El catalán Juan Carlos Martel Bayod -director del Teatre Lliure-, dirige en el María Guerrero una siempre actualizada ‘Yerma’ de Federico García Lorca, con María Hervás en el papel principal de la tragedia lorquiana dividida en tres actos y seis cuadros.
De nuevo la maternidad insatisfecha; la envidia insaciable por las que han podido ser madres; las habladurías del pueblo; los celos de Juan (Joan Amargós) , el marido de Yerma; la tierra y las posesiones; el amor que pudo haber sido y no fue que representa Víctor (David Menéndez); la represión, el destino y las fuerzas sociales; los ritos ancestrales y el poder telúrico escondido en las manos mágicas de la vieja Hechicera (Isabel Rocatti), en quien confían muchas otras mujeres del pueblo. Y con ellos, en escena también Bàrbara Mestanza, Marta Ossó y Yolanda Sey.
La propuesta, de una indudable calidad estética está envuelta en la inspirada música de Raül Refree, que comienza y termina la tragedia con una nana cantada por todo el elenco que recoge la tristeza, el poder de la tierra y de la tradición de toda una comunidad, la que encarnan todos los personajes de ‘Yerma’. El logradísimo espacio escénico de Frederic Amat (un monte lunar de cenizas, rodeado de finísimas cortinas que penden de rieles automatizados…), y la sugerente e intimista luz de Maria Domènech, multiplicando los efectos de esas leves cortinas e inundando campo y personajes de esa luna llena que traerá inevitablemente la tragedia sobre Juan y Yerma.
Los personajes han sido vestidos con colores y tejidos de evocación rural por Frederic Amat y Rosa Esteva, han puesto sonido al montaje Roc Mateu y Raül Refree y ha dibujado el movimiento de los personajes Lali Ayguadé.
Una vez dicho esto, hay que añadir también que el director del montaje ha impuesto un habla cadenciosa, contenida, a los protagonistas que nada tiene que ver con la tierra donde se desarrolla la tragedia. Habla que se hace aún más patente en la protagonista, una actriz que ha dado ya muchísimas muestras de tener una ductilidad y una fuerza dramáticas extraordinarias (Jauría, Iphigenia en Vallecas, Confesiones a Alá…) que aquí no brillan en toda su posibilidad. Es claramente la mano del director quien ha modelado la actuación de Hervás conteniendo el nervio, la energía, la sangre, la vida en Yerma, cuando el personaje de Lorca está teñido por doquier de todos esos atributos.
Esa contención que nosotros, al menos, no alcanzamos a entender, pone una especie de barrera entre el escenario y el patio de butacas que impide que la tragedia lorquiana inunde las almas y los corazones del público dejándolo más frío y perplejo de lo que la ‘Yerma’ del poeta granadino buscaba con su heroína. Una pasión que, sin embargo, sí hemos podido encontrar en los últimos tiempos en las de Ernesto Caballero, Juan Pastor, o en la del catalán Marc Chornet.
‘Yerma’
Texto: Federico García Lorca
Dirección: Juan Carlos Martel Bayod
Espacio escénico: Frederic Amat
Música original: Raül Refree
Reparto: Joan Amargós, María Hervás, David Menéndez, Bàrbara Mestanza, Marta Ossó, Isabel Rocatti y Yolanda Sey
Iluminación: Maria Domènech
Vestuario: Frederic Amat y Rosa Esteva
Sonido: Roc Mateu y Raül Refree
Asesora de movimiento: Lali Ayguadé
Caracterización: Ignasi Ruiz
Ayudante de dirección: Júlia Valdivielso
Ayudante de escenografía: Roger Orra
Ayudante de vestuario: Maria Albadalejo
Alumna en prácticas: Clara Cabutí (EDIP -UPC)
Fotografía: Silvia Poch
Producción: Teatre Lliure
Teatro María Guerrero, Madrid
Hasta el 22 de enero de 2023