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| Templado redondo de Sergio Serrano a su segundo enemigo, al que cortó una oreja (Foto: Plaza1) |
Tres sembradores de escasa cosecha en sus carreras, muy a su pesar, claro, afrontaron la oportunidad, y la responsabilidad, de medirse con bicornes de Victorino Martín en la cátedra del toreo. Dos de ellos, Sergio Serrano y Manuel Escribano, la aprovecharon con sendas orejas, de mayor enjundia la del primero, aunque a ambos les servirá para aumentar su cartel y esperemos que sus contratos. Con un encierro de cinqueños largos desigual, tirando a mal excepto los bureles arrastrados con un apéndice menos, no fue el caso de Fortes.
| Emilio de Justo, paseado a hombros por el ruedo de Las Ventas antes de salir por la Puerta Grande (Foto: Muriel Feiner) |
Protagonista indiscutible del anunciado mano a mano que cierra, por ahora, la minitemporada de Las Ventas, fue Emilio de Justo. Con la verdad y ortodoxia de su toreo ascendió hasta la cumbre de la fiesta, donde sólo llegan los elegidos. Eso sí, se sirvió del ‘nuevo’ público postpandémico para echar en su esportón tres excesivas orejas en el mano a mano nada competitivo con Antonio Ferrera que le sirvieron para descerrojar la soñada Puerta Grande de Las Ventas. Más allá de números y estadísticas en este Madrid cada día menos exigente, como los usías, el extremeño cascabeleó la mejor arma: su toreo de oro puro que mostró con altibajos. Con una corrida cinqueña larga de impresionante presencia y arboladura de Victoriano del Río –el cuarto, un buen toro a secas, fue premiado en exceso con la vuelta al ruedo-, Antonio Ferrera casi pasó de puntillas.
Nunca es tarde si la dicha es buena. O sí. Porque, a pesar de que para esta especie de inauguración de la temporada la empresa de Las Ventas anuncia un encierro del considerado como ‘primus inter pares’ de los ganaderos, Victorino Martín, lo hace a finales de junio, este sábado 26. O sea, casi dos meses después del festival ‘político’ -a favor de la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, dos días antes de las elecciones autonómicas- del pasado 2 de mayo. Y eso merced a las presiones de aficionados y crítica por la dejadez de empresa y Comunidad, propietaria del coso. Para el domingo 4 se anuncia un interesante mano a mano entre Antonio Ferrera y Emilio de Justo, dos triunfadores en este coso en 2019, y después de momento no hay intención de dar continuidad a los espectáculos.
- La diputada de Cultura, Ruth Sanz, anuncia la aprobación de las bases de unas ayudas destinadas a la organización de festejos taurinos y a publicaciones, exposiciones y conferencias relacionadas con la fiesta taurina
| Presentación del año Manzanares en homenaje a José María Manzanares (Foto: Ayto Alicante) |
El Ayuntamiento colocará una estatua del maestro alicantino junto a la plaza de toros como colofón de los actos de conmemoración de los 50 años de alternativa
Tan necesitado como anda de sonoros triunfos ese valerosísimo coletudo tan excesivamente castigado por los toros que es Román, y va y se cierra el mismo una posible puerta grande isidril por marrar a espadas. Esos desafueros no malogran sus dos excelentes, aunque distintas, faenas bien jaleadas por el público, pero sí las estadísticas y el impacto mediático. Con un encierro de Adolfo Martín, muy en el tipo y pelaje, amén de con excelente trapío, varios de ellos bravos en el caballo y todos ovacionados de salida, pero dificultososo en el último tercio, también brilló, Juan del Álamo, aunque en menor medida que el valenciano y José Garrido dejó detalles de su calidad capotera.
| Uno de los extraordinarios redondos que Juan Ortega dio a su primer toro (Foto: Muriel Feiner) |
Juan Ortega es distinto. Su excelsa concepción del toreo le sale del alma, del más acendrado sentimiento, de la pureza en su mayor grado. Todo para paladares exigentes y escasos. Así emborrachó Madrid en dos faenas de las que no se suelen ver en estos tiempos de toreo posmoderno. Mientras que El Juli es el lidiador ortodoxo, técnico, regular en el éxito y que gusta al público que mantiene económicamente la Fiesta. Ambos ofrecieron sus respectivas facetas en el festejo de este sábado, eso sí en un ruedo convertido en una pasarela de toros flojos, muy flojos y hasta inválidos y no olé. O sea que, sin quitar un ápice a la belleza de lo que desarrolló el andaluz, y al triunfo estadístico del madrileño, con estos bureles tan blandos, de torería y santidad, la mitad de la mitad.
| Urdiales en uno de los magníficos redondos frente a su segundo toro. (Foto: Muriel Feiner) |
Sin que sirva de precedente, por una vez, el destino fue justo y quiso que el único en pasear un trofeo fuera Diego Urdiales. El que lo merecía. Cosas del destino, el azar… y el fallo a la hora de matar de sus dos compañeros. Porque si hubiera sido por el público… Manzanares y Roca Rey se habrían marchado en volandas con el ganadero, el presidente y los alguacilillos si hace falta.
| Paco Ureña saluda al público mientras da la vuelta al ruedo tras cortar una oreja de su primero (Foto: Muriel Feiner) |
Acontecieron dos buenas noticias en esta octava de la feria del mal fario, por los graves percances habidos hasta ahora -de los que afortunadamente se van recuperando los heridos-. Por un lado, esta vez no hubo ninguna cornada y, por otro, se disfrutó mucho con el toreo puro de un Paco Ureña que parece ir rememorando el arte que tanto ha cascabeleado desde hace unas temporadas. A su esportón fue a parar un trofeo de mucho mérito y peso, también el de Miguel Ángel Perera recogió otra oreja de esas facilongas ganada con sus formas y fórmulas de producción industrial. Ante un encierro de excelente presentación de García Jiménez y Olga Jiménez blando, muy poco picado y noble, con un cuarto de nota, el peor lote fue para Daniel Luque, que tras su triunfo hace tres días se había ganado el paseíllo en lugar del aún no repuesto Emilio de Justo y que ahora quedó inédito.
| Daniel Luque recibe del alguacilillo las dos orejas que cortó al último toro del festejo (Foto: Muriel Feiner) |
Daniel Luque es uno de esos toreros que parecen jóvenes, pero que ya no lo son tanto. En otro tiempo, con 31 años y casi 14 de alternativa, el sevillano estaría abriendo carteles como el más veterano de la terna. Hoy, sin embargo, suele actuar como tercer espada en la mayoría de ocasiones. Y es que Luque es uno de esos matadores que nos siguen pareciendo jóvenes como consecuencia de un escalafón “anciano” que no parece terminar de renovarse nunca.
| Perera es recogido por sus peones y su apoderado Juan José Padilla, de paisano, tras la gravísima cornada. (Foto: Muriel Feiner) |
Cara y cruz de esta liturgia compulsiva y laica que es la Fiesta de los toros. Dos de sus catecúmenos alcanzaron diferente y antitético protagonismo en la novillada de ese lunes. Lo peor fue para Manuel Perera, que fue corneado de mucha gravedad en el vientre al tirarse como un ciclón en la suerte suprema del único bicorne que lidió. Lo mejor, para él y para los que lo disfrutamos en los tendidos, lo hizo Tomás Rufo, con una actuación de altísimo nivel artístico que le valió para echar en su esportón tres justas orejas. Con un Antonio Grande que cortó otro trofeo ya en el olvido, el encierro de El Freixo propiedad de El Juli salió noblón y dando facilidades, aunque 3º y 4º lucieron casta.
Ya se sabe de los problemas de la casta. Sí, de esos bicornes que, sin alcanzar la catadura de marrajos, venden cara su vida y no son fáciles de torear como con los bobos que tanto gustan a los mandamases del escalafón. Pero, ojo, no son ilidiables; al contrario con valor, técnica y oficio se puede triunfar con ellos. Cual aconteció en esta tercera del ciclo isidril -por cierto lejos del lleno en los tendidos a pesar de ser un cartel de figuras, cuestión nada baladí de la que alguien debería tomar nota-. A la condición encastada en general de los bureles de Alcurrucén, en diverso grado y complicaciones, sólo se enfrentó El Juli, aunque marrara con las armas toricidas. Sus compañeros de terna, Manzanares y Ureña, sin llegar a la indolencia ‘morantina’, naufragaron. En espectáculo de rejoneo del domingo cortó dos orejas Guillermo Hermoso, y otra su padre Pablo y Lea Vicens ante toros despuntados reglamentariamente de Fermín Bohórquez.
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