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Escena de la obra teatral Paraiso perdido
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Escena de la obra teatral Paraiso perdido (Foto: Centro Dramático Nacional)

Crítica de la obra de teatro 'Paraíso perdido': el letal duelo entre Dios y Satanás

domingo 07 de mayo de 2023, 11:34h

John Milton (1608-1674), poeta, ensayista y político inglés, fue autor de una obra rica y densa cuya influencia en poetas posteriores es más que notable. Su obra está marcada por un elevado idealismo religioso y por su interés por los temas cósmicos. El Paraíso perdido (Paradise Lost) es su obra maestra y fue compuesto a partir de 1640. Es uno de los grandes poemas de la literatura universal, -a la altura de la Ilíada, la Odisea o la Divina Comedia-, y consta de doce cantos encerrados en diez mil versos en los que narra la historia de la caída de Adán y su fin último es el de justificar el comportamiento de Dios hacia los hombres. Un poema intenso y profundo.

El inmenso y arriesgado trabajo de transformar el poema de Milton en una propuesta dramática, 'Paraíso perdido', es obra de Helena Tornero (autora del texto) y de Andrés Lima, director del montaje que puede verse durante unas semana en el madrileño Teatro María Guerrero, una de las sedes del Centro Dramático Nacional (CDN).

Básicamente, la versión de Tornero y Lima presenta al Diablo como un ángel rebelde contra la autoridad de Dios y en él priman los profundos diálogos del ángel caído con el Creador. En ellos, los reproches son mutuos y, después de que Satanás sea confinado en los infiernos, traza un maquiavélico plan contra Adán y Eva, las dos criaturas creadas por el mismo Dios como reyes de la naturaleza, haciéndoles ver que las limitaciones que les han sido impuestas por Dios no pretenden otra cosa que limitar su capacidad de conocer, de ampliar sus horizontes de sabiduría. Esos diálogos de cariz principalmente religioso están, además, trufados también de temas éticos, morales y filosóficos que exigen del espectador una atención constante y extrema a lo largo de toda la representación.

Pere Arquillué encarna con maestría y dominio escénico a la figura de Dios, y Cristina Plazas hace otro tanto con la de Satán. Los dos actores dan una verdadera lección magistral de interpretación, quizás aún mayor en el caso de Cristina porque, prácticamente durante la hora y media de función, traslada sus pensamientos y emociones exclusivamente con la voz. Su cuerpo siempre erguido y sus brazos pegados al cuerpo, con las manos luchando por subrayar sus palabras, no se despliegan más que unos instantes para llegar a poner sus brazos abiertos. Les acompañan en escena Rubén de Eguía, como Adán y Lucía Juárez, como Eva, junto a María Codón (Muerte) y Laura Font (Culpa), que completan el reparto del montaje.

Beatriz San Juan, autora del diseño de escenografía y el vestuario de la propuesta, ha creado una atmósfera ambivalente e inquietante que conjuga aspectos celestiales e infernales, apoyados también en la espléndida videocreación de Miquel Àngel Raió, la inspirada música original y espacio sonoro de Jaume Manresa (con algún que otro guiño a los Rolling Stones, sus satánicas majestades), y la milimétrica iluminación de Valentín Álvarez, que ayuda al espectador a discurrir por esos misteriosos terrenos celestiales e infernales, quizás los únicos que aún escapan a los operadores turísticos de nuestro mundo, después de intentar colonizar también los viajes espaciales.

Atraviesan la propuesta temas tan hondos como la voluntad divina, la fe, el libre albedrío del hombre y la mujer, el enfrentamiento entre el bien y el mal, el miedo a la libertad, o el pecado. Y, junto a ellos, y actualizando el poema de Milton hasta nuestros días también el nuevo rol de la mujer en un mundo que la había atado a la figura del hombre, y el papel de los cómicos como elementos catalizadores y críticos de la sociedad, lo que les ha hecho padecer persecuciones políticas y religiosas durante siglos al ser asociados con la figura del diablo ("el infierno es como un teatro vacío de aplausos").

Ficha técnica 'Paraíso perdido'

Basada en el poema épico de John Milton

Texto: Helena Tornero

Dramaturgia: Andrés Lima y Helena Tornero

Dirección: Andrés Lima

Reparto: Pere Arquillué, Maria Codony, Rubén de Eguía, Laura Font, Lucía Juárez y Cristina Plazas

Escenografía y vestuario: Beatriz San Juan

Iluminación: Valentín Álvarez (AAI)

Música original y espacio sonoro: Jaume Manresa

Vídeocreación y post producción: Miquel Àngel Raió

Caracterización: Cécile Kretschmar

Ayudante de dirección: Laura Ortega

Ayudante de vestuario: Amaranta Albornoz

Realizaciones: Pascualín Estructures (escenografía), Goretti Puente (vestuario)

Coproducción: Centro Dramático Nacional, Teatre Romea y Grec 2022 Festival de Barcelona

Fotografías: David Ruano

Diseño de cartel: Equipo SOPA

Teatro María Guerrero, Madrid

Hasta el 18 de junio de 2023

José-Miguel Vila

Columnista y crítico teatral

Periodista desde hace más de 4 décadas, ensayista y crítico de Artes Escénicas, José-Miguel Vila ha trabajado en todas las áreas de la comunicación (prensa, agencias, radio, TV y direcciones de comunicación). Es autor de Con otra mirada (2003), Mujeres del mundo (2005), Prostitución: Vidas quebradas (2008), Dios, ahora (2010), Modas infames (2013), Ucrania frente a Putin (2015), Teatro a ciegas (2017), Cuarenta años de cultura en la España democrática 1977/2017 (2017), Del Rey abajo, cualquiera (2018), En primera fila (2020), Antología de soledades (2022), Putin contra Ucrania y Occidente (2022), Sanchismo, mentiras e ingeniería social (2022), y Territorios escénicos (2023)

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