciones, lo que se traduciría en que "al menos la mitad" de los ministros y "por supuesto la vicepresidencia" sean para Podemos e IU.

Tras permanecer desaparecido todo el fin de semana y 'obligar' a un ansioso Pablo Iglesias, que no ve el momento de sentarse a negociar y ha publicado un artículo en El País a las ocho de la tarde de un domingo de enero quejándose de que Pedro Sánchez no le ha llamado, el secretario general del PSOE ha respondido a su requerimiento 20 minutos después, pero lo ha hecho en Twitter asegurando que lo ha intentado, pero no ha conseguido ponerse en contacto con el líder de Podemos. Le promete que hablarán en los próximos días, pero "no de sillones". Finalmente, consiguieron por fin hablar por teléfono y mantener una breve conversación para descongelar una situación que se estaba volviendo incómoda. Ambos han quedado en conversar durante los próximos días con un objetivo común: el gobierno "del cambio".

Pablo Iglesias ni descansa ni da respiro. A última hora de la tarde del domingo ha publicado un artículo en la web de El País en el que, entre citas de Danton e Isaiah Berlin, se queja de que el líder socialista no se haya puesto en contacto con él. “No he logrado hablar con Sánchez aún, pero espero, de corazón, que se permita estar a la altura”. El secretario general de Podemos critica también el intento “gatopardiano” para formar una alianza PP-PSOE-C’s que, según él, ya se ha plasmado en los acuerdos para dejar en manos de “la derecha” la Mesa del Congreso, y se arroga los votos de IU para decirle a su presunto partenaire de Gobierno que él tiene seis millones de votos, un millón más que un Sánchez desaparecido durante todo el fin de semana.

A lo mejor es el PSOE quien se lo piensa… Los partidos deben comunicar antes de las cinco de la tarde de este lunes al presidente del Congreso si quieren participar en la ‘segunda ronda’ de consultas que el Rey desea iniciar el miércoles. A esa taurina hora,Felipe VI ha convocado a Patxi López para que le entregue la correspondiente lista y poder organizar la agenda de contactos. ¿Se apuntará el PP tras la retirada táctica de Rajoy? Lo más probable es que se imponga el respeto institucional y Mariano Rajoy se desplace de nuevo hasta el Palacio Real. Quizá la pregunta debería hacerse a los socialistas dado el empeño de su número 2 -Pedro Sánchez ha estado desaparecido todo el fin de semana- en que a ellos todavía no les toca. Otra cuestión es si esta vez también irán por separado los cuatro representantes de Podemos o lo harán de forma conjunta, con Pablo Iglesias al frente.

;

El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, ha afirmado que el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, "tiene la oportunidad de ser presidente del gobierno" y que, cuando eso ocurre, "no se puede negar a presentar su investidura".

Mañana de vértigo en la política española y esta vez no es un tópico. Mariano Rajoy no ha esperado ni 24 horas para exigir literalmente a Pedro Sánchez que se siente con él y con Albert Rivera para sumar una mayoría capaz de afrontar unas reformas que no termina de concretar. A continuación, se ha lanzado a la yugular del socialista, “hipotecado” y “humillado” por Podemos, un partido de “extremistas y radicales”. “Necesitamos un presidente con dignidad”, ha clamado en tono mitinero entre la euforia desbordada de los militantes del PP de Córdoba. Casi al mismo tiempo, los líderes del PSOE y Ciudadanos anunciaban en sus cuentas de Twitter que abrían una vía de diálogo entre ambos partidos. Fin de semana intenso para el socialista, que también tiene una cita con Pablo Iglesias.

Mariano Rajoy ha hecho gala de sus tablas políticas para obligar a sus adversarios a cambiar el paso, a la espera de que tropiecen entre ellos y le despejen el camino hacia ese gran acuerdo ‘a tres’ que dice buscar. Lo que por la tarde era una simple cita para empezar a hablar, por la noche, tras la enésima sorpresa del día, se ha convertido para Pedro Sánchez y Pablo Iglesias casi en un ‘gabinete de crisis’ que en apenas 48 horas debería desembocar en el inmediato comienzo de las negociaciones a la espera de que, el miércoles, el Rey retome las consultas. El fracaso no es una opción para el líder socialista mientras en Ferraz se contiene la respiración pendientes del veredicto de Susana Díaz.

El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, ha lanzado este viernes una oferta al PSOE y a Izquierda Unida para conformar juntos un gobierno de coalición, "proporcional", que represente el "cambio", y que desbanque al PP. Para ello, ha puesto encima de la mesa una serie de condiciones y requisitos que considera imprescindible tener en cuenta en las negociaciones.

Muy cauto estuvo Sánchez ante la prensa durante la rueda de prensa posterior a su entrevista con el Rey Felipe. Sabedor de que la bomba la puso Pablo Iglesias, él no ha querido ni desactivarla ni explotarla, sino que ha dejado claro que su preferencia es que primero Rajoy se estrelle en un intento de investidura que no tendrá salida, para así retratar su soledad parlamentaria y conseguir la imagen de una derrota del PP a la hora de querer formar gobierno. Pero algo sí que se ha mojado el secretario general del PSOE, que mostró su confianza en que podrá entenderse con el líder de Podemos, Pablo Iglesias, y poder formar un Gobierno "de progreso".

El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, garantizó el pasado mes de julio que su formación no entraría a formar parte de un gobierno presidido por otro partido político, y que él no aceptaría ser vicepresidente del líder del PSOE, Pedro Sánchez, o cualquier otro candidato a las próximas elecciones generales. En una entrevista con Europa Press, Pablo Iglesias fue tajante al descartar la posibilidad de entrar a formar parte de un gobierno no presidido por él. "No", repitió en dos ocasiones, zanjando así cualquier opción de Ejecutivo de coalición.

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha emplazado este viernes al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, a pronunciarse sobre la oferta de Ejecutivo de coalición que le ha hecho el líder de Podemos, Pablo Iglesias, y ha añadido que lo que tenga que decir el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, se lo dirá al Rey. El tercer agente involucarado es Alberto Garzón, que ha dicho estar de acuerdo con Iglesias en que "tiene que haber cambio" pero siempre con el "programa por delante" y se uniría al pacto de gobierno PSOE-Podemos-IU. Por su parte, el PNV también ha tendido la mano a Sánchez asegurando que no tienen "líneas rojas".

El complejo escenario político resultante de las elecciones generales del 20-D ha abocado a los partidos a la búsqueda de fórmulas para la formación de un gobierno que evite la repetición de los comicios y ofrezca una solución al problema catalán. El desafío soberanista es, una vez más, uno de los principales quebraderos de cabeza para PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos, que son conscientes de que su respuesta tendrá consecuencias en su devenir. Entre las posibles soluciones al reto independentista: el PP y Ciudadanos se cierran a una reforma constitucional que ‘cuestione’ la unidad nacional, el PSOE apuesta por reformar la Constitución para construir un estado federal, y Podemos se aferra a su línea roja del referendo en Cataluña, pero ha matizado su propuesta electoral y se apuesta ahora por un “referéndum legal en el marco jurídico actual”.

Mariano Rajoy es un político, ya, con fecha de caducidad. Su única esperanza, vistos los malos resultados electorales, era que convenciera a un iracundo PSOE, que acabó la campaña con aquel "indecente" que dijo Pedro Sánchez en el 'debate a dos' de televisión. El presidente en funciones se empeña en proponer un pacto de coalición a la alemana, pero el PSOE sabe que supondría su suicidio político y sólo da un rotundo 'no' como respuesta. El Rey Felipe se ve forzado, así, a saltarse incluso su candidatura pese a ser el más votado en las elecciones del 20 de diciembre.

Confusión total en estos momentos sobre cómo serán finalmente los pactos postelectorales para formar gobierno y elegir presidente. Cada partido tiene una idea propia sobre el futuro, mientras se aleja el proyecto de una gran coalición del bipartidismo y cobra fuerza la posibilidad de que Pedro Sánchez se corone con apoyos de Podemos y PNV... ¿o no? Porque los de Pablo Iglesias siguen pesimistas sobre un acuerdo.

Otra piedra en el camino para pactar con Podemos, está claro. Mientras en el Congreso el PSOE también bloqueará junto a PP y Ciudadanos a la formación de Pablo Iglesias para que no tengan 4 grupos parlamentarios independientes (Podemos nacional, el catalán, el valenciano y el gallego), ha permitido que en el Senado los independentistas de Esquerra Republicana (ERC) Democràcia i Llibertat (la nueva marca de CDC) tengan sus propios grupos gracias a la cesión de senadores socialistas para que tuvieran suficientes escaños como para formar tales grupos. Precisamente la nueva exigencia de Podemos era tener dos grupos parlamentarios en el Senado.

Peor no pueden ir las cosas para que se entiendan PSOE y Podemos de cara a formar un gobierno de izquierdas, a la portuguesa, incluyendo la modesta contribución de IU con sus dos diputados. Tras el enfrentamiento ayer, durante la constitución de las Cortes, este jueves Pedro Sánchez ha avisado a Pablo Iglesias de que, en democracia, "dialogar no es chantajear, influir no es imponer y acordar no es bloquear". A su juicio, la reacción de Iglesias ante el acuerdo para elegir la Mesa del Congreso tuvo "bastante de pataleta" de "niño pequeño".

Podemos no tendrá finalmente un representante en la Mesa del Senado al quedarse fuera de los acuerdos sobre la composición del órgano de gobierno de la Cámara Alta, que estará formada por 4 miembros del PP, dos del PSOE y uno del PNV, la senadora María Eugenia Iparragirre. Responde así al malestar por el acuerdo entre PSOE y Ciudadanos con el beneplácito del PP para nombrar a Patxi López presidente del Congreso y la negativa del resto de grandes partidos a que forme 4 grupos parlamentarios.

El líder de Podemos considera que para nombrar a Patxi López como presidente de la Cámara Baja, el PSOE ha dado la mayoría de la Mesa del Congreso a la derecha (PP+Ciudadanos suman 5 de los 9 puestos) y ha dejado claro con su enorme enfado que la posibilidad de un acuerdo con Pedro Sánchez para formar gobierno se pone imposible por parte de la postura socialista.

El presidente en funciones sabe que no puede hacer mucho más que insistir, pero será como predicar en el desierto, porque el PSOE ya ha dicho por activa y por pasiva, y ha confirmado de nuevo, que nunca le permitirá investirse de nuevo al frente del Gobierno. Rajoy, ha dejado claro este viernes que su intención es seguir defendiendo que PP, PSOE y Ciudadanos lleguen a un pacto que permita la formación de un gobierno que dé "seguridad y estabilidad" al país y que así lo hará pese la "evidente" negativa del Pedro Sánchez a esa alianza.

La vicepresidenta del Gobierno valenciano y dirigente de Compromís, Mònica Oltra, ha señalado este viernes que la exigencia de Podemos de convocar un referéndum en Cataluña para dar su apoyo al PSOE en un pacto de gobierno "claro que es negociable en la forma y en el fondo" y que a ella no le gusta hablar de líneas rojas porque "no se puede plantear de inicio posiciones inamovibles".

Se esperaba que en cualquier momento pudiera desautorizarle, pero Susana Díaz ha permitido que Sánchez intente su gran alianza de izquierdas con Podemos e IU para que Rajoy no reedite su Gobierno o que haya que acudir de nuevo a las urnas dentro de 3 meses. No ha sido esta vez la andaluza crítica con las condiciones de Podemos, sino que ha aparcado la polémica de las líneas rojas para otra ocasión.

Estaba ya en camino y en mente, pero Pedro Sánchez esperó a visitar al socialista António Costa en Portugal para sentirse completamente preparado y anunciar oficialmente que intentará ser el presidente del Gobierno con la alianza de Podemos e IU, una gran alianza que él prefirió calificar "de progresistas" y no de izquierdas, para evitar, quizás, suspicacias fuera de nuestras fronteras. De todos modos Podemos sigue intratable: o referéndum catalán o no hay acuerdo.

El número dos de Podemos, Íñigo Errejón, ha destacado la importancia de solucionar el problema del encaje territorial, especialmente en Cataluña, para que no sea "un alimento de los sectores más conservadores". Así ha respondido en una sesión de preguntas con usuarios de Facebook, en la que también ha destacado que ellos no ponen condiciones previas para sentarse a hablar con nadie, en referencia al PSOE.

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, viajará este jueves a Lisboa para mantener una reunión de trabajo con el primer ministro de Portugal, Antonio Costa, en la que será su primer acto público en 2016. Hay que recordar que Portugal ha sido el primer lugar donde tras la crisis la izquierda ha roto barreras para pactar contra la derecha y conseguir elo Gobierno pese a ser listas menos votadas. Una clara referencia en la que muchos pensaron cuando se conocieron los resultados en España tras el 20-D.

Una situación verdaderamente increíble, al menos para quien lo vea desde el exterior. Al final, tras una legislatura de crisis económica, ruptura social y un despertar de los españoles bajo el movimiento de los indignados y el 15-M, unos resultados electorales obtenidos el 20 de diciembre quedan invalidados por un punto, clave, eso sí, en el programa de Podemos: el derecho a decidir.

Cada día más lejos el posible pacto de las izquierdas, que es como se le conoce popularmente. El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha insistido este lunes en que él asumirá su "responsabilidad" y "convocará a todas las fuerzas políticas" para tratar de llegar a un acuerdo. Eso sí, ha asegurado, ahora que otros partidos se han "apresurado" a poner "líneas rojas", que él llamará al resto de fuerzas "con una condición previa": la "renuncia a cualquier planteamiento que implique la fractura de la convivencia entre españoles". Un mensaje claro a Podemos sobre su derecho a decidir incluido en el programa y que estaba enfocado a permitir un referéndum en Cataluña.

Más difícil, imposible. Los barones territoriales del PSOE dieron ayer su respaldo al líder del partido, Pedro Sánchez, para que intente formar gobierno. Sí, pero con una letra no pequeña, sino enorme: siempre que haga que Podemos renuncie a su demanda de un referéndum de autodeterminación para Cataluña en lo que consideran 'derecho a decidir de los pueblos de España'.

Pues no, no lo tendrá fácil Pedro Sánchez para buscar un pacto con Podemos y otras formaciones de izquierdas para intentar que no gobierne Mariano Rajoy. La líder del PSOE andaluz y presidenta de la Junta, Susana Díaz, ha recordado a su compañero que la política "se decide en el Comité Federal" del partido. Un aviso a navegantes sobre quién manda realmente en la formación del puño y la rosa, cada vez más de puño que de rosas...

Hay muchas formas de leer los resultados de las encuestas que el CIS publicó ayer miércoles sobre las valoraciones de los gobernantes que resultaron de las elecciones autonómicas y municipales de mayo, así como los posteriores pactos entre partidos. Pero la realidad es que han supuesto un respaldo enorme para las formaciones de izquierda o centro-izquierda, mientras que apenas hay buenas noticias para PP y Ciudadanos, cuyos pactos no han conseguido la aprobación ciudadana.

La campaña electoral para las generales aún no ha comenzado de forma oficial, aunque bien es cierto que este 2015 repleto de citas con las urnas no ha dejado ni un momento de lado el ambiente 'preelectoral'. Incluso en este vacacional agosto, los partidos aprovechan sus intervenciones para hacer campaña con el objetivo de atraer a los indecisos y terminar de convencer a sus 'fieles' votantes. Después de haber protagonizado pactos de Gobierno tras las elecciones municipales y autonómicas, el PSOE y Podemos ya parecen preparar el 'gran pacto' con el que desalojar a Rajoy de la Moncloa, y es que ambas formaciones comienzan a acercar posturas, conscientes de la posibilidad de una nueva victoria 'popular'.

El vicesecretario del área sectorial del PP, Javier Maroto, ha lanzado un "mensaje muy serio" a los "votantes de buena fé del PSOE y quienes en su día votaron a Ciudadanos" para evitar que el 'tándem' PSOE-Podemos llegue a la Moncloa después de las elecciones generales. Maroto considera que es necesario trasladar la imagen de un "PP fuerte" para que "propuestas como la de la alcaldesa de Madrid, de ceder edificios públicos a okupas, se pueden repetir si Pedro Sánchez llega a la Moncloa fruto de pactos con Pablo Iglesias".