www.diariocritico.com
     

Ocio > Toros

Un total de cinco festejos entre el 28 de agosto y el 1 de septiembre

Morante en su actuación en solitario en Puerto de Santa María
Morante en su actuación en solitario en Puerto de Santa María (Foto: Emilio Méndez)

Morante de la Puebla vuelve a hacer el paseíllo en Colmenar Viejo casi dos décadas después

Un abono con divisas comerciales, figuras y oportunidad para toreros madrileños

Dos buenas noticias: regresan los festejos taurinos a Colmenar Viejo y también lo hace Morante. Tras el parón obligado de 2020 por la cornada de la pandemia, el empresario Carlos Zúñiga ha apostado por organizar un abono cumpliendo las exigencias sanitarias de reducción de aforo, mascarillas y otras. También ha obrado el milagro de que el sevillano de La Puebla, ausente de los carteles desde 2002 y reacio a este coso, aceptara volver a hacer el paseíllo en La Corredera. El ciclo de cinco festejos entre este sábado 28 y el 1 de septiembre, con otras figuras como Roca Rey y Perera, también anuncia a coletudos locales y madrileños, todos con ganaderías de corte comercial.

La Fiesta de los toros está del más negro de los lutos. Porque ha perdido a uno de los mayores defensores de su pureza e integridad, esas dos cualidades cada día más extrañas, por desgracia. Sí, porque quien ha sido, con diferencia, el mejor presidente de la cátedra y catedral de la tauromaquia, el coso de Las Ventas, ha muerto víctima de varios problemas de salud. Pongamos que se habla/escribe de Luis Espada Simón (Sevilla 1932), de quién, si no, tras semejante loa. Semejante y justificadísima, porque en los once años, entre 1986 y 1997, en los que este comisario de policía ocupó el palco de la Monumental madrileña, se encargó de cumplir la obligación –¡ay tan descuidada por la mayoría de sus colegas en esta y otras plazas!- de defender la Fiesta. Algo en lo que siempre se quitaba méritos, como con su humildad mantenía, por haberse limitado a cumplir su cometido, para añadir con retranca que si otros no lo hacían era su problema, aunque realmente el problema era para la Fiesta.

Templado redondo de Sergio Serrano a su segundo enemigo, al que cortó una oreja
Templado redondo de Sergio Serrano a su segundo enemigo, al que cortó una oreja (Foto: Plaza1)

Orejas de distinto peso para Sergio Serrano y Manuel Escribano ante un desigual encierro de victorinos

Tres sembradores de escasa cosecha en sus carreras, muy a su pesar, claro, afrontaron la oportunidad, y la responsabilidad, de medirse con bicornes de Victorino Martín en la cátedra del toreo. Dos de ellos, Sergio Serrano y Manuel Escribano, la aprovecharon con sendas orejas, de mayor enjundia la del primero, aunque a ambos les servirá para aumentar su cartel y esperemos que sus contratos. Con un encierro de cinqueños largos desigual, tirando a mal excepto los bureles arrastrados con un apéndice menos, no fue el caso de Fortes.
Emilio de Justo, paseado a hombros por el ruedo de Las Ventas antes de salir por la Puerta Grande
Emilio de Justo, paseado a hombros por el ruedo de Las Ventas antes de salir por la Puerta Grande (Foto: Muriel Feiner)

Buen toreo y Puerta Grande de Emilio de Justo, en una tarde excesivamente triunfalista

Protagonista indiscutible del anunciado mano a mano que cierra, por ahora, la minitemporada de Las Ventas, fue Emilio de Justo. Con la verdad y ortodoxia de su toreo ascendió hasta la cumbre de la fiesta, donde sólo llegan los elegidos. Eso sí, se sirvió del ‘nuevo’ público postpandémico para echar en su esportón tres excesivas orejas en el mano a mano nada competitivo con Antonio Ferrera que le sirvieron para descerrojar la soñada Puerta Grande de Las Ventas. Más allá de números y estadísticas en este Madrid cada día menos exigente, como los usías, el extremeño cascabeleó la mejor arma: su toreo de oro puro que mostró con altibajos. Con una corrida cinqueña larga de impresionante presencia y arboladura de Victoriano del Río –el cuarto, un buen toro a secas, fue premiado en exceso con la vuelta al ruedo-, Antonio Ferrera casi pasó de puntillas.

Nunca es tarde si la dicha es buena. O sí. Porque, a pesar de que para esta especie de inauguración de la temporada la empresa de Las Ventas anuncia un encierro del considerado como ‘primus inter pares’ de los ganaderos, Victorino Martín, lo hace a finales de junio, este sábado 26. O sea, casi dos meses después del festival ‘político’ -a favor de la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, dos días antes de las elecciones autonómicas- del pasado 2 de mayo. Y eso merced a las presiones de aficionados y crítica por la dejadez de empresa y Comunidad, propietaria del coso. Para el domingo 4 se anuncia un interesante mano a mano entre Antonio Ferrera y Emilio de Justo, dos triunfadores en este coso en 2019, y después de momento no hay intención de dar continuidad a los espectáculos.
  • La diputada de Cultura, Ruth Sanz, anuncia la aprobación de las bases de unas ayudas destinadas a la organización de festejos taurinos y a publicaciones, exposiciones y conferencias relacionadas con la fiesta taurina
Presentación del año Manzanares en homenaje a José María Manzanares
Presentación del año Manzanares en homenaje a José María Manzanares (Foto: Ayto Alicante)

Alicante estrena el Año Manzanares con una feria taurina y un extenso programa

El Ayuntamiento colocará una estatua del maestro alicantino junto a la plaza de toros como colofón de los actos de conmemoración de los 50 años de alternativa

Tan necesitado como anda de sonoros triunfos ese valerosísimo coletudo tan excesivamente castigado por los toros que es Román, y va y se cierra el mismo una posible puerta grande isidril por marrar a espadas. Esos desafueros no malogran sus dos excelentes, aunque distintas, faenas bien jaleadas por el público, pero sí las estadísticas y el impacto mediático. Con un encierro de Adolfo Martín, muy en el tipo y pelaje, amén de con excelente trapío, varios de ellos bravos en el caballo y todos ovacionados de salida, pero dificultososo en el último tercio, también brilló, Juan del Álamo, aunque en menor medida que el valenciano y José Garrido dejó detalles de su calidad capotera.
Uno de los extraordinarios redondos que Juan Ortega dio a su primer toro
Uno de los extraordinarios redondos que Juan Ortega dio a su primer toro (Foto: Muriel Feiner)

San Isidro: Ortega luce el toreo puro y El Juli corta dos orejas en una pasarela de inválidos

Juan Ortega es distinto. Su excelsa concepción del toreo le sale del alma, del más acendrado sentimiento, de la pureza en su mayor grado. Todo para paladares exigentes y escasos. Así emborrachó Madrid en dos faenas de las que no se suelen ver en estos tiempos de toreo posmoderno. Mientras que El Juli es el lidiador ortodoxo, técnico, regular en el éxito y que gusta al público que mantiene económicamente la Fiesta. Ambos ofrecieron sus respectivas facetas en el festejo de este sábado, eso sí en un ruedo convertido en una pasarela de toros flojos, muy flojos y hasta inválidos y no olé. O sea que, sin quitar un ápice a la belleza de lo que desarrolló el andaluz, y al triunfo estadístico del madrileño, con estos bureles tan blandos, de torería y santidad, la mitad de la mitad.
Urdiales en uno de los magníficos redondos frente a su segundo toro.
Urdiales en uno de los magníficos redondos frente a su segundo toro. (Foto: Muriel Feiner)

San Isidro: El toreo auténtico de Urdiales frente al populismo de Roca Rey

Sin que sirva de precedente, por una vez, el destino fue justo y quiso que el único en pasear un trofeo fuera Diego Urdiales. El que lo merecía. Cosas del destino, el azar… y el fallo a la hora de matar de sus dos compañeros. Porque si hubiera sido por el público… Manzanares y Roca Rey se habrían marchado en volandas con el ganadero, el presidente y los alguacilillos si hace falta.
Paco Ureña saluda al público mientras da la vuelta al ruedo tras cortar una oreja de su primero
Paco Ureña saluda al público mientras da la vuelta al ruedo tras cortar una oreja de su primero (Foto: Muriel Feiner)

San Isidro: oreja para el toreo puro de Ureña y otra para el toreo industrial de Perera

Acontecieron dos buenas noticias en esta octava de la feria del mal fario, por los graves percances habidos hasta ahora -de los que afortunadamente se van recuperando los heridos-. Por un lado, esta vez no hubo ninguna cornada y, por otro, se disfrutó mucho con el toreo puro de un Paco Ureña que parece ir rememorando el arte que tanto ha cascabeleado desde hace unas temporadas. A su esportón fue a parar un trofeo de mucho mérito y peso, también el de Miguel Ángel Perera recogió otra oreja de esas facilongas ganada con sus formas y fórmulas de producción industrial. Ante un encierro de excelente presentación de García Jiménez y Olga Jiménez blando, muy poco picado y noble, con un cuarto de nota, el peor lote fue para Daniel Luque, que tras su triunfo hace tres días se había ganado el paseíllo en lugar del aún no repuesto Emilio de Justo y que ahora quedó inédito.

Daniel Luque recibe del alguacilillo las dos orejas que cortó al último toro del festejo
Daniel Luque recibe del alguacilillo las dos orejas que cortó al último toro del festejo (Foto: Muriel Feiner)

San Isidro: El despertar de Daniel Luque

Daniel Luque es uno de esos toreros que parecen jóvenes, pero que ya no lo son tanto. En otro tiempo, con 31 años y casi 14 de alternativa, el sevillano estaría abriendo carteles como el más veterano de la terna. Hoy, sin embargo, suele actuar como tercer espada en la mayoría de ocasiones. Y es que Luque es uno de esos matadores que nos siguen pareciendo jóvenes como consecuencia de un escalafón “anciano” que no parece terminar de renovarse nunca.



0,25